Capital analiza las previsiones de crecimiento de Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y Naciones Unidas para un año marcado por la pandemia, la inflación y la guerra
La salida de la pandemia y la reactivación de la economía hacía prever un escenario realmente positivo en cuanto a crecimiento se refiere. Sin embargo, la elevada inflación, la crisis energética, las nuevas variantes de la Covid-19 y, sobre todo, la guerra entre Rusia y Ucrania, han llevado, en las últimas semanas, a que los principales organismos internacionales se replanteen sus previsiones para este 2022.
El Banco Mundial ha sido uno de estos organismos que ha revisado sus previsiones a la baja, rebajando en dos décimas su previsión de crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) mundial para 2022, hasta situarlo en el 4,1%, según ha publicado en su informe 'Perspectivas económicas mundiales'.
“La economía mundial se enfrenta simultáneamente a la Covid-19, la inflación y la incertidumbre respecto de las políticas; el gasto público y las políticas monetarias se adentran en un territorio desconocido”, ha explicado el presidente del Banco Mundial, David Malpass.
Y es que, según se desprende del informe, "aunque se proyecta que la producción y la inversión en las economías avanzadas volverán a las tendencias previas a la pandemia el próximo año, en los mercados emergentes y las economías en desarrollo (MEED) se mantendrán muy por debajo de dichas tendencias".
En cuanto a la mayoría de las regiones de mercados emergentes y economías en desarrollo en 2022-23, según las previsiones, se volverá a las tasas promedio registradas en la década anterior a la pandemia, si bien este ritmo "no será suficiente para recuperar los retrocesos en la producción" durante la misma.
Por otro lado, según el informe de Banco Mundial, Europa y Asia central serán las regiones que más se acerquen a su trayectoria previa a la pandemia, mientras que Asia meridional será la que más se aleje de tal trayectoria.
De esta manera, según las proyecciones, Asia oriental y el Pacífico se desacelerará al 5,1 % en 2022 y aumentará ligeramente al 5,2 % en 2023; Europa y Asia central desacelerará al 3,0 % en el año 2022 y al 2,9 % en 2023; América Latina y el Caribe, un 2,6 % en 2022 para luego aumentar levemente al 2,7 % en 2023.
Por otro lado, Oriente Medio y el Norte de África acelerarán un 4,4 % en 2022 antes de atenuarse hasta el 3,4 % en 2023; Asia meridional se prevé que se acelere al 7,6 % en 2022 antes de atenuarse al 6,0% en 2023; y el África subsahariana acelerará ligeramente al 3,6 % en 2022 y volverá a aumentar al 3,8 % en 2023.
La visión del FMI y de Naciones Unidas
El Fondo Monetario Internacional (FMI) también ha corregido a la baja sus previsiones de crecimiento mundial para este año y 2023. De hecho, el organismo prevé que este se modere, a nivel mundial, de un 5,9% alcanzado en 2021 a un 4,4% en 2022. Es decir, 1,5% menos de lo que preveía el pasado mes de octubre.
La explicación la ofrecía a los medios la directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, quien señalaba que, en las últimas semanas, "el mundo ha experimentado una segunda gran crisis: una guerra encima de una pandemia", lo cual puede acabar con "gran parte del progreso realizado en los últimos dos años".
El FMI es, además, bastante claro: "el impacto de la guerra de Ucrania contribuirá a degradar este año las previsiones de 143 países, lo que representa el 86% del PIB mundial". Ante esta situación, "el único camino eficaz es la cooperación internacional".
También Naciones Unidas ha señalado esta desaceleración, siendo el organismo que peor perspectiva ofrece. “La presión adicional de los aumentos de precios está intensificando los llamados a una respuesta política en las economías avanzadas, incluso en el frente fiscal, lo que amenaza con una desaceleración más pronunciada de lo esperado”, dice el informe de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD).
En el documento, Naciones Unidas rebaja su previsión de crecimiento económico global para 2022 hasta el 2,6%, un punto menos (3,6%) de lo que había calculado hace seis meses, lo cual significa que en este periodo la economía mundial crecerá menos de la mitad que el año pasado, cuando el PIB global alcanzó un aumento del 5,6%.
Para la ONU, Europa será la más perjudicada de toda esta situación, ya que el informe de la UNCTAD le da una previsión de tan solo el 0,9%, 2,1 puntos por debajo de lo calculado el pasado mes de septiembre. América se desacelerará un 2,4%, Asia un 3,8% y África un 1,8%.