La Ley de Reciprocidad Comercial de Brasil ha entrado en vigor, lo que permite al Ejecutivo del país adoptar medidas comerciales contra naciones y bloques que impongan barreras unilaterales a sus productos. Esta legislación se implementa como respuesta al reciente conflicto comercial iniciado por Estados Unidos. La iniciativa fue sancionada el pasado viernes por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Con esta nueva ley, el gobierno brasileño tiene la capacidad de incrementar las tasas de importación a productos de aquellos países que «impacten negativamente en (su) competitividad internacional» o que «interfieran en (sus) opciones legítimas y soberanas». La ley surge en un contexto de escalada de la guerra comercial impulsada por el expresidente Donald Trump, y permite a Brasil ignorar ciertas directrices establecidas por la Organización Mundial del Comercio (OMC), que restringen la posibilidad de imponer aranceles diferenciados a miembros de bloques económicos.
Además, la ley estipula que cualquier respuesta comercial debe ser «proporcional al impacto económico» ocasionado por la otra parte. Este texto fue aprobado unánimemente por el Congreso el 2 de abril, justo en el momento en que Estados Unidos impuso aranceles del 10% a las importaciones, los cuales entraron en vigor apenas tres días después. A inicios de este mes, el Ejecutivo brasileño también planteó la posibilidad de presentar una demanda ante la OMC, tras el anuncio de nuevos aranceles del 25% al acero y el aluminio, dos metales de los que Brasil es el tercer mayor exportador a Estados Unidos.
Las guerras comerciales no tienen ganadores
Durante la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), celebrada en Honduras, Lula expresó su crítica hacia las políticas comerciales de su homólogo estadounidense, subrayando las complicaciones que conlleva la actual dinámica comercial internacional.
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