CaixaBank enfila el próximo trienio con una hoja de ruta que dará un vuelco a la red de distribución, con la clausura del 18% de la red y una apuesta decidida por macro-oficinas abiertas al público por la tarde, con la intención de superar en 2021 el 12% de rentabilidad. En total, 800 oficinas menos.
Son los principales ejes del Plan estratégico 2019-2021 presentado hoy en Londres por su presidente, Jordi Gual, y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, a inversores, quienes eludieron traducir ese guarismo a un beneficio numérico que algunos analistas ya cifran entre 2.500 y 2.700 millones de euros.
La meta financiera es subir la rentabilidad sobre recursos propios tangibles en casi un tercio desde el 9,4% actual, apoyado en incrementos del 5% anual en los ingresos, con avances del 6-7% en financiación al consumo, del 9-10% en seguros o del 1% en el crédito sano (2-3% en el préstamo a empresas), detalló Gortázar.
La idea es reducir el censo de locales desde las 4.461 oficinas a menos de 3.640, algo a lo que Gortázar y Gual justificaron en ofrecer mejor servicio a los clientes. En total, Caixabank cerrará 800 oficinas.
La reacción del sindicato CC.OO. no se ha hecho esperar. Fuetes de la central han comentado que desde CC.OO. "sólo contemplamos medidas voluntarias y no traumáticas. No aceptaremos movilidades geográficas ni ningún otro escenario que no sea el de la negociación". Las mismas fuentes aseguran que el anuncio ha "creado una gran preocupación entre la plantilla".
La entidad remite al comunicado de prensa enviado ayer:
NP PE 2019-2021 CAST OK