Desde que la Junta del pasado jueves acabase con cinco consejeros menos, la salida de otros dos en las últimas 24 horas ha disparado las alarmas sobre la férrea crisis por la que pasa la empresa y que tiene a la SEPI como coprotagonista
¿Qué está pasando en Indra? Esta es la cuestión que inversores y particulares se están planteando en los últimos días alrededor de la tecnológica, la cual ha visto temblar sus cimientos al anunciarse la dimisión de dos consejeros en menos de 24 horas, los cuales se suman a la salida de otros cuatro y a la no renovación de una quinta el pasado viernes. Pero, ¿a qué se debe este alud de despedidas?
En primer lugar hay que destacar que los dos nombres que han anunciado su marcha en las últimas horas son Ignacio Martín San Vicente, el consejero independiente más veterano en el cargo; así como Silvia Iranzo, que a primera hora del lunes anunció que dejaría su puesto como respuesta al cese de otros cuatro independientes de la junta de accionistas y la no renovación de Isabel Torremocha, también consejera independiente.
Sin embargo, sendas marchas no han sido uniformes. Iranzo anunció dicha decisión este lunes con efectos desde el pasado 25 de junio mediante una carta en al que manifiesta su desacuerdo con las decisiones de la junta general, sobre quien afirma que este criterio supone rebajar el estándar de gobierno corporativo en perjuicio de la mayoría de accionistas no representados en el consejo. Mientras tanto, Ignacio Martín San Vicente, ex CEO de Cie Automotive, ha asegurado que continuará en el cargo hasta que se culmine el proceso de renovación de los integrantes del consejo de administración, el cual se ha quedado prácticamente desierto.
El motivo de dicha afirmación es que con las marchas de Alberto Terol, Ana de Pro, Carmen Aquerreta, Enrique de Leyva y la no renovada, Isabel Torremocha, la suma de las dos nuevas dimisiones dejan al órgano de la tecnológica con nueve miembros. Y dentro de esta suma hay que contar tanto al CEO como al presidente, al secretario y a la vicesecretaria. Por ese motivo la situación de la empresa se considera crítica.
Tanto es así que los títulos de la tecnológica respondieron el pasado viernes llegaron a desplomarse un 14,76% durante la sesión hasta el punto de convertir a Indra en el farolillo rojo del Ibex 35. Unos números que con el inicio de semana se han convertido al verde, con un arranque de la sesión el pasado lunes del 2,55%. Así pues se puede considerar que las acciones de la tecnológica han pasado de valer 10,26€ en el momento del desplome a los 9€ que ha mantenido durante la sesión del martes.
Pero, más allá de los volátiles movimientos intradía de la entidad en el parqué español, hay un hecho de vital importancia y es comprender qué es lo que ha sucedido en la tecnológica para que se produzca este alud de dimisiones y qué puede pasar en la empresa a partir de ahora.
¿Qué ha pasado en Indra?
Lo cierto es que el desacuerdo en el seno de la empresa viene de lejos. Todo se fraguó el año pasado, cuando la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que es accionista mayoritaria de Indra, anunció el deseo de arrancar una nueva etapa en la empresa para desacuerdo de los consejeros independientes.
Esa intención no se quedó en papel mojado. Al contrario. Este pasado jueves 23 de junio tomó el control del Consejo de Administración junto a SAPA y al fondo Amber Capital tras incrementar sus títulos en la entidad del 18,75% al 25%. Un incremento que permitió a este grupo llevar a cabo sus planes puesto que disponían de un mayor porcentaje de voto.
Al parecer, esta intención fue conocida por Alberto Terol, ya exvicepresidente de Indra, lo cual impulsó su dimisión previa junta. Sin embargo, poco pudo hacer porque la formulación de Amber Capital, SAPA y la SEPI para dar mayor poder a ésta última en la empresa se culminó con un triunfo para el conjunto.
Debate político y empresarial
El problema es que este golpe sobre la mesa en el consejo de la tecnológica pronto saltó a la estela pública y empresarial, con una fuerte crítica de los partidos de la oposición al considerar que el Gobierno estaba detrás de esta maniobra para poder tener más control en Indra. Al menos, así lo denunció el Partido Popular.
Una postura similar a la de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, cuyo presidente, Rodrigo Buenaventura, catalogó de “preocupante” la determinación de la SEPI y ha solicitado una investigación al respecto. Mientras tanto, desde la presidencia de Indra, Marc Murtra justificó la acción de la sociedad pública en el interés de todos los Gobierno de incrementar su participación en las empresas de mayor potencial en materia de defensa en un entorno geopolítico tan complejo como el actual.
La cuestión es qué ocurrirá a partir de ahora y si se producirán más dimisiones o cambios en el seno de la entidad. Por el momento, desde el prisma político tanto Gobierno y oposición plasman sus opiniones contrapuestas en esta crisis; desde el empresarial, las reclamaciones de OPA sobre la totalidad de Indra no cesan. Y las próximas horas y días parecen sentirse determinantes para el futuro de la empresa.