medicina

En 1951, el profesor Lars Leksell, director del Departamento de Neurocirugía del Instituto Karolinska de Estocolmo, demostró que la radiación administrada con gran precisión en un pequeño área del cerebro podía generar efectos terapéuticos beneficiosos. Este procedimiento fue denominado radiocirugía. En 1964, la compañía sueca Elekta diseñó y fabricó el primer prototipo de un dispositivo llamado Gamma Knife, en el que se probó la eficacia y seguridad de la técnica, autorizándose su comercialización mundial en 1987. Hoy en día, existen más de 355 unidades de Gamma Knife en todo el mundo, 35 de ellas en Europa y 3 en España, habiéndose tratado ya a más de dos millones de pacientes. El 17 de junio de 1993, la Princesa Cristina de Suecia inauguró en el Hospital Ruber Internacional la primera y única unidad de Radiocirugía Gamma Knife en España. El doctor Roberto Martínez Álvarez, neurocirujano y actual jefe de la unidad, formaba parte del equipo pionero que inició este proyecto, junto a los doctores Gonzalo Bravo y Juan Burzaco, con el apoyo fundamental del jefe de Física Médica, el Dr. Germán Rey, quienes fueron clave en la puesta en marcha de esta unidad de radiocirugía. Desde entonces y hasta ahora el sistema de radiocirugía estereotáxica para lesiones cerebrales ha ido evolucionando y en la actualidad el centro hospitalario cuenta con su versión más avanzada, el Gamma Knife ICON. Unidades con estas características únicamente existen dos más en España. Su principal evolución es la incorporación de un escáner que permite realizar estudios del paciente durante el tratamiento, aumentando la precisión en la irradiación de las lesiones cerebrales y seguridad de los tratamientos, algo especialmente importante en las lesiones más pequeñas, de muy pocos milímetros, o en localizaciones cerebrales complejas. Esta tecnología también ha permitido realizar tratamientos en varias sesiones, permitiendo utilizar esta…
El Shiatsu, cuyo significado literal es "presión con los dedos" -"shi" (dedo) y "atsu" (presión)- en japonés, es una práctica de masaje terapéutico que utiliza la digitopuntura, una técnica basada en los principios de la acupuntura china. Esta técnica ancestral ha evolucionado considerablemente y se ha consolidado como una de las terapias alternativas más reconocidas y utilizadas, no sólo en Japón, sino también en muchas partes del mundo occidental. La técnica de la medicina alternativa japonesa El Shiatsu se basa en la teoría de que el cuerpo tiene una energía vital, conocida como "chi" o "ki", que fluye a través de veinte canales o meridianos. Según la medicina tradicional china, el bloqueo de esta energía puede impedir que el cuerpo funcione de manera óptima. El objetivo del Shiatsu es aplicar presión rítmica y variada con los dedos, las palmas y a veces otras partes del cuerpo para estimular estos puntos de digitopuntura y meridianos, mejorando así el flujo de energía y promoviendo la auto-sanación y el bienestar general. Para ser un terapeuta de Shiatsu, es necesario completar un programa de formación específico. En Japón, el Ministerio de Salud y Bienestar Social regula estrictamente la formación y certificación de los terapeutas de Shiatsu, requiriendo una educación rigurosa y un examen estatal para la obtención de la licencia profesional. En otros países, la regulación puede ser menos estricta y dependerá de las leyes locales y las normativas de las organizaciones profesionales de Shiatsu. Es el caso del doctor Takasi Asaishi que está utilizando las redes sociales y su carisma para dar a conocer la medicina alternativa japonesa. Una fórmula que por medio de posturas, ejercicios sencillos y masajes mejoran el bienestar de sus paciencias, desde eliminar dolores de espalda hasta los kilos de más. Los beneficios de la medicina alternativa…
“Caminamos inexorablemente hacia una medicina mucho más especializada, predictiva, precisa y personalizada, acelerada por la IA” La evolución de la medicina impulsada por el avance del conocimiento, la experiencia y los cambios tecnológicos es una constante a lo largo de la historia. La transición entre la medicina de la eminencia, aquella en la que la experiencia del médico lo explicaba todo, y la medicina de la evidencia fue imparable en el siglo XX, lo mismo que ahora lo es la consolidación de la medicina basada en los datos. Como todo proceso de cambio, el nuevo paradigma necesitará una adaptación de las estructuras de nuestro sistema sanitario. Y esta vez la adecuación tendrá que ser mucho más rápida. La medicina basada en los datos avanza a una gran velocidad y nos permite superar algunas de las limitaciones que tiene la medicina basada en la evidencia. La inmensa cantidad de datos de salud que generan los registros médicos, las investigaciones, los ensayos clínicos o los dispositivos portátiles que monitorizan nuestra actividad cotidiana nos permite analizar y detectar patrones y correlaciones y desarrollar predicciones para tomar decisiones médicas más personalizadas, ágiles y eficaces. Caminamos inexorablemente hacia una medicina mucho más especializada, predictiva, precisa y personalizada. La incorporación de la inteligencia artificial (IA) acelerará esta transición. “Los hospitales del futuro serán más pequeños y especializados, centrados en procesos complejos y preparados para trasladar parte de su actividad al domicilio del paciente” El desarrollo de esta nueva forma de entender la medicina presenta importantes desafíos. La interoperabilidad de sistemas, la seguridad y la privacidad de los datos y la variabilidad en la calidad de la información son algunos de ellos. Para afrontarlos, los hospitales deben impulsar cambios en todos sus niveles, políticas y procedimientos que garanticen la calidad y la seguridad de los datos empleados…
Ángel Durántez, pionero en medicina preventiva, habla con Capital acerca del envejecimiento saludable, aplicable a partir de los 35 años El doctor Ángel Durántez Prados (Universidad Autónoma de Madrid, 1987) es el pionero de la medicina preventiva proactiva en España o, lo que es lo mismo, la medicina para el envejecimiento saludable. Especializado en medicina del deporte, el experto dirige desde 2017 su propia clínica en Madrid donde atiende a sus pacientes con un único objetivo: alargar la salud. Para ello, aplica de manera integrativa los últimos avances de la medicina de las ‘Ps’: preventiva, proactiva, participativa, predictiva, personalizada y placentera. ¿Pero qué entendemos realmente por alargar la salud mediante la prevención? Charlamos con él para dar con las claves sobre vivir más y mejor. El envejecimiento saludable, aplicable a partir de los 35-40 años. Cuando le preguntamos por el secreto de la eterna juventud, Durántez Prados advierte que no es un término que le agrade. “Prefiero hablar de envejecimiento o longevidad saludable. En cualquier caso, para mí la eterna juventud se asocia a mantenernos sanos y funcionales el mayor tiempo posible. Es decir, no se trata de aparentar 20 años con 70, se trata de alargar la juventud. El objetivo es llegar al final de nuestra vida sintiéndonos lo mejor posible de ánimo, salud y vitalidad”, matiza el experto. Nos explica que el término envejecimiento saludable se puede aplicar a partir de los 35 o 40 años, que es lo que se considera, hasta ese momento, la etapa de la vida libre de enfermedad. “A partir de ahí, empieza el declive”, asevera. “La longevidad saludable, en cambio, seaplica a etapas más avanzadas de la vida”. “Es evidente que cuando uno tiene 30 años se encuentra en la plenitud de la vida y recurre al deporte para el rendimiento, fortaleza,…
“Recibimos llamadas de clientes preguntando cómo nos podían ayudar en la pandemia, fue conmovedor”, señala la directora de Grandes Cuentas de ASISA “Somos esenciales para mitigar la desigualdad en el acceso a la sanidad privada en todo el país”  “Los seguros de salud son de los beneficios sociales mejor valorados por los empleados de las empresas”  Como directora Nacional de Grandes Cuentas de ASISA, una empresa dedicada al sector de la salud, ¿cómo vivió ASISA la pandemia en los momentos más duros?, ¿cómo ha sido el desarrollo de este último año?  La pandemia de la Covid-19 ha hecho que aumentara de manera muy notable nuestra actividad y creo que ASISA, como el resto del sector, ha reaccionado con responsabilidad y eficacia. El mayor reto que hemos afrontado es el de permanecer al lado de nuestros clientes durante el confinamiento y toda la pandemia, escuchando y superando todo tipo de barreras para responder a sus necesidades.  Como partners de salud, las empresas han acudido a nosotros buscando apoyo para cuestiones relacionadas con la salud y la seguridad de sus empleados. Les hemos ayudado en sus protocolos internos, con test a sus trabajadores, ofreciéndoles contenidos de salud para superar el confinamiento, gestionando la atención domiciliaria, las urgencias… etc. En resumen, hemos estado a su lado, que es lo que nuestros clientes esperan de nosotros.  En términos generales, ASISA ha asumido su responsabilidad y ha atendido a sus asegurados afectados por la epidemia, renunciando a aplicar las cláusulas de los condicionados que excluyen la prestación en caso de epidemia. Hemos atendido a más 200.000 pacientes por Covid-19 y más de 10.000 han requerido ingresar en algunos de nuestros hospitales propios o concertados. La pandemia nos acercó más a nuestros clientes. La primavera de 2020 fue muy complicada, pero conseguimos mantener nuestros niveles de calidad de servicio y seguir atendiendo…
“El sector asegurador necesitamos un baremo específico de daños sanitarios que sea común a todo el territorio nacional”  “El apoyo de la sanidad privada es fundamental para que la pública funcione mejor”  El sector sanitario, en un sentido global, se ha llevado tanto los mayores aplausos como las críticas más feroces durante el periodo de pandemia sufrido en los últimos meses. Capital analiza con el doctor Diego Murillo, presidente de Honor de AMA Seguros y presidente de la Fundación A.M.A., la situación de una industria muy sensible desde su perspectiva social y con grado de mejora muy relevante en el ámbito de la gestión económica.  Usted fundó A.M.A. hace cuarenta años. ¿Cómo cree que han evolucionado las necesidades del colectivo sanitario en este periodo?  El colectivo sanitario en España no ha estado suficiente bien retribuido económicamente. Ha evolucionado positivamente, se han creado grandes hospitales, que antes no había, con mejores tecnologías que han ayudado a posicionar la sanidad española como una de las mejores del mundo. Lo que seguimos sufriendo es que los médicos están muy mal pagados. Un político gana más que un médico. Cuando empezó la pandemia, la gente aplaudía desde los balcones. Hoy puedo decirle que hay infinidad de denuncias contra esos sanitarios que antes aplaudían de esa forma tan intensa, por responsabilidad civil de los sanitarios. El mundo está al revés. Los sanitarios eran como dioses antes de la pandemia, y ahora estamos denuncia tras denuncia.  Usted ha reclamado en muchas ocasiones una postura clara sobre el baremo de los daños sanitarios común para todo el territorio nacional. ¿Cómo está esta negociación con el Ministerio de Sanidad?  No hay un baremo, y los jueces están juzgando el daño sanitario en ocasiones por el baremo de tráfico. Una fractura de una pierna, tiene su justificación, pero una apendicitis… ¿Qué tiene que ver con tráfico? Además, hay una serie de diferencias enormes en relación con las sentencias. Llevamos años demandando un baremo…