El grupo Sabadell obtuvo un beneficio neto atribuido de 532 millones de euros entre enero y junio, lo que supone aumentar en un 340,9% los 121 millones cosechados en igual periodo del pasado ejercicio, gracias a la reducción en la factura de provisiones y ante la ausencia de los costes extraordinarios de TSB sufridos el ejercicio anterior.
Los ingresos del negocio bancario –suma del margen de intereses más las comisiones netas- muestran un “crecimiento sostenido”, con un aumento interanual del 2,7% a nivel grupo y del 2,4% a tipo constante, detalló este viernes el banco a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Junto al negocio con clientes es clave la normalización de las cuentas del británico TSB que en el primer trimestre comenzó ya a sumar ganancias tras la factura superior a los 226 millones que pasó el retraso en la migración de su plataforma durante 2018 y perjudicó el resultado en el grupo.
Según detalla el Sabadell, TSB ha vivido un “punto de inflexión” en el semestre “con la mejora continua del crecimiento en empresas y el rendimiento de la plataforma tecnológica”. Las cuentas corrientes de nuevos negocios crecieron al 6% en la filial británica, los ahorros para pequeñas y medianas empresas en un 25%, elevó en un 2,6% el negocio en depósitos y el 1,2% en créditos.
A escala grupo Sabadell el crédito vivo aumentó un 0,7% interanual y ascendió a 141.703 millones de euros impulsado especialmente por la actividad en España y México. La entidad registró expansiones del 1% tanto en la nueva concesión de préstamos a pymes como en el global de hipotecas y crédito al consumo.
Dicha evolución se encuentra limitada por las carteras cubiertas por el Esquema de Protección de Activos de la antigua CAM, que si neutraliza daría un aumento del stock de crédito del 2%.
Los recursos de clientes en balance aumentaron a su vez un 4,5%, hasta los 141.862 millones, y aquellos otros contabilizados fuera de balance alcanzaron los 43.720 millones. Entre las imposiciones la entidad destaca que los saldos de cuentas a la vista suponen 113.607 millones de esas cuantías, un 7,8% más; mientras que la contratación de su ‘cuenta Expansión’ aumentó un 7% y alcanza los 3,1 millones.
Por su parte la facturación de tarjetas se disparó un 14%, hasta aportar 7.500 millones de euros, al tiempo que las cuotas de nuevas primas de seguros de vida y la facturación de TPV’s crecieron a ritmos del 7% en ambos casos.
En términos de clientes y conforme a sus datos, captó 221.741 nuevos clientes: 169.176 de ellos particulares y 52.565 empresas, además de aumentar en 125.062 las nuevas nóminas domiciliadas.
La marcha del negocio permitió que el margen financiero o de interés que mide el resultado de la actividad típica de prestar dinero y retribuir el ahorro ascendiese a 1.806 millones de euros, cifra que se redujo un 0,2% interanual a nivel grupo por la aplicación de la norma contable IFRS16 sobre arrendamientos financieros bajo el régimen de “sale and lease back” y por el impacto de los tipos a cero.
El aumento del 10,9% en los ingresos por comisiones netas permitió mitigar dicha reducción y que el conjunto de los ingresos originados por el negocio bancario creciesen un 2,0% -comisiones y margen financiero-, con una clara una aceleración en los últimos meses ya que se incrementó un 6% en el segundo trimestre.
En la parte baja la cuenta encaja una partida de costes de 1.567 millones de euros, que se reduce un 5,4% interanual y permite así al banco situar su ratio de eficiencia en el 54,7%. Por su parte, la factura en dotaciones y deterioros se reduce en el periodo desde los 806 millones del primer semestre de 2018 cuando realizó un esfuerzo superior para acelerar la venta de carteras inmobiliarias a 374 millones entre enero y junio pasado.
A cierre de junio su saldo de activos problemáticos se había reducido en 26 millones y se situaba en 8.253 millones (6.380 millones de activos dudosos y 1.873 millones en activos adjudicados). Su peso sobre el total de activos apenas representa un 1,8%, mientras que la morosidad se situó en el 4,05%.
La exposición se reducirá de forma sustancial en las siguientes cuentas ya que el pasado 24 de julio completó la venta de dos carteras por un valor bruto de 2.124 millones a Deutsche Bank y a Carval Investors.
Junto al negocio con clientes es clave la normalización de las cuentas del británico TSB que en el primer trimestre comenzó ya a sumar ganancias tras la factura superior a los 226 millones que pasó el retraso en la migración de su plataforma durante 2018 y perjudicó el resultado en el grupo.
Según detalla el Sabadell, TSB ha vivido un “punto de inflexión” en el semestre “con la mejora continua del crecimiento en empresas y el rendimiento de la plataforma tecnológica”. Las cuentas corrientes de nuevos negocios crecieron al 6% en la filial británica, los ahorros para pequeñas y medianas empresas en un 25%, elevó en un 2,6% el negocio en depósitos y el 1,2% en créditos.
A escala grupo Sabadell el crédito vivo aumentó un 0,7% interanual y ascendió a 141.703 millones de euros impulsado especialmente por la actividad en España y México. La entidad registró expansiones del 1% tanto en la nueva concesión de préstamos a pymes como en el global de hipotecas y crédito al consumo.
Dicha evolución se encuentra limitada por las carteras cubiertas por el Esquema de Protección de Activos de la antigua CAM, que si neutraliza daría un aumento del stock de crédito del 2%.
Los recursos de clientes en balance aumentaron a su vez un 4,5%, hasta los 141.862 millones, y aquellos otros contabilizados fuera de balance alcanzaron los 43.720 millones. Entre las imposiciones la entidad destaca que los saldos de cuentas a la vista suponen 113.607 millones de esas cuantías, un 7,8% más; mientras que la contratación de su ‘cuenta Expansión’ aumentó un 7% y alcanza los 3,1 millones.
Por su parte la facturación de tarjetas se disparó un 14%, hasta aportar 7.500 millones de euros, al tiempo que las cuotas de nuevas primas de seguros de vida y la facturación de TPV’s crecieron a ritmos del 7% en ambos casos.
En términos de clientes y conforme a sus datos, captó 221.741 nuevos clientes: 169.176 de ellos particulares y 52.565 empresas, además de aumentar en 125.062 las nuevas nóminas domiciliadas.
La marcha del negocio permitió que el margen financiero o de interés que mide el resultado de la actividad típica de prestar dinero y retribuir el ahorro ascendiese a 1.806 millones de euros, cifra que se redujo un 0,2% interanual a nivel grupo por la aplicación de la norma contable IFRS16 sobre arrendamientos financieros bajo el régimen de “sale and lease back” y por el impacto de los tipos a cero.
El aumento del 10,9% en los ingresos por comisiones netas permitió mitigar dicha reducción y que el conjunto de los ingresos originados por el negocio bancario creciesen un 2,0% -comisiones y margen financiero-, con una clara una aceleración en los últimos meses ya que se incrementó un 6% en el segundo trimestre.
En la parte baja la cuenta encaja una partida de costes de 1.567 millones de euros, que se reduce un 5,4% interanual y permite así al banco situar su ratio de eficiencia en el 54,7%. Por su parte, la factura en dotaciones y deterioros se reduce en el periodo desde los 806 millones del primer semestre de 2018 cuando realizó un esfuerzo superior para acelerar la venta de carteras inmobiliarias a 374 millones entre enero y junio pasado.
A cierre de junio su saldo de activos problemáticos se había reducido en 26 millones y se situaba en 8.253 millones (6.380 millones de activos dudosos y 1.873 millones en activos adjudicados). Su peso sobre el total de activos apenas representa un 1,8%, mientras que la morosidad se situó en el 4,05%.
La exposición se reducirá de forma sustancial en las siguientes cuentas ya que el pasado 24 de julio completó la venta de dos carteras por un valor bruto de 2.124 millones a Deutsche Bank y a Carval Investors.