La escalada de la guerra comercial impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, podría generar consecuencias negativas para el país y su calificación crediticia, según advierte Eiko Sievert, analista de la agencia Scope Ratings. Este impacto se espera sobre la inflación y el crecimiento económico, mientras que la deuda pública estadounidense sigue en una trayectoria que se considera insostenible a largo plazo.
Sievert señala que, aunque los aranceles que se han impuesto pueden ser percibidos como un factor negativo para el rating soberano de EE.UU., existen otros elementos interrelacionados que serán cruciales en los años venideros. La posibilidad de cambios abruptos en la política comercial estadounidense añade un grado significativo de incertidumbre a las previsiones actuales.
La intensificación de las tensiones comerciales alimentadas por Trump aumentará la inflación, ralentizará el crecimiento económico y provocará ajustes en las cadenas de suministro globales
La calificadora ha ajustado su previsión de crecimiento para EE.UU. en 2025 a aproximadamente un 1%, un descenso notable respecto al 2,7% estimado en diciembre, y a un rango del 1,5% al 2% para 2026, inferior al del 2,2% anterior. Este descenso contrasta con el crecimiento promedio del 2,7% registrado en los últimos tres años.
Además, Sievert advierte que los déficits fiscales en EE.UU. serán elevados y persistentes en los próximos cinco años, con expectativas de que la relación deuda/PIB aumente del 121% en 2024 a entre el 130% y el 140% en 2029, superando las proporciones de otros países comparables.
Si el incremento en los ingresos públicos se destina a financiar los recortes fiscales prometidos, sigue sin estar claro cómo podría mejorar significativamente la trayectoria fiscal de EE.UU. a corto plazo
A pesar del deterioro en las perspectivas fiscales, la agencia reconoce que EE.UU. mantiene importantes fortalezas crediticias, como la posición del bono estadounidense como activo seguro a nivel global y la presencia del dólar como moneda de reserva mundial. Estos factores podrían mitigar los riesgos de sostenibilidad de la deuda a largo plazo.
Finalmente, Sievert apunta que los planes de desregulación del presidente Trump podrían favorecer el crecimiento en ciertos sectores a corto plazo, aunque también incrementan los riesgos a medio y largo plazo, particularmente en el sector financiero. La calificación ‘AA’ con perspectiva negativa refleja desafíos persistentes, entre ellos la creciente polarización política y problemas de gobernanza que están afectando a la salud financiera del país.