Más de la mitad de las empresas españolas, un 51%, advierten que tomarían medidas drásticas si se implementa una reducción de la jornada laboral, según revela el Barómetro ‘LaPymeHabla 2024’, elaborado por la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme). Las acciones contempladas podrían incluir el abandono de proyectos o la reducción del tamaño de la empresa. Esta preocupación se enmarca en un contexto más amplio de inquietudes sobre las políticas laborales del Gobierno, en particular, el posible encarecimiento del despido.
El estudio destaca que un abrumador 90% de las empresas reconoce un impacto negativo si se reduce la jornada a 37,5 horas, y un 25% de los encuestados menciona que esta reforma podría obligarles a realizar ajustes significativos. En particular, un 13,55% de las empresas afirma que podría comprometer su supervivencia, con consecuencias en el empleo.
La incertidumbre normativa se suma a las preocupaciones sobre el encarecimiento del despido
Junto a esto, un notable 62,84% de los empresarios considera las reformas recientes como perjudiciales para el empleo, y aproximadamente un tercio de los encuestados expresa su preocupación por el aumento de la incertidumbre normativa que afecta su operativa empresarial. Esta incertidumbre se acentúa con la nueva subida del salario mínimo interprofesional (SMI) y el incremento de las cotizaciones sociales, que se espera aumente los costes laborales ya elevados para 2025.
Valoración negativa de las políticas gubernamentales
Las políticas del Gobierno en relación a las empresas son vistas de forma negativa por el 92,7% de los encuestados. De ellos, el 85,86% opina que la incertidumbre actual perjudica sus negocios, manifestándose a través de la paralización de proyectos (26,86%), restricción en inversiones (31,12%) y dificultad en la toma de decisiones sobre el empleo (35,90%).
El clima de desconfianza hacia el futuro ha llevado al 80% de los empresarios a no prever un aumento en su plantilla para 2025, con un 17% que anticipa una reducción. Esto impacta en un objetivo crucial para muchas pymes: lograr el aumento en tamaño empresarial. Preocupantemente, más del 70% de los empresarios considera que la reducción de jornada y la subida del sueldo mínimo son las medidas del Gobierno que generan más inquietudes.
En el ámbito de las dificultades operativas, los costes laborales (67,01%), la dificultad para encontrar personal (55,84%), la inestabilidad política (55,32%) y los impuestos (49,61%) son factores que desincentivan la inversión y la adopción de nuevos proyectos.
La inestabilidad política está impactando en el negocio de las pymes
Según el presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, el barómetro evidencia que la inestabilidad política ha escalado a ser una de las principales preocupaciones de las pymes, algo que no había sucedido anteriormente. A su vez, el informe señala un aumento en la dificultad para cubrir vacantes, que ha pasado del 71,2% al 78,9%.
Pese a ciertos signos de mejora en la percepción macroeconómica, solo el 6,28% de los empresarios se muestra optimista sobre un aumento fuerte en sus ventas. Con la incertidumbre sobre el entorno normativo y el aumento de costes laborales, las pymes se encuentran ante la difícil situación de tener que cancelar o reducir inversiones. En este contexto, el 44,85% de las empresas ha optado por no trasladar los aumentos de costes a sus precios, afectando sus márgenes.