Alrededor de 130 buques esperan cruzar la vía, muy afectada por la sequía en los lagos que abastecen al canal
El Canal de Panamá, una de las infraestructuras más importantes a nivel mundial, está sufriendo atascos. La severa sequía de la zona ha provocado una congestión del tráfico habitual del canal, que impacta directamente en el comercio internacional. Alrededor de 130 buques se encuentran esperando cruzar la vía.
Según el World Economic Forum (WEF), el tráfico a través del canal se ha ralentizado los últimos meses debido a una sequía prolongada que ha reducido la cantidad de agua disponible para llenar las esclusas del canal, que requieren 101.000 metros cúbicos de agua. Aunque han aumentado las restricciones en el número de embarcaciones, en la profundidad de los barcos y en la cantidad de carga, los tiempos de espera para los barcos que llegan al canal han aumentado de unas horas a varias semanas, según S&P Global.
El Canal de Panamá es clave para el comercio internacional. El canal es la vía principal de comercio al conectar el Océano Pacífico con el Océano Atlántico. Además, se considera importante por la cantidad de tráfico que tiene, así como el transporte de petróleo, alimentos, y elementos industriales, todos ellos de gran relevancia.
Más concretamente, según la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), conecta cerca de 2.000 puertos en 170 países. Los principales países de origen y destino son Estados Unidos, China y Japón. En 2022, se completaron más de 14.000 tránsitos a través del canal de barcos que transportaban más de 291 millones de toneladas de carga.
¿Cómo afecta la sequía a las cadenas de suministro?
Una severa sequía, sin precedentes, está afectando al suministro de agua con el que funciona el Canal de Panamá. Los buques que se encuentran aglomerados tanto en la entrada del Pacífico como del Atlántico son en su mayoría buques graneleros que transportan carbón o mineral de hierro, y algunos gaseros, entre otros. Algunos de estos buques con hidrocarburos están optando por otras rutas, como el Canal de Suez o rodean el Cabo de Buena Esperanza. Esto está impactando en la operación y los ingresos esperados para el año 2024 que, según el administrador de la vía, caerán en unos 20 millones de dólares.
Según señala el Informe sobre el Comercio Mundial 2022 de la Organización Mundial del Comercio (OMC), “el cambio climático está remodelando las perspectivas económicas y comerciales de los países y es una gran amenaza para el crecimiento y la prosperidad futuros”. "Las temperaturas más altas, el aumento del nivel del mar y los fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes traen consigo la posibilidad de pérdidas de productividad, escasez de producción, daños a la infraestructura de transporte e interrupciones en el suministro", añade.
La administración del Canal de Panamá implementó en mayo restricciones de viaje para evitar el atasco de los barcos. Desde entonces, algunos buques han tenido que reducir la carga en aproximadamente una cuarta parte para evitar encallar. Además, la ACP ha puesto en marcha medidas de ahorro de agua desde principios de año.
En el Canal de Panamá, las autoridades se están preparando para los impactos de la crisis climática. Alrededor de una cuarta parte de la población de América Latina y el Caribe ya vive en regiones con escasez de agua, según el Banco Mundial.
Asimismo, se están realizando esfuerzos en todo el mundo para hacer que las cadenas de suministro sean más resilientes a los impactos del cambio climático. Por ejemplo, la Alianza Global para la Facilitación del Comercio, una coalición creada por el Centro para la Empresa Privada Internacional, la Cámara de Comercio Internacional y el Foro Económico Mundial, apoya los esfuerzos globales para implementar el Acuerdo sobre Facilitación del Comercio (AFC) de la OMC.