UGT observa un cambio de postura en el Gobierno con respecto a la derogación de la reforma laboral al constatar que, en su lugar, pretende elaborar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, que podría demorarse “años”.
Así figura en un documento de valoración global de UGT sobre el Programa Nacional de Reformas al que ha accedido Servimedia.
UGT valora que algunas de las medidas recogidas en materia laboral ya han sido puestas en marcha o presentadas, como es el caso de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en un 22,3%; el Plan Director por un Trabajo Digno 2018-2020, que ha convertido 61.445 contratos temporales fraudulentos en indefinidos y regularizar la situación de 18.851 falsos autónomos, o el Plan Reincorpora-T destinado a incrementar la empleabilidad de los parados de larga duración.
Sin embargo, destaca que en la derogación de la reforma laboral y en materia de pensiones “parece haber un cambio de rumbo” en el Gobierno.
En concreto, el sindicato ve “muy negativo” que en el Programa Nacional del Reformas no se mencione la derogación de los aspectos laborales más lesivos aprobados por el PP en 2012, y en su lugar, se apueste por un nuevo Estatuto de los Trabajadores, que “puede demorarse durante meses, e incluso años”.
El Gobierno ha trasladado a Bruselas que pretende llevar a cabo la elaboración de un nuevo Estatuto de los Trabajadores “que compagine el reconocimiento de nuevos derechos de los trabajadores propios de la realidad económica, social y laboral del siglo XXI, con la necesaria competitividad empresarial y el papel de la negociación colectiva”. Para ello, prevé constituir un grupo de expertos.
En este sentido, la central que dirige Pepe Álvarez acusa al Gobierno de “incumplimiento de compromisos” adquiridos con las organizaciones sindicales, al señalar que en la mesa de diálogo social se alcanzó hace unos meses un acuerdo para derogar los aspectos más lesivos de la reforma laboral de 2012.
Explica que no acometer estas modificaciones “da carta de naturaleza a la regresiva regulación actual” mientras no se alcanza un acuerdo para el nuevo Estatuto de los Trabajadores. También considera que, si no se recupera el equilibrio de fuerzas previo a la reforma laboral de 2012, el proceso de negociación del nuevo marco legislativo estará “viciado de inicio, puesto que partiría de un punto muy cercano a las posiciones máximas de la patronal”.
Del mismo modo, UGT rechaza la implantación de la ‘mochila austríaca’ que el Ejecutivo pretende instaurar en 2020 y que permite al trabajador disponer de las cantidades que acumule a su favor en los casos de despido improcedente, movilidad geográfica, formación o jubilación.
En materia de pensiones, el sindicato lamenta que no haya ninguna mención en la hoja de ruta del Ejecutivo que no sea la revalorización de las pensiones para este año. UGT viene defendiendo la derogación de la reforma de pensiones de 2013 y la garantía del mantenimiento del poder adquisitivo de los pensionistas.
Por otra parte, se refiere al procedimiento formal de participación de los sindicatos en el Programa Nacional de Reformas para exponer una queja, debido a que el Gobierno se comprometió a elaborar un protocolo que garantizara un mínimo de reuniones e intercambios de documentos con los sindicatos y finalmente no lo creó. La participación de los sindicatos se limitó a una reunión preliminar el pasado 1 de marzo, según UGT.
Por este motivo, advierte de que presentará un informe “muy duro” ante las autoridades europeas cuando el próximo otoño sea consultado al respecto.