La onza de oro troy, considerado el activo refugio por excelencia, ha experimentado un notable incremento en los últimos días, alcanzando este viernes un nuevo máximo histórico de 3.085 dólares. Esto representa una subida acumulada de casi un 2% en la semana, en un contexto marcado por las tensiones arancelarias globales y las continuas negociaciones para establecer una tregua en el conflicto en Ucrania. Durante la sesión de negociación, la cotización del oro llegó a dispararse casi un 1%
En términos de rendimiento a largo plazo, la onza de oro ha visto un crecimiento del 17% en lo que va de 2025, tras haber superado por primera vez la barrera de los 3.000 dólares el 14 de marzo. En 2024, se observó un auge del 27%, su mejor desempeño desde 2010, impulsado por las inestabilidades geopolíticas y las reducciones de las tasas de interés. Recientemente, los anuncios de nuevos aranceles por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, han influido notablemente en la subida del oro, que ahora se extiende a diversas industrias, incluyendo las importaciones de automóviles.
Se espera que esta calma tensa se prorrogue al menos hasta el 2 de abril
Los analistas de Banca March han resaltado una ralentización en los volúmenes de negociación en las principales Bolsas mundiales, ya que muchos inversores optan por esperar a ver los efectos de los aranceles que entran en vigor el 2 de abril. Este periodo de incertidumbre ha servido como una oportunidad para que los inversores refuercen sus posiciones en el metal precioso.
En el ámbito geopolítico, ha comenzado a regir un alto el fuego en las infraestructuras energéticas entre Ucrania y Rusia, pactado por Estados Unidos, aunque su cumplimiento ha sido problemático. Recientemente, el presidente ruso, Vladimir Putin, propuso sustituir a su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, por un gobierno temporal bajo la supervisión de la ONU y Estados Unidos, plan que ha sido rechazado por Washington.
En cuanto a la economía estadounidense, se espera la publicación de la inflación PCE de febrero, un indicador clave para la Reserva Federal (Fed) en la formulación de su política monetaria. Clásicamente, la relación entre el oro y el dólar es inversa; así, cuando disminuyen los tipos de interés, el precio del oro tiende a aumentar, lo que hace que se necesiten más dólares para adquirir lingotes.
Desde el estallido del conflicto palestino-israelí el 7 de octubre de 2023, la cotización del oro ha crecido un 68%. A principios de diciembre de 2023, el precio del oro superó los 2.100 dólares, alcanzando un máximo de 2.450 dólares en mayo de 2024. La tendencia alcista ha continuado durante el verano, impulsada por las expectativas de recortes en las tasas de interés por parte de los bancos centrales. Desde finales de junio de 2024, se ha registrado una subida del 30%.
Históricamente, el oro ha demostrado ser un refugio seguro en tiempos de crisis. El último máximo antes de esta tendencia fue de 2.063 dólares en mayo de 2023, debido a las tensiones en Ucrania y la crisis en el sector bancario estadounidense. Hace cinco años, durante el estado de alarma por la pandemia, la onza de oro se cotizaba a aproximadamente 1.500 dólares, lo que evidencia un notable duplicado de su valor en este periodo.