La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha expresado su pesar ante la interrupción de la creación de la Agencia Estatal de Información y Control Alimentarios en el Congreso de los Diputados. Esta agencia, según indicaron, sería un garante de los derechos de los agricultores y ganaderos. En un comunicado, se menciona que la salida del lobo del Lespre demuestra que la inclusión fue un error.
Asimismo, UPA ha hecho hincapié en que la reciente votación sobre la Ley de Desperdicio Alimentario, considerada una suerte de Ómnibus del campo, provocará un impacto legislativo significativo. Entre los aspectos destacados por la UPA, se encuentra el rechazo a la conversión de la Agencia de Información y Control Alimentarios O. A. (AICA) en agencia estatal, lo que habría proporcionado mayores recursos y capacidades para que los agricultores y ganaderos obtengan precios equitativos.
A este respecto, califican de lamentable el hecho de que el rechazo por parte de PP, Vox, Junts y PNV culminara en esta medida en el primer trámite de la ley. En relación a la votación que ha permitido avanzar con otras medidas, como la exclusión del lobo del Lespre, UPA ha aplaudido la decisión, reiterando las quejas de los ganaderos sobre la protección máxima de este depredador que, en su expansión, afecta notablemente a la ganadería, especialmente a la extensiva.
Las decisiones tomadas de espaldas al sector, como lo fue la protección máxima del lobo, terminan sin tener futuro
Desde la UPA argumentan que España debe hacer compatible la presencia de todas las especies con el desarrollo de actividades como la ganadería, que es un pilar de la cultura, la sociedad y la economía rural. En cuanto a la Ley de Prevención de Pérdidas de Desperdicio Alimentario, subrayan que su objetivo debe ser que todos los alimentos que se producen en el campo español lleguen a su destino: ser consumidos y no desperdiciados.
Debemos hacer compatible la reducción del desperdicio con la garantía de precios justos para los agricultores en todos los casos
UPA concluye así su declaración, reiterando el compromiso de la agricultura y ganadería familiar por una mayor sostenibilidad, y enfatizando que las pérdidas son un desenlace indeseado para el esfuerzo diario de su trabajo.