Aunque el ejecutivo explica que la reforma tarifaria persigue la eficiencia energética, asociaciones como OCU y Facua se muestran en total desacuerdo con el cambio. Denuncian, por ejemplo, que el tiempo de descanso del consumidor es, precisamente, el más barato y advierten de que la nueva factura no ayudará a las familias realmente vulnerables.
De pagar facturas todos los meses no hay quien se libre, pero, ¿entendemos realmente todo lo que pagamos? La ‘nueva factura’ de la luz, diseñada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), es una reforma que busca más eficiencia a nivel energético, sin embargo, no todo el mundo está de acuerdo con las modificaciones. Las críticas más extendidas llegan por parte de OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) y de Facua (Federación de Asociaciones de Consumidores y Usuarios de Andalucía), quienes han publicado su visión en sus respectivas webs.
Lejos de abaratar el precio de la factura del ciudadano medio, el ejecutivo explica que este cambio busca incentivar el traslado del consumo eléctrico desde las horas de más demanda eléctrica a tramos en los que otras redes están menos saturadas. El objetivo es, en realidad, contribuir a la descarbonización de la economía con los sistemas eléctricos que vienen para quedarse.
¿En qué momento llega el cambio?
Este mayo ha sido el más caro de la historia debido a la subida interanual del 45,4% en el recibo de la luz del usuario medio, que ha alcanzado los 82,13 euros, casi 26 euros más que el año pasado. Según el análisis de FACUA-Consumidores en Acción sobre la evolución de las tarifas semirreguladas (PVPC) realizado por la Facua, el precio del kW/h ha superado los 17 céntimos. Según la asociación, la de mayo es “la cuarta factura más elevada a nivel histórico, tras los 88,66 euros del primer trimestre de 2012, los 87,81 euros de enero de 2017 y los 83,55 euros de septiembre de 2018”.
¿Cómo es la nueva factura de la luz?
Tras diferentes aplazamientos, este martes 1 de junio entra en vigor la nueva factura de la luz, una reestructuración tarifaria que afecta por igual a todas las compañías. El cambio, aprobado en abril por Teresa Ribera, vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica, pretende mejorar la eficiencia energética y fomentar el ahorro y las alternativas renovables.
En pocas palabras, la nueva tarifa discrimina el precio según tres tramos horarios (punta, llano y valle) para la parte regulada del recibo según la energía consumida. Es decir, aumenta la diferencia de precios entre los periodos horarios de punta y valle, tanto de potencia como de energía. Uno de los logros es, por ejemplo, la facilidad de la recarga nocturna del vehículo eléctrico.
La nueva factura de la luz incorpora dos cambios sustanciales: por una parte, la reducción del precio fijo de la tarifa y el aumento de la variable; por otra, la aplicación de tres periodos de energía, que fija las horas valle -las más baratas-, entre las 00:00 y las 08:00, fines de semana y festividades nacionales y dos posibles potencias a contratar, con dos tramos de precios distintos.
Así, a partir de ahora, la parte regulada se bifurca en dos conceptos que representan más de la mitad de la factura final, un 55%. Se trata de los conocidos peajes (el pago de las redes de transporte y distribución, que depende directamente de la CNMC) y los cargos, definidos por el ejecutivo y que retribuyen las primas a las antiguas renovables, los sistemas extrapeninsulares y las anualidades para pagar el déficit de la tarifa.
¿Cómo se puede ahorrar con las nuevas tarifas?
Modificando nuestros hábitos de consumo. La clave es concentrar el consumo en las horas valle y evitar las horas punta. A grandes rasgos, se trata de aprovechar el fin de semana y las horas con menos demanda para que la factura de la luz no se dispare.
A partir de ahora, la hora punta es de 10 a 14 horas y de 18 a 22 horas -un 95% más caro que el valle-; el llano, de 8 a 10 horas, -un coste intermedio, un 25% más barato que en hora punta- de 8 a 10 horas; de 14 a 18 horas y de 22 a 24 horas. La tarifa valle, la más barata, abarca desde las 00 hasta 08 horas, todas las horas del fin de semana y los festivos nacionales.
Las horas valle a la semana suponen el 52% del total, así que la previsión es que gran parte del consumo siga haciéndose en ese tramo horario.
¿Hay cambios en la potencia contratada?
No. Todos los consumidores mantendrán su potencia actual, aunque la CNMC insiste: es importante tener en cuenta los diferentes tramos horarios. Recomiendan bajar la potencia en la hora punta y aprovechar el tramo valle, 1,42 euros por kW contratado.
¿Este cambio solo beneficia a los hogares?
Según empresas del sector, para los conductores de coches eléctricos, el cambio es una “gran oportunidad”, tendrán a su disposición dos potencias distintas al día y ahorrarán si desplazan la carga del vehículo a las horas más baratas. Igual sucederá con los cambios de autoconsumo eléctrico, ya que pagarán menos en la factura y amortizarán la inversión en mucho menos tiempo.
La aplicación del cambio variará según la regulación de la tarifa de cada cual, en base a la cantidad de potencia contratada. Será automático si en el caso del PVPC, como en la mayoría de hogares españoles, donde la potencia contratada alcanza hasta 10 kW. Los consumidores en el mercado libre, por su parte, tendrán que esperar la gestión de la variación del componente regulado de la factura por parte de las compañías eléctricas. En este caso, aunque todas deben asumir el cambio en la factura, tienen libertad para aplicar estos nuevos tramos horarios o mantener la situación anterior. Es una de las cuestiones que preocupan a OCU.
Descontento: OCU o Facua
Por su parte, OCU tacha de “importantes y controvertidos” los cambios de la nueva factura. En su página web, explican que se trata de “un momento que aprovechan la mayoría de comercializadoras para actualizar sus precios y, en general, incrementarlos: de hecho, detectamos subidas de hasta el 27% en las tarifas de electricidad de junio”. Entre otras cuestiones, señalan que “prevalecen las subidas”, ya que la nueva tarifa se traduce en bajadas de precio “muy poco apreciables”. En cuanto a la notificación al respecto, OCU señala que el comportamiento de cada compañía es distinto. Una de las herramientas que proponen es un comparador entre las diferentes tarifas de suministro, para que sea el usuario quien localice la oferta que mejor se le acopla.
Por su parte, Facua considera que “pedir que se desplace el consumo eléctrico a la madrugada es denigrante para los consumidores más vulnerables, denuncia la asociación, que critica que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) esté promoviendo fórmulas de supuesto ahorro, como planchar la mitad de las veces en el horario menos caro, relegado al tramo de 00.00 a 8.00 horas de lunes a viernes y todas las horas de sábados, domingos y festivos nacionales”. En su página web, la asociación explica que no se puede hacer responsable al consumidor de que su factura de la luz es cara porque no ha planchado o puesto las lavadoras, lavavajillas y secadoras en los horarios más económicos, ya que estos periodos precisamente coinciden con los momentos que deberían dedicarse al descanso.