Cada vez es más importante la ciberseguridad empresarial y para ello existen soluciones como la de ESET que pretenden inmunizarnos ante cualquier tipo de amenaza
La ciberseguridad ha escalado como uno de los retos más importantes del sector empresarial. La digitalización ha llegado para quedarse, pero las amenazas existentes en la red, la ciberdelincuencia, son un hecho de acelerada aparición. Y es que, tal y como desprende una investigación realizada por Ironhack, España es el tercer país del mundo más atractivo para los ciberdelincuentes. Por eso, la llegada del flujo de dinero procedente del Fondo de Recuperación Europeo, más conocido como Next Generation EU, ha supuesto una auténtica apuesta para paliar esta realidad: el país destinará una inversión de 450 millones de euros a la ciberseguridad.
Ante esta realidad, según el estudio Digital Trust Survey 2021 de PwC, más de la mitad de las empresas ya están empezando a tener en cuenta medidas para paliar la ciberdelincuencia y los “ransomware”, es decir, un 25% más que hace un año. Pero, ¿a qué nos estamos enfrentando? ¿Cuáles son los principales retos de las empresas ante esta incesante amenaza?
Uno de los más habituales es el ya citado “ransomware”, cuya finalidad es impedir que el usuario pueda utilizar su dispositivo hasta que haya pagado un rescate. Para ello, el ciberdelincuente cifra por completo el sistema operativo y exige a la víctima un precio por devolverle sus datos. Una técnica cada vez más empleada a la que están expuestas todas las empresas.
Asimismo, a este hay que sumar el denominado concepto de “día cero”. Todo parte de la mínima vulnerabilidad de la que disponga el software, que incluso puede ser desconocida para los propios desarrolladores, que tendrán que arreglar ese fallo antes de que esa vulnerabilidad sea conocida o aprovechada por un atacante. Un trabajo a contrarreloj que realmente necesita de gran tiempo. Por eso, asegurarse de tener las soluciones óptimas para cada empresa se predispone como esencial para el buen mantenimiento del servicio empresarial.
Actualmente existen soluciones basadas en la nube que permiten ayudar a detectar este tipo de amenazas mediante la ejecución de muestras sospechosas en un entorno aislado. Un ejemplo es el que proporciona ESET, la empresa número uno de seguridad informática en la Unión Europea con más de 30 años de experiencia que se encarga precisamente de garantizar la seguridad de sus clientes.
Para ello disponen de herramientas específicas para la protección de equipos contra ransomware y amenazas de día cero que incluyen una protección mejorada con la tecnología de la “sandbox” en la nube. Además, este tipo de respuestas tienen una gestión remota de un solo panel para así garantizar la visibilidad de las amenazas, los usuarios y los elementos en cuarentena mediante una consola.
Múltiples capas de protección para luchar contra la ciberdelincuencia
El fin último es que los equipos y móviles de la empresa en cuestión estén protegidos mediante tecnología avanzada de múltiples capas, incluida la seguridad del servidor de archivos. Ahora, incluso, con protección bancaria segura.
Este tipo de soluciones son, al fin y al cabo, cada vez más necesarias en la industria, puesto que las organizaciones siguen siendo víctimas de ataques de “día cero” a pesar de utilizar una protección “antimalware” multicapa. Por eso, servicios como el EDTD (ESET Dy- namic Threat Defense) proporcionan una capa extra de defensa fuera de la red de la empresa para ejecutar y analizar amenazas lejos del entorno de producción del cliente.
Además, cabe destacar que proteger no sólo es exclusivo y posible para las empresas. Actualmente existen soluciones para asegurar la sanidad de los ordenadores y dispositivos de cada hogar, así como, en el lado inverso, la de grandes empresas que necesitan de herramientas más potentes de última generación.
Hoy día todo el mundo está expuesto a este tipo de amenazas que en el último año se han incrementado en un 32%. Así lo desprende el VIII Informe sobre Criminalidad elaborado por la Secretaría de Estado de Seguridad, que detectó cómo el 89,6% de las infracciones relacionadas con este tema en el ámbito tecnológico derivaron de fraudes informáticos, pero el 4,9% derivaron de amenazas y coacciones. Y de ello no estuvo exenta siquiera la Administración.
Tanto el Canal de Isabel II como el SEPE se convirtieron en noticia el pasado 2019 por sus sonoros ciberataques. Todo el mundo está expuesto. Y, en el caso empresarial, especialmente los sectores tributarios y financieros (52,5%), el transporte (24,08%) y la energía (14,05%).
Por ello precisamente el Ministerio del Interior impulsó el pasado año la creación del Plan Estratégico contra la Cibercriminalidad, cuyo objetivo no
es otro sino potenciar las capacidades para combatir este tipo de modalidad delictiva. El fin último: detectar, prevenir, proteger, responder y perseguir a la cibercriminalidad. Una meta que comparten las empresas especializadas en la materia como la ya citada ESET, compañía que se ubica en los primeros puestos del ranking de Mejores Compañías de Software para la región EMEA (Europa, Medio Oriente y África) por su compromiso con la seguridad. La misma región que tantas veces ha quedado al descubierto por no disponer de una solución adecuada, tanto en la oficina como en el hogar