La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha proyectado que la inflación en España seguirá una tendencia descendente a lo largo de este año. Esta afirmación se fundamenta en que la inflación subyacente ya se encuentra por debajo de la inflación general, situándose en un 2,6% frente al 2,8% de la general, según datos confirmados de diciembre de 2024.
No obstante, la patronal ha emitido un aviso en un comunicado, enfatizando que esta evolución dependerá del ritmo de reversión de las medidas antiinflacionarias que el Gobierno ha puesto en marcha, así como de los precios de las materias primas en los mercados internacionales. En este sentido, CEOE ha señalado que el dinamismo de la demanda en los servicios, combinado con el aumento de los costes de producción, incluidos los salariales, podrían obstaculizar la contención de los precios en un horizonte de medio plazo.
Reversión de medidas fiscales y su impacto
La organización empresarial también ha aclarado que parte del incremento de la inflación registrado al final de 2024 se debe a la reversión de algunas medidas de reducción de impuestos que el Gobierno adjudicó, en su momento, para moderar la inflación. Si los impuestos se hubieran mantenido constantes en comparación con 2023, se estima que el aumento del Índice de Precios al Consumo (IPC) habría sido del 2,4%, en lugar del 2,8% que se ha observado.
Asimismo, CEOE ha informado que, en enero, se prevé que el IVA de la electricidad regrese a su tasa del 21%, frente al 10% actual, lo que tendrá un impacto evidente en la evolución del IPC. Además, se ha advertido sobre un ligero empeoramiento en la competitividad precio de España, dado que el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) de diciembre se situó cuatro décimas por encima de la inflación promedio en la Unión Económica y Monetaria (UEM).