pepa muñoz

Ver amanecer en Husøy es siempre una experiencia. El minúsculo islote, que parece atado a la isla de Senja por un pedazo de hormigón, es un buen ejemplo de cómo un producto puede llevar la riqueza a cualquier rincón del mundo. El ‘bacalao’ trae aquí el trabajo y el drama, los días de calma y las noches de temporal. La carretera 86 sigue teniendo el espíritu de aquellos caminos previos al teléfono y a internet.   En Noruega hay muchas cosas que desafían la lógica española. Todo, sin embargo, parece funcionar a las mil maravillas en un lugar en el que la naturaleza y la calidad de vida se dan la mano en lugares de una belleza impactante, donde la soledad y la naturaleza se mezclan casi por obligación. Parece que siempre ha sido así, y así seguirá.   Dicen que este bacalao es un nómada inconformista. Nómada, que es el significado de la palabra skrei, realiza una migración desde las frías aguas del mar de Barents en Noruega hacia las islas Lofoten, a las que se dirige para desovar. En dichas islas es donde se realiza su captura en los meses más fríos del año.  Todo viaje necesita unos preparativos, y, para dicha migración de muchos miles de kilómetros en aguas congeladas del Ártico, el skrei necesita acumular grasa, lo que hace que tenga unas características organolépticas especiales. ¿Resultado? Sabor más intenso y una carne más jugosa.  Ese viaje provoca un aumento de su musculatura, lo que otorga a la carne blanca una textura más tersa, blanca y prieta y un especial brillo nacarado. Además, la alimentación de que se nutre, fundamentalmente, mariscos, le aporta minerales que se manifiestan en su sabor.  Para prepararlo podemos aplicar cualquiera de nuestras recetas con bacalao fresco favoritas, o sencillamente asarlo preparando un bacalao al…
“La previsión es fundamental cuando hay 50 familias que dependen de ti”  “Vamos a tener escasez de muchos productos, no se paga al agricultor como se debe”  Pepa Muñoz (1969), trabajó desde muy pequeña en el negocio familiar, una empresa de catering que servía en toda España. En el año 2003 funda junto a Mila Nieto, su socia y pareja, “El Qüenco de Pepa”, restaurante que se ha convertido en uno de los más afamados de la capital, con dos soles Repsol.  Además de encargarse de su restaurante, es presidenta de Facyre (Federación de Cocineros y Reposteros de Madrid), desde donde aboga por la buena alimentación en los colegios, con productos de calidad y en la actualidad es la responsable en España de World Central Kitchen, la ONG del chef José Andrés nacida en 2010.  Usted comenzó desde muy pequeña en el mundo de la cocina ayudando a su padre en el negocio familiar. ¿Cómo se produjo el salto a emprender su propio negocio?  Trabajaba en la empresa familiar, éramos 6 hermanos, mi padre falleció, mi madre se hacía mayor y en aquel momento era ahora o nunca. Me sentía capacitada y tenía fuerza para hacer algo más, para ampliar y para crecer. No quería quedarme estancada, quería hacer mi cocina, porque en realidad, yo soy la única de los seis hermanos que cocino.  Fue en el año 2003 cuando fundé El Qüenco de Pepa junto a mi socia, Mila Nieto, que fue un pilar fundamental e importantísimo para poder hacerlo.  ¿Cómo fueron los inicios?  Ahora, en esta última etapa parece que son todo éxitos, es lo que está viviendo la gente. Pero hay una etapa anterior muy dura, porque al principio cuando decido salir de la empresa familiar, la idea no fue bien aceptada por mi familia. Emocionalmente fue bastante duro para mí.…