Más de 90 empresas e inversores destacados en Europa, incluyendo nombres como Iberdrola, Inditex y EDP, han urgido a los países de la Unión Europea a acelerar el proceso de descarbonización y a fijar un objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de al menos el 90% para el año 2040.
En una carta dirigida a los ministros de Medio Ambiente y Clima de la UE, así como al Consejo Europeo, la Comisión Europea y los miembros del Parlamento Europeo, estos líderes empresariales instan a establecer metas climáticas "sólidas" que ofrezcan "una dirección clara para intensificar las acciones y las inversiones destinadas a hacer la transición hacia modelos de negocio más sostenibles y a reducir nuestras emisiones rápidamente".
A este respecto, advierten de que el riesgo climático es "un riesgo económico y financiero", por lo que consideran que un respaldo de Bruselas a una reducción del 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero representa "un paso en la dirección correcta".
Entre los firmantes de la carta figuran el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, el director de Sostenibilidad de Inditex, Javier Losada, los consejeros delegados de EDF, Luc Rémont, y EDP, Miguel Stilwell d'Andrade; o del grupo Ingka (Ikea), Jesper Brodin, entre otros.
Este importante grupo de empresas e inversores unen así fuerzas en su reclamación a las instituciones europeas de cara al próximo 25 de marzo, cuando los ministros de Medio Ambiente y Clima debatirán en el Consejo el objetivo climático de la UE para 2040.
El pasado mes de febrero, la Comisión Europea propuso que la Unión Europea adopte como objetivo para 2040 este recorte neto de emisiones de CO2 del 90% con respecto a 1990. No obstante, la propuesta debe ser aprobada por los Estados miembros y el Parlamento Europeo.
Los firmantes de la misiva advierten de que el objetivo, y el clima en general, deben considerarse como un elemento "central" de la estrategia general de la UE para alcanzar estos objetivos.
A este respecto consideran que un objetivo de reducción de emisiones "sólido, respaldado por un paquete inteligente y coherente de políticas de apoyo", ayudará a descarbonizar las economías y garantizará que se "impulse la innovación, las oportunidades económicas y beneficios para la competitividad, al tiempo que aumentará la seguridad energética para los ciudadanos y las empresas".
Igualmente, ponen en valor que estas metas impulsarán la creación de puestos de trabajo de "alta calidad y el ahorro de costes que los ciudadanos esperan, con razón, al tiempo que mejorará la salud y el bienestar de sus ciudadanos".
Como principios necesarios para esta transformación económica que permita alcanzar el objetivo y una UE climáticamente neutra a largo plazo apuntan al desarrollo de una estrategia industrial integral, guiada por un enfoque de "sostenibilidad competitiva", así como una priorización de la mitigación.
Además, abogan por la aceleración de la transición, la eficiencia energética, la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, así como una inversión positiva para la naturaleza y el aprovechamiento del potencial de descarbonización de la economía circular.