El Gobierno de China ha emitido una condena este martes hacia Estados Unidos, acusándolo de «interferir en los asuntos internos» de Venezuela, tras el anuncio estadounidense de imponer un arancel del 25 por ciento a las importaciones de países que adquieran petróleo y gas del país sudamericano. El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Guo Jiakun, ha instado a Washington a «dejar de interferir en los asuntos internos de Venezuela» y a abolir las «sanciones unilaterales e ilegales» impuestas.
En la rueda de prensa diaria, Guo afirmó que "Estados Unidos abusa desde hace mucho de las sanciones unilaterales e ilegales y de la llamada 'jurisdicción de brazo largo' para interferir gravemente en los asuntos internos de otros países". Añadió que "no hay ganadores en las guerras comerciales y arancelarias" y que "imponer aranceles sólo causará mayores pérdidas a las compañías y consumidores estadounidenses".
Estas declaraciones se producen después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunciara el lunes que a partir del 2 de abril de 2025, cualquier nación que importe petróleo o gas de Venezuela deberá abonar un arancel del 25 por ciento sobre el comercio realizado con Estados Unidos. El decreto, que fue publicado poco después por la Casa Blanca, establece que el Gobierno estadounidense determinará si aplica el arancel a las mercancías de países que realicen estas importaciones.
Como respuesta a esta medida, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, expresó su rechazo, afirmando que "las medidas de máxima presión contra Venezuela han fracasado aquí y en el mundo". Prometió que «Venezuela seguirá produciendo petróleo y gas y continuará vendiendo a los países aliados en el mundo». El ministro de Exteriores venezolano, Yván Gil, también se pronunció en contra de lo que considera una "nueva agresión" por parte de Trump, calificando la medida de "arbitraria, ilegal y desesperada". Además, recalcó que esta acción contraviene el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT).