España se posiciona como uno de los destinos atractivos de Europa para las empresas chinas en los últimos años; invirtiendo significativamente en sectores estratégicos como la automoción, la tecnología y las energías renovables. Uno de los proyectos más relevantes es el de Envision, un gigante chino del sector de las energías renovables.
En concreto, la compañía ha elegido la región de Extremadura para establecer una de sus mayores inversiones en Europa, una gigafactoría de baterías de litio en Navalmoral de la Mata, que contará con una inversión de 1.000 millones de dólares, el equivalente a 906 millones de euros, y la creación de más de 3.000 empleos. El objetivo en concreto es levantar una planta de electrolizadores de hidrógeno en España. Con esta iniciativa, se refuerza la posición del país en este sector mediante la creación del primer parque industrial de hidrógeno verde y tecnologías net zero de Europa.
Pero no es la única empresa china con planes en España. Uno de los desembarcos más destacados ha sido el de Chery, de la mano del mítico fabricante español Ebro. En abril, Chery y Ebro suscribieron un convenio para fabricar 50.000 automóviles al año para el 2027 en las instalaciones previas de Nissan en la Zona Franca de Barcelona, con la expectativa de aumentar esta cifra a 150.000 vehículos para el 2029.
Inicialmente, el proyecto implica la contratación de alrededor de 150 empleados, quienes actualmente se encuentran en proceso de formación. Sin embargo, se espera restablecer hasta 1.250 puestos de trabajo en total. De esta manera, se completa el proceso de revitalización de la planta, el cual comenzó en diciembre de 2021, tras la salida de Nissan de las instalaciones.
También otros fabricantes chinos como SAIC Motor y Hunan se encuentran en negociaciones con el gobierno español para establecer fábricas de automóviles eléctricos en el país, consolidando la posición de España como un hub estratégico en la movilidad eléctrica en Europa.
La propia MG, propiedad del conglomerado SAIC y que ha irrumpido con mucha fuerza en España gracias al modelo ZS, lleva tiempo estudiando si imitar la estrategia de Chery y su asociación con la marca Ebro.
El sector de la automoción, que ha sido tradicionalmente una de las principales áreas de interés para la inversión china, sigue atrayendo a grandes fabricantes del gigante asiático. Otro ejemplo es Leapmotor, una empresa especializada en vehículos eléctricos, que ha entrado en el mercado español a través de una alianza con Stellantis, uno de los conglomerados automovilísticos más importantes del mundo. Así, Leapmotor comercializará sus coches eléctricos en España y otros países europeos, en un momento en que la demanda de este tipo de vehículos está en auge debido a las políticas de sostenibilidad y la transición hacia energías limpias.
Además de los sectores automotriz y energético, el comercio minorista es otra área donde las empresas chinas han visto un gran potencial en España. Alibaba, el gigante del comercio electrónico, ha establecido una presencia sólida en el país, con tiendas físicas y plataformas online que facilitan el acceso de los consumidores españoles a productos chinos. Su plataforma AliExpress, en particular, ha ganado popularidad en los últimos años, convirtiéndose en una opción competitiva frente a otros gigantes del comercio electrónico. Asimismo, Shein, la marca china de moda de bajo costo, ha abierto tiendas en Madrid y Barcelona, consolidando su presencia en el país y reforzando su estrategia de expansión en Europa.
Sin embargo, no todo ha sido un camino de crecimiento continuo. Aunque las inversiones chinas en España han sido importantes en la última década, en los últimos años ha habido una ralentización en algunos sectores, como el inmobiliario y el ocio. Según datos oficiales, las inversiones chinas en 2022 alcanzaron solo 49 millones de euros, una cifra muy por debajo de los más de 3.000 millones invertidos en 2017.
A pesar de esta ralentización en ciertos sectores, la presencia china en España sigue siendo significativa y está en constante evolución. Según un informe del ICEX, el 65% de las empresas chinas establecidas en España lo hicieron entre 2010 y 2020, con una gran concentración en Madrid y Cataluña. Estas empresas operan en una variedad de sectores, desde el transporte y la logística hasta la banca y las telecomunicaciones, y un 34% de ellas invierten activamente en investigación y desarrollo (I+D), lo que refuerza la visión de España como un centro para la innovación.
A pesar de algunos retrocesos en ciertos sectores, el interés por parte de las empresas chinas sigue siendo alto, especialmente en áreas relacionadas con la sostenibilidad y la tecnología. España, con su entorno favorable para la innovación y su posición estratégica en Europa, continúa siendo un destino atractivo para el capital chino, lo que sugiere que esta tendencia de colaboración económica podría seguir creciendo en el futuro próximo.