supermanes capaces de liarse la manta a la cabeza, abandonar a sus jefes y montar una empresa con la intención de superar todas las adversidades y salir adelante. Son gente de otra pasta. Pero lo más curioso es que la procedencia de muchos coincide. Existen unas ramas de conocimiento que son un caldo de cultivo perfecta para generar autónomos. Descúbrelas. [nextpage]
Arquitectura y construcción
Nada más y nada menos que el 27,5% de los titulados universitarios en materias relacionadas con la arquitectura o la construcción acaban dándose de alta en la Seguridad Social como autónomos al pasar cuatro años de finalizar sus estudios. Así lo asegura un informe elaborado por la Conferencia de Consejos Sociales, que analiza lo que ocurre con los universitarios una vez terminado su paso por los centros de enseñanza superior. Dentro del campo de conocimiento mencionado, destaca el de los arquitectos, con un porcentaje que, en su caso, llega al 48,1% de autónomos. ¿Conclusión? Los arquitectos son necesarios pero las empresas solo los quieren para el inicio de los proyectos. Por eso prefieren que sean externos.
Veterinaria
Las mascotas están de moda. Raro es salir a la calle y no cruzarse con el típico perro (u otros animales mucho más exóticos) saliendo de paseo con sus dueños. Para cuidar de todos esos otros miembros de la familia están los veterinarios, que no dudan en abrir clínicas por todos los sitios. El resultado es que muchos de ellos se convierten en autónomos. El porcentaje exacto es el del 26,4% de los titulados universitarios tras cuatro años desde que finalizaron los estudios. Un número que va en aumento. Ser autónomo es la salida natural de muchos de estos titulados.
Agricultura, ganadería y pesca
Aprender titulaciones relacionadas con el campo o el mar, como son la agricultura, la ganadería o la pesca implica, en muchos casos, obtener un pasaporte para convertirse en autónomo. Aunque eso depende del grado que se curse. Quizá por ello, solo el 17% de los egresados universitarios están dados de alta como autónomos en la Seguridad Social, tras pasar cuatro años desde la finalización de sus estudios. La gran mayoría en explotaciones agrícolas o ganaderas, que estos emprendedores levantan por sí mismos y que revitalizan zonas rurales de economía deprimida.
Artes
Estudiar para cualquier materia relacionada con la cultura, como director de cine, actor, ingeniero de sonido, etc., también es un caldo de cultivo perfecto para la generación de emprendedores capaces de ser sus propios jefes. El porcentaje en concreto asciende al 16,7% tras pasar cuatro años desde la finalización de los estudios. Y tiene toda la lógica del mundo. Los artistas, sean de la especialidad que sean, suelen ser personas a las que se les contrata por un trabajo determinado. Una vez que se ha terminado, las empresas prescinden de ellos. Su objetivo es sobrevivir y que los encargos no dejen de llegar nunca.
Derecho
Los abogados tampoco tienen derecho a vacaciones pagadas. Al menos así les ocurre al 15,6% de los mismos, que son los que se marchan de los bufetes y para crear sus propios despachos. Este dato resulta llamativo, ya que si en profesiones como las relacionadas con la arquitectura es normal la elevada tasa de empleados por cuenta propia, en el mundo de la justicia no se esperaba. Pero el porcentaje es el que hemos comentado. Al menos así lo asegura el informe elaborado por la Conferencia de Consejos Sociales.
Salud
Si ya resultaba llamativo que el mundo de la abogacía estuviera plagado de autónomos, todavía sorprende más que algo tan delicado como la salud también se tire de esta figura laboral. El porcentaje de titulados universitarios que se han convertido en autónomos tras pasar cuatro años desde la finalización de sus estudios es del 15,3%. Este dato se explica por el alto número de empleados por cuenta propio que se dan en especialidades como la odontología (66,7% a los cuatro años y 75,9% de afiliación habitual) y podología (60,1% y 79,1%, respectivamente).
Ciencias sociales y del comportamiento
Esta rama de conocimiento abarca titulaciones tan diversas como Antropología, Historia, Geografía, Economía Psicología Social, Sociología, Politología, Ciencias relacionadas con el sistema cognitivo humano, Lingüística, Psicología, Ciencias relacionadas con la evolución de las sociedades, Arqueología, Demografía, Ecología humana, etc. Un océano de materias diversas a las que las une que el 13,2% de sus titulados acaban formando parte del colectivo de autónomos. El porcentaje quizá no parezca muy llamativo pero conviene recordar que estamos en España. Un país donde trabajar por cuenta propia no está de moda. La mejor prueba es que solo el 10,3% de los titulados universitarios acaban siendo autónomos tras cuatro años desde el momento de finalizar los estudios.
Periodismo e información
El porcentaje de plumillas o juntaletras que son autónomos tras la finalización de sus estudios universitarios es del 11,6%. Pero este dato tiene visos de ir creciendo con el tiempo. La profesión de periodista tiende a ir hacia empresas más pequeñas estrechamente vinculadas a Internet en las que se cuenta con redacciones muy pequeñas y un elevado número de colaboradores o freelance. Y qué decir de los fotógrafos. Pocos tienen contrato en vigor con un gran medio. Por norma general, son autónomos que se buscan la vida tratando de vender sus instantáneas a cualquier que se muestre interesado en comprárselas.
Humanidades
Filosofía, Filología, Historia, Geografía, Literatura, Derecho, Economía, Artes... Todas estas materias forman parte de lo que los expertos llaman Humanidades. No existe un consenso total sobre este tema. Lo que sí que es una realidad es que cualquiera de estos estudios trae de serie un porcentaje de autónomos del 11,3%, superando por un punto la media nacional de empleados por cuenta propia a los cuatro años de concluir los largos estudios universitarios. En el futuro se espera que estos porcentajes se sigan incrementando, ya que se tiende a un futuro donde el contrato indefinido es más complicado de obtener.