Los socios parlamentarios del Gobierno han instado este martes al Ejecutivo a llevar a cabo una reforma del sistema de acceso al bono social eléctrico y térmico. Esta reforma busca automatizar el acceso a estas ayudas, asegurando que lleguen a las familias más vulnerables y eliminando las barreras burocráticas actuales.
La propuesta fue presentada por el PNV y respaldada por formaciones como Sumar, Esquerra Republicana, Bildu y Junts, poniendo de manifiesto la necesidad de agilizar las ayudas a la factura de la luz. Actualmente, solo entre 1,5 y 1,6 millones de hogares se benefician del bono, muy por debajo de los cinco millones estimados que deberían acceder a este apoyo, según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y un informe conjunto de Esade y Oxfam Intermón.
En este sentido, la portavoz económica del PNV en el Congreso, Idoia Sagastizabal, ha señalado la urgencia de reformular los criterios que permiten que las familias numerosas accedan al bono social, evitando que las familias con ingresos superiores a los de un hogar vulnerable se beneficien de estas ayudas.
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Desde Junts, el diputado Josep Maria Cruset ha hecho hincapié en que la automatización del bono social debería ligarse al Ingreso Mínimo Vital y que el costo de vida del lugar de residencia se considere en el proceso de concesión. Además, ha cuestionado el acceso a este bono a través de las comercializadoras energéticas, defendiendo que en un mercado liberalizado no debería existir esa restricción.
Oskar Matute, de EH Bildu, ha coincidido en la necesidad de simplificar el acceso a estas ayudas, destacando que solo dos de cada diez personas que podrían optar a ellas lo hacen. Criticó que muchas familias de rentas medias y altas también están accediendo al bono de forma automática.
El diputado de Sumar, Eloi Badia, también ha mostrado su apoyo a la propuesta, abogando por ampliar la cobertura del bono social y avanzar hacia su automatización, mientras que Jordi Salvador, de Esquerra Republicana, ha calificado la iniciativa de insuficiente, señalando que el acceso a la luz, el gas y la calefacción se ha convertido en un privilegio.
Desde el PSOE, el diputado Amador Marqués Atés recordó que el bono social fue creado en 2009 por el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Afirmó que el Gobierno está trabajando en una estrategia nacional para combatir la pobreza energética.
Por otro lado, desde Vox, Juan José Aizcorbe criticó la propuesta del PNV, argumentando que podría excluir a muchas familias numerosas del acceso automático al bono. Aizcorbe propuso una enmienda para aumentar la ayuda en función del número de hijos, defendiendo que el sacrificio de los progenitores no debería ser penalizado.
La diputada del PP, Beatriz Álvarez Fanjul, calificó la iniciativa del PNV como un reconocimiento del fracaso de las políticas del Gobierno, argumentando que a pesar de la recaudación del Ministerio de Hacienda, que ascendió a 1.164 millones por el impuesto a las energéticas en 2024, las ayudas a los más vulnerables siguen siendo insuficientes.
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