plásticos

La asociación Plastics Europe ha reafirmado su respaldo a la agenda de competitividad y descarbonización de la Unión Europea, expresando su satisfacción por el lanzamiento del ‘Clean Industrial Deal’. No obstante, la organización ha manifestado su inquietud ante la posible omisión de la contribución «esencial» del sector de los plásticos en la base industrial europea. A través de un comunicado, Plastics Europe ha señalado que el ‘Clean Industrial Deal’ «carece de la urgencia necesaria para restablecer la competitividad de la producción de plásticos de la UE» y para facilitar su transición hacia la circularidad y las cero emisiones netas. La directora general de Plastics Europe, Virginia Janssens, ha subrayado la importancia de la producción europea de plásticos para el futuro industrial de la UE y su autonomía estratégica. «Si no se toman medidas urgentes, Europa dependerá cada vez más de las importaciones de resinas plásticas y productos acabados procedentes de regiones con normas medioambientales a menudo menos estrictas», ha advertido. El comunicado indica que la «complejidad» del sistema europeo de plásticos y los largos ciclos de inversión son determinantes críticos. Las decisiones de inversión en los próximos dos años serán decisivas para que Europa cumpla con las ambiciones del Pacto Verde Europeo y la hoja de ruta ‘The Plastics Transition’. La asociación advierte que la ventana de oportunidad para abordar los retos competitivos se está «cerrando rápidamente». En este sentido, el informe ‘ReShaping Plastics’, publicado en 2022, enfatiza la necesidad de una colaboración urgente entre responsables políticos, productores de plásticos y toda la cadena de valor. La importancia crítica, el tamaño y la naturaleza compleja del sistema europeo de los plásticos requieren una respuesta política a medida Plastics Europe ha instado a la Comisión Europea a desarrollar un Plan de Acción sobre el futuro del sector, que integre a todas…
los mercados emergentes y las economías en desarrollo seguirán dando cuenta de la mayor parte del crecimiento mundial, aunque será inferior al cosechado durante las dos últimas décadas: un 4,1% este año, y un 4,6% en 2017. Eso sí, habrá luces y sombras. Por empezar por estas últimas, los países exportadores de petróleo seguirán viendo cómo se ralentiza su avance, al igual que les sucederá a aquellos exportadores de otras materias primas (como determinados de América Latina). China continuará con su particular marcha atrás, Brasil y Rusia no dejarán de lado sus profundas recesiones, y Sudáfrica apenas crece. “Los BRICS han perdido mucha fuerza, hay muchas dudas sobre su evolución”, relata Miguel Otero, del Real Instituto Elcano (RIE). “El que peor sale parado es Brasil, sobre todo por sus problemas políticos y de corrupción”, sostiene Javier Díaz Giménez, profesor de Economía del IESE.  A lo que hay que añadir su cuantiosa deuda pública y su enorme déficit presupuestario. Por otra parte, algunos países de América Latina y Oriente Medio vivirán su particular zozobra por el descenso del precio del crudo, mientras que en África, la desfavorable coyuntura internacional aguijoneará a muchos de sus países. “Aunque seguirá renqueante, tendrá un mejor comportamiento la ribera del Índico que la del Atlántico, que es donde llegan los barcos procedentes de Asia”, especifica Javier Díaz Giménez. Tanzania (6,5%) y Kenia (6%) podrán ver la llegada de empresas interesadas en la construcción de infraestructuras, en concreto, nuevos puertos. Los destacados. Según el FMI, en India la situación sigue siendo buena al registrar un crecimiento sólido y un aumento del ingreso real. “Es la única economía que crece de manera robusta [las estimaciones apuntan a un 7,6% en 2016]. En otros países emergentes el capital ha vuelto a los países desarrollados”, manifiesta Miguel Otero. “Se espera…