Meliá Hotels es la única compañía hotelera del Ibex35. Como el resto del sector, disfruta de cifras récord, lo que también introduce ciertos desafíos, como la huella ecológica o la masificación. Gabriel Escarrer Jaume, presidente y director general de la compañía, además de máximo dirigente de la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur). En su opinión, el crecimiento del turismo se tiene que limitar, sobre todo en lo referente al alquiler turístico. Atiende a Capital antes de la participación en un evento en el que Arabia Saudí celebra los 100 millones de turistas en 2023, un hito para el país.
Las cifras de 2023 dejan un récord para el turismo. ¿Cómo valora ese récord? ¿Cree que 2024 podrá superarlo?
Para nosotros no hablaría de año récord, sino de un año muy bueno. En las cifras que hemos presentado de 2023 aún estamos un 4% por debajo de la ocupación que tuvimos en 2019. Uno de cada 3 países aún no ha llegado a las cifras de visitas prepandemia. Hay una zona que aún está muy afectada, que es el sudeste asiático. Los cuatro mercados emisores principales han sido probablemente los que más restricciones han tenido, que son China, Japón, Corea del Sur y Australia. Aún falta que esta gente siga saliendo con las mismas ganas que hacía antes de la pandemia. Pero, sin duda, ha sido un año muy bueno.
En 2024, las estadísticas de IATA pronostican un crecimiento del 7% en el número de viajeros a nivel mundial. Mucho de ese crecimiento se va a dar gracias a esos lugares del mundo. Por tanto, diría que si las cosas no se tuercen, y de momento no estamos vislumbrando ningún síntoma de desaceleración en la demanda, 2024 debería ser mejor que el 2023.
Siguiendo en esta línea, hemos visto en España datos nunca vistos de turistas extranjeros y de gasto.¿Cómo es la valoración a nivel general?
Siempre estoy diciendo a los políticos que no miremos en el número de visitantes. El número de visitas está bien, pero lo más importante es el dispendio, el gasto que hacen esos turistas. Y sobre todo, qué tipo de turismo queremos. El turismo de sol y playa es necesario, pero no suficiente y tenemos que saber diversificar con otros tipos de mercados que busquen ofertas culturales, gastronómicas, medio ambiente...
Es importante romper los 87 millones de turistas, pero también lo es el dispendio que hacen y eso es lo que España debe buscar como país. Debe buscar un turismo mejor como país, de mayor poder adquisitivo y mayor valor añadido.
Desde el punto de vista económico y medioambiental, ¿es sostenible que el sector siga creciendo año a año?
Te diría que hay muchos países a los que les irá bien ese crecimiento, pero en España hay que poner límites a ese crecimiento. No se trata de crecer por crecer, sino qué tipo de turismo queremos. Uno que sea empático con el destino. Que busque criterios sostenibles y medioambientales. El problema es que la capacidad hotelera en España ha crecido muy poco en los últimos veinte años. Ha habido un incremento desmesurado en el alquiler vacacional o alquiler turístico.
No estoy en contra del alquiler turístico o vacacional, pero sí creo que hay que poner límites porque ha crecido más en los últimos seis años de lo que ha crecido en España la hostelería en los 65 años previos. Y segundo, estoy en contra del alquiler turístico vacacional ilegal y hay muchas plataformas donde más de dos tercios de los que comercian no tienen licencia de actividad.
Para mí, hay que poner coto a esto porque está generando masificación en algunos lugares, especialmente en el centro de las ciudades. El tener que estar interactuando constantemente con extranjeros hace que se pierda ese sentido de identidad y se conviertan las ciudades en auténticos parques temáticos. Lo que busca un turista cuando va al Mercado de la Boquería en Barcelona es interactuar con los locales, no que esté lleno de turistas que lo único que hacen es hacer fotos y no compran en ese mercado.
Echando un vistazo al contexto político. ¿Cree que desde la Administración se está facilitando la actividad empresarial, tanto en el turismo como en el resto?
No diría que se está facilitando, pero tampoco se están poniendo barreras. Tenemos la oportunidad de abordar la masificación que generan los alquileres turísticos ilegales. Eso es lo que deberíamos abordar lo antes posible para marcar qué modelo queremos. Hemos perdido una oportunidad tremenda bajo la presidencia de España de la Unión Europea.
El otro tema son los fondos Next Generation. No entiendo cómo el sector turístico, que ha sido el más castigado por la pandemia, no tiene un PERTE que nos asegure la competitividad a medio y largo plazo de los destinos maduros. España fue pionera en desarrollar un turismo de sol y playa en los años 60 y 70 y hay muchos modelos maduros que seguro que pueden competir para los próximos 20 años.
"2024 debería ser mejor que 2023"
Eso no se ha hecho y siempre me he quejado de la falta de visión y de prioridad de todos los gobiernos y del último sin lugar a dudas. Como el turismo va bien, no le prestamos atención. Le prestamos más atención a los que van mal, pero no nos estamos asegurando de maximizar el potencial de esta industria tan buena que hace que España sea el país más competitivo en turismo del mundo. No lo digo yo, lo dice el Fondo Monetario Internacional.
En cuanto a los apartamentos turísticos, hemos visto diferentes legislaciones en ciudades como Nueva York o aquí en Europa. ¿Cuál es el modelo de legislación ideal frente a este problema?
El problema es que las competencias están transferidas a las comunidades autónomas. Y en términos de urbanismo, hay leyes estatales y autonómicas, así que es muy difícil que nos pongamos de acuerdo, pero sí es importante que definamos como país qué tanto por ciento queremos de alquiler turístico queremos en el desarrollo de nuestro modelo.
En ese sentido tenemos que observar qué contribución se hace a la sociedad. Cada habitación de hotel genera tres puestos de trabajo directos y 1,8 indirectos. Además de esto, yo estoy pagando todo tipo de impuestos, me aseguro de cumplir con la legislación vigente en materia laboral, higiénico sanitaria, etc. Me atrevería a decir que los alquileres turísticos no lo hacen. La colaboración público privada se tendría que encargar de fijar esto.
No es lógico que llenemos el centro de las ciudades en viviendas de alquiler vacacional porque desplazamos al residente natural y creamos el problema de la gentrificación. Encarecemos los alquileres y se pierde la identidad de ese casco histórico. Transformamos el comercio tradicional por bares de tapas que hace más incómodo si cabe vivir en estos lugares. Eso para mí es el problema que tiene España y debe abordarlo lo antes posible.
Una de las cosas de las que más se habló el año pasado fue de la Inteligencia Artificial. ¿Cómo puede afectar al sector turístico?
Creo que puede afectar de cara a entender las tendencias, ver lo que quiere el cliente y hacerle una oferta a medida. Lo que no va a poder hacer es la sensación de tomar el sol, o bañarte en una playa fantástica, estar en un museo experimentando una obra de arte. Ayudará a ser más selectivos, a priorizar tus días y a marcar un itinerario más acorde a mis necesidades y gustos. Va a variar el pre-viaje, pero las ganas de viajar y la sensación de sentir el sol en la cara o meter los pies en el mar, eso nunca podrá sustituirlo la Inteligencia Artificial.
"El turismo de sol y playa es necesario, pero no suficiente y tenemos que saber diversificar"
¿Qué otras tendencias tenemos que observar en el sector turístico? ¿Cree que destinos como Arabia Saudí pueden competir con España o Francia?
Cada país tiene que ofrecer sus ventajas, lo que le hace único. España, Francia e Italia tienen una combinación muy potente con su patrimonio cultural, gastronomía, forma de vivir, su dieta mediterránea, infraestructuras, seguridad, sol y playa. Es una combinación muy poderosa.
Arabia Saudí tiene mucho que hacer porque además de su patrimonio histórico tiene otros desarrollos en el Mar Rojo y en eso puede competir con Egipto y otros lugares. La apuesta de Arabia Saudí es ofrecer ese patrimonio cultural fantástico, similar a la zona de Petra, además de unas playas vírgenes que tienen que desarrollarse, en lo que tardará unos años, y una seguridad de las mejores del mundo.
Ahora bien, hay otros factores que harán que España, Italia y Francia sigan siendo agentes claves a nivel mundial.
Más allá de los que hemos comentado, ¿cuáles son los grandes desafíos que tiene el turismo en España?
El mayor es tener mano de obra, no solo cualificada sino en general. Después del covid, muchos empleados de este sector huyeron ante la incertidumbre y la invisibilidad de cuándo se iba a retomar la actividad. Se pasaron a otros sectores y, tras la recuperación, teníamos dificultad para cubrir las plazas de trabajo que teníamos. Diría que es algo coyuntural, pero nos está costando encontrar mano de obra cualificada. Este es uno de los mayores retos que tiene el sector. En algunos países es más grave la situación que en otros, pero diría que es uno de los retos junto a la sostenibilidad y a la masificación.
¿Qué autocrítica puede hacer el sector frente a este problema?
Está demostrado que los convenios de hostelería están muy por encima de muchos otros convenios del sector comercio, por ejemplo, además de otros sectores. No creo que la oferta salarial sea mala. Es verdad que hay otros temas relacionados, intrínsecos del sector. Por ejemplo, en julio y agosto es cuando más trabajadores necesito. La juventud quiere estar de vacaciones, lo mismo que pasa en fin de semana, que es cuando más llenos tengo mis hoteles.
"Siempre me he quejado de la falta de visión y de prioridad de todos los gobiernos y del último sin lugar a dudas"
No solo es el tema salarial, en el que creo que no somos malos, más bien al revés. Es una industria con mano de obra intensiva en periodos vacacionales y cuesta atraer a la juventud a nuestro sector. Estamos haciendo fórmulas más flexibles, para que la gente pueda partir turnos, o que pueda trabajar menos horas. Estamos viendo diferentes alternativas para asegurarnos que somos atractivos de cara a los empleados.
¿Cuáles son los planes a corto plazo de Meliá?
Queremos seguir con ese crecimiento cualitativo. Estamos abriendo una media de 28 o 30 hoteles al año, que es lo que podemos digerir sin crear cuellos de botella. Y seguir con nuestra expansión donde creemos que tenemos ventajas competitivas. Eso es en la cuenca mediterránea, el Caribe y el sudeste asiático. Esto engloba el 90% de nuestra expansión mundial. También en Oriente Medio, Dubai y Arabia Saudí, una zona que está cogiendo mucha importancia.
También queremos seguir abriendo en las principales capitales mundiales, en Europa, sobre todo, donde hay un componente importante de ocio urbano. No considero que Meliá sea un gran competidor en el ramo de viajeros de negocios, pero sí creo que podemos hacer una gran labor en el caso de la gente que viaje por ocio. Ya sea en hoteles resort o en hoteles urbanos en París, Londres, Milán, Roma o Barcelona con un componente muy grande de ocio y ahí es donde Meliá va a crecer.
¿En qué lugares aún no está Meliá y le gustaría estar?
Aún hay mucho por crecer, pero ese modelo tan exitoso de desarrollo que ha llevado a cabo la compañía en el Caribe y en la cuenca mediterránea es un modelo que hemos extrapolado al sudeste asiático. Hablo de Vietnam, Indonesia, Tailandia. Pero hay lugares maravillosos como Camboya, Filipinas, donde creemos que hay grandes oportunidades. Otro de los lugares donde hemos crecido en los últimos años es en la zona de Tanzania, en Zanzíbar ya tenemos un hotel y ya somos la primera compañía hotelera del país. Creo que ese modelo es muy fácil de desarrollo y esos son lugares donde podemos llevarlo.
"No es lógico que llenemos el centro de las ciudades en viviendas de alquiler vacacional"
La ecuación de precios y costes ha afectado a la economía española y mundial. ¿Cómo ha afrontado Meliá la inflación?
Tuvimos la tormenta perfecta en el último año y medio con el kW disparado. También el precio del gas. Por suerte, hemos vuelto a cierta normalidad y también gracias a la apuesta que se ha hecho en Europa por la energía renovable se está abaratando la electricidad.
Es verdad que las materias primas también sufrieron un shock, sobre todo en frescos y perecederos. Ahora se está atenuando, pero es verdad que afectó a los márgenes de las compañías con un fuerte componente de comida y bebida. A partir del cuarto trimestre del año pasado vimos una recuperación paulatina de márgenes y este año entremos en la normalidad que podamos atenuar todos estos incrementos de costes.
¿Qué valoración hace de su periodo en la compañía?
Ha sido medio año muy intenso. Me he sabido rodear de un gran equipo y nuestra estrategia nos ha posibilitado que tengamos los mejores resultados de la historia de la compañía. Eso no debe servir para dormirnos, sino para poner el listón alto y seguir creciendo año tras año. Es un sector apasionante y, además de sentirme muy a gusto, me he rodeado de un equipo que me ha dado todo el respaldo y que ha hecho que Meliá haya salido del Covid más reforzado. Estoy sumamente contento.
¿Qué espera del encuentro con Arabia Saudí?
Tienen las ideas muy claras, tienen una visión a largo plazo, que a veces hace falta en España. Nuestro largo plazo es a golpe de legislatura y aquí es para diez o quince años. Se han sabido rodear de grandes profesionales para llevar a cabo esta estrategia, han destinado los recursos adecuados y hay un liderazgo indiscutible por parte del líder del país y del ministro de Turismo para llevarlo a cabo. Dentro de poco escucharemos de Arabia Saudí como uno de los destinos turísticos de primer orden a nivel mundial.
Cumple con todos los ingredientes. Visión, liderazgo, recursos y gran talento asesorándoles. Seguro que el resultado será fantástico.
