Muchas veces, la retribución flexible se percibe como un simple extra dentro del paquete de beneficios de una empresa, pero su impacto va mucho más allá. Es una estrategia win-win, en la que tanto el talento como las empresas salen beneficiados y se crea un valor compartido que genera relaciones más cercanas y positivas entre ambas partes.
Este tipo de compensación permite que parte del sueldo bruto de los equipos se destine a servicios esenciales para la vida cotidiana como el transporte, la alimentación, el seguro de salud, la formación o la guardería de sus hijos e hijas. En España, la normativa actual permite que hasta un 30% de ese salario bruto anual se pueda destinar a retribución flexible.
Los importes destinados a estos servicios están exentos del pago del IRPF, lo que se traduce en un ahorro considerable para el talento, al no tener que pagar impuestos sobre estas cantidades. Así, una persona con un salario medio, que correspondería a unos 26.948,87 euros según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), podría ahorrar hasta 1.322,46 € al año gracias a este beneficio. Lo que supone un alivio económico real.
“Los perfiles más jóvenes tienden a priorizar el transporte y la formación, mientras que aquellos con más experiencia y sueldo se inclinan por el seguro médico”
Más allá del ahorro, la retribución flexible también ofrece la posibilidad de adaptar la compensación a las necesidades individuales. Hemos notado, por ejemplo, que los perfiles más jóvenes tienden a priorizar el transporte y la formación, mientras que aquellos con más experiencia y sueldo se inclinan por el seguro médico. Esta fórmula permite no solo optimizar el salario, sino también personalizarlo, creando una experiencia más alineada con las expectativas de cada persona.
Desde el punto de vista empresarial, los beneficios también son evidentes. En un mercado laboral cada vez más competitivo, atraer y fidelizar talento se ha convertido en uno de los grandes retos y la retribución flexible en un aliado clave para ello. Estudios recientes revelan que casi la mitad de las personas que trabajan actualmente en empresas europeas tiene pensado cambiar de empleo en el próximo año, y un 70 % se siente poco motivado. En este contexto desafiante, la retribución flexible ayuda a crear vínculos más sólidos y mejorar el bienestar en los lugares de trabajo.
A través de sus diferentes formas como los seguros médicos, las formaciones o la ayuda para guarderías, las empresas pueden demostrar un compromiso real con el bienestar integral de sus equipos y sus familias. Esta apuesta, no solo mejora la conciliación entre la vida personal y laboral, sino que también reduce el absentismo y mejora la motivación y la productividad.
La retribución flexible no es solo una cuestión de números o beneficios tangibles, es una parte esencial de lo que se conoce como ‘salario emocional’, ese conjunto de elementos que, más allá de lo económico, genera un sentido de pertenencia y compromiso con la organización, ayudando a construir equipos más satisfechos y felices y, sobre todo, más comprometidos.