La subida del IVA del 10% al 21% en las bebidas azucaradas y edulcoradas que pretende incluir el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado podría generar una caída en las ventas de este tipo de productos. Pero, ¿hasta qué punto? ¿Cuántos millones de euros podrían dejar de transferirse con esta decisión?
Según el informe realizado por PwC sobre fiscalidad y alimentación publicado este martes, el cual se ha elaborado a instancia de Aecoc, ACES, Anged, Asedas, Hostelería de España, Marcas de Restauración, Promarca y FIAB, esta subida del IVA podría generar una caída en las ventas de hasta 110 millones de euros y la pérdida de 2.000 empleos en España.
Estas cifras para el sector suponen “una regresión” que “entra en contradicción que había realizado el Ejecutivo en contra de aumentar las cargas impositivas impositivas en un momento delicado para la reactivación del consumo en nuestro país”. ¿Y quiénes serían los más afectados? Las rentas bajas.
Según los datos del informe de PwC, “los hogares con el nivel socioeconómico más bajo, cerca de 4,7 millones, suponen el 17% de la renta nacional y acabarían soportando el 22% de la recaudación del impuesto”. El motivo no es otro sino que a la hora de aprobar este impuesto hay que tener en cuenta que pagan lo mismo por él las rentas más altas que las más bajas.
Además, tal y como recuerda el estudio, esta medida no cambiaría los hábitos de consumo de la población española. “La obesidad, el sobrepeso y otras enfermedades están originadas por múltiples factores y no se pueden combatir con impuestos”, han señalado fuentes de la cadena alimentaria a PwC para el informe.
Según estos, “la evidencia científica basada en la experiencia de países que han implementado impuestos a alimentos y bebidas con el objetivo de mejorar la salud demuestra que la política fiscal utilizada para resolver el problema de la obesidad es limitada, inconcluyente e incluso lo han eliminado por los efectos negativos que tiene sobre la actividad económica, el empleo o la equidad”.