El Gobierno de México se encuentra en una posición peculiar en medio de la controversia arancelaria impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Las autoridades mexicanas consideran que el estrecho grado de integración entre ambas economías les otorga una «cierta excepcionalidad» frente a otros países, lo que les permite prepararse para utilizar «todo el instrumental» disponible ante la inminente aplicación de nuevas tarifas.
Durante una rueda de prensa realizada en Palacio Nacional, el ministro de Economía, Marcelo Ebrard, indicó que el objetivo es colocar a México en «mejor condición que cualquier otro» antes del 2 de abril, fecha límite en la que Trump planea implementar estas tasas. Ebrard enfatizó que «a nuestro país le ha ido mejor que a otros países» debido a la interdependencia económica. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, respaldó esta afirmación al mencionar que «la inversión en México de una empresa estadounidense genera el triple de empleos en Estados Unidos por la integración productiva que hay».
Las empresas estadounidenses van a disminuir su productividad si dejan de producir en México
La mandataria destacó que las producciones están interconectadas, ya que no se elabora un automóvil completo en un solo país, sino que cada nación contribuye con distintas partes, incrementando así la productividad total de la región. Además, Ebrard anunció que se llevará a cabo una consulta con las empresas y los sectores afectados en todo el país para evaluar las posibles medidas en respuesta a las expectativas arancelarias de la Administración Trump.
«Hay muchas medidas que se pueden tomar, pero no las vamos a tomar intempestivamente. Vamos a hacer las consultas debidas y nos vamos a preparar para usar todo el instrumental que tenemos», subrayó Ebrard, reafirmando su compromiso de actuar con «sangre fría» y «firmeza» para asegurar la mejor posición posible para México en este contexto internacional.