“Caminamos inexorablemente hacia una medicina mucho más especializada, predictiva, precisa y personalizada, acelerada por la IA”
La evolución de la medicina impulsada por el avance del conocimiento, la experiencia y los cambios tecnológicos es una constante a lo largo de la historia. La transición entre la medicina de la eminencia, aquella en la que la experiencia del médico lo explicaba todo, y la medicina de la evidencia fue imparable en el siglo XX, lo mismo que ahora lo es la consolidación de la medicina basada en los datos. Como todo proceso de cambio, el nuevo paradigma necesitará una adaptación de las estructuras de nuestro sistema sanitario. Y esta vez la adecuación tendrá que ser mucho más rápida.
La medicina basada en los datos avanza a una gran velocidad y nos permite superar algunas de las limitaciones que tiene la medicina basada en la evidencia. La inmensa cantidad de datos de salud que generan los registros médicos, las investigaciones, los ensayos clínicos o los dispositivos portátiles que monitorizan nuestra actividad cotidiana nos permite analizar y detectar patrones y correlaciones y desarrollar predicciones para tomar decisiones médicas más personalizadas, ágiles y eficaces. Caminamos inexorablemente hacia una medicina mucho más especializada, predictiva, precisa y personalizada. La incorporación de la inteligencia artificial (IA) acelerará esta transición.
“Los hospitales del futuro serán más pequeños y especializados, centrados en procesos complejos y preparados para trasladar parte de su actividad al domicilio del paciente”
El desarrollo de esta nueva forma de entender la medicina presenta importantes desafíos. La interoperabilidad de sistemas, la seguridad y la privacidad de los datos y la variabilidad en la calidad de la información son algunos de ellos. Para afrontarlos, los hospitales deben impulsar cambios en todos sus niveles, políticas y procedimientos que garanticen la calidad y la seguridad de los datos empleados en la toma de decisiones clínicas.
Por otro lado, el nuevo escenario requiere profesionales capacitados para el manejo de datos, su análisis y su interpretación y adaptados al uso de nuevas tecnologías. Los programas de formación continua ya son imprescindibles y deben servir para favorecer la transformación de la cultura de las organizaciones sanitarias y su implicación en el desarrollo formativo de sus profesionales.
La respuesta a estos desafíos implica un cambio en la concepción y la organización de los centros médicos y hospitalarios. Los hospitales del futuro serán más pequeños, más especializados, centrados en procesos complejos y preparados para trasladar parte de su actividad al domicilio del paciente. Las nuevas tecnologías ya permiten desarrollar programas de seguimiento tras una intervención o en los casos de enfermedades crónicas. La monitorización de estos pacientes permite obtener datos que facilitan el cuidado y la atención temprana en caso de recaídas o urgencias, evitan visitas innecesarias al hospital y, sobre todo, mejoran los resultados en salud de los pacientes.
Los grandes grupos hospitalarios ya nos estamos adaptando a esta medicina basada en los datos. El Grupo Hospitalario HLA es un ejemplo en esta transición. En 2023, HLA ha abierto dos nuevos centros que serán una referencia para el futuro: HLA Clínica
Internacional Barcelona y HLA Ramón y Cajal (Sevilla). Ambos están concebidos como centros de última generación, que ofrecen una atención de la máxima calidad basada en el desarrollo de las técnicas de diagnóstico y tratamiento más avanzadas. Para ello, están dotados con la última tecnología y sus unidades cuentan con equipos multidisciplinares, que trabajan de manera coordinada con el objetivo de ofrecer una atención integral y personalizada a los pacientes.
Con estas mismas premisas, el hospital de referencia del Grupo HLA, HLA Hospital Universitario Moncloa (Madrid), que este año celebra su 30º aniversario, ha transformado sus instalaciones y su forma de trabajar para adaptarse al futuro. En ese proceso de transformación, HLA Universitario Moncloa ha apostado por la innovación y la tecnología como elementos esenciales de su modelo asistencial, que busca ofrecer a sus pacientes una medicina personalizada y lo más precisa posible.
“La verdadera diferencia la seguirán aportando los equipos humanos, que serán más amplios y contarán con ingenieros, matemáticos o analistas de datos”
Por otro lado, el hospital apuesta por utilizar la tecnología para facilitar los trámites y las gestiones a sus pacientes y ofrecer acceso a la telemedicina y ha introducido herramientas de IA, como un asistente de gestión de citas, que permiten mejorar los niveles de calidad en la atención y acortar los tiempos de espera. En tercer lugar, el Grupo HLA desarrolla planes para fortalecer el trabajo en red de sus equipos y aprovechar así una de las grandes ventajas que aporta la tecnología: la facilidad para mantener conectados a los profesionales y compartir información. El futuro de la medicina pasa por aquí.
Los hospitales del futuro se están construyendo ahora. En ellos, la tecnología y la digitalización jugarán un papel esencial para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad, ahorrar costes y conseguir altos niveles de calidad asistencial y satisfacción. Sus espacios abiertos, diáfanos, mejor iluminados y confortables permitirán atender mejor a los pacientes y a sus acompañantes y acelerar su recuperación.
Sin embargo, en ese proceso de transformación, la verdadera diferencia la seguirán aportando sus equipos humanos, que serán más amplios y contarán con nuevos perfiles como ingenieros, matemáticos, analistas de datos, etc. Estamos cambiando de época pero, como en tantos otros ámbitos, la esencia de la medicina seguirá inalterable en el futuro: seguiremos siendo personas cuidando la salud de otras personas.
