En mayo, la tasa de inflación en la zona euro alcanzó el 2,6% anual, lo que representa un aumento de dos décimas respecto al incremento de precios observado en abril, según la segunda estimación publicada por Eurostat, la oficina de estadísticas de la comunidad. Así, la inflación anual en la eurozona experimentó su primer aumento desde diciembre de 2023, situándose en su nivel más alto desde febrero pasado. En el conjunto de la Unión Europea (UE), la inflación anual se situó en el 2,7% en el quinto mes del año, una décima más que en abril.
El incremento de la inflación en la región del euro fue impulsado por un aumento del 0,3% en el costo de la energía, después de haberse reducido un 0,6% anual en abril, mientras que los alimentos frescos subieron un 1,8%, seis décimas más. Asimismo, los bienes energéticos no industriales aumentaron un 0,7% en mayo, dos décimas menos que el mes anterior, pero los servicios subieron un 4,1%, frente al 3,7% de abril, alcanzando su mayor nivel desde octubre de 2023.
Al excluir el impacto de la energía, la tasa de inflación subió al 2,8%, una décima más que en abril, y al excluir también alimentos, tabaco y alcohol, la tasa subyacente se elevó al 2,9% desde el 2,7%. Entre los Veintisiete, las tasas de inflación anual más bajas se registraron en Letonia (0%), Finlandia (0,4%) e Italia (0,8%), mientras que las más altas se observaron en Rumanía (5,8%), Bélgica (4,9%) y Croacia (4,3%).
En comparación con abril, la inflación anual disminuyó en once Estados miembros, se mantuvo sin cambios en dos y aumentó en catorce. En el caso de España, la tasa de inflación armonizada alcanzó el 3,8% en mayo, cuatro décimas más que en abril, ampliando a 1,2 puntos porcentuales la diferencia de precios desfavorable para el país en comparación con el promedio de la eurozona.