Hace 20 años que se incorporó a Philips Ibérica. ¿Cuál era su objetivo? Trabajar en una buena empresa donde tuviera la oportunidad de aprender y de desarrollarme como profesional. Me parecía más que suficiente entonces, y me lo parece también hoy. En Philips encontré lo que buscaba. Desde el primer día, vi que todos los empleados tenían la oportunidad de crecer profesionalmente y que los límites dependían fundamentalmente de uno mismo. Mi meta fue siempre, y lo sigue siendo, aprender, hacer bien mi trabajo, hacerme merecedor de la oportunidad que me han dado, y que vuelvan a confiar en mí para la siguiente. ¿Cuál fue la piedra más dura que se encontró en el camino? Aunque parezca mentira, no me viene ninguna a la cabeza. Me cuesta acordarme de haber vivido momentos verdaderamente complicados. Supongo que es parte de mi carácter. Tiendo a quedarme sólo con lo bueno. Evidentemente, decisiones difíciles he tenido que efectuar, pero si se toman después de un buen análisis, y de concluir que es lo mejor que se puede hacer en ese momento y con esa información, no pesan tanto. ¿Qué cambios en la compañía destacaría sobremanera desde que entró en la misma hasta hoy? No hemos dejado de hacerlos en ningún momento. Y los seguimos desarrollando. En estos últimos veinte años, salvo ese algo especial que llamamos la cultura de la empresa, el resto ha permutado casi todo. Y siempre para mejor. De ser una enseña muy diversificada, presente en muchos negocios distintos, a ser una firma centrada en tres grandes áreas: el cuidado de la salud, los productos de consumo y la iluminación. Pero probablemente la transformación más importante la estemos haciendo ahora, al separar y sacar a bolsa, como compañía independiente, la división de Iluminación, para que así Royal Philips se enfoque completamente en el Cuidado de la Salud, tanto profesional como personal. Internamente, también somos una compañía muy distinta: más sencilla, mejor organizada, más ágil y muy centrada en el cliente, en el consumidor y en el paciente. A nivel personal, ¿cómo le ha influido su pertenencia? Mucho y para bien. He tenido una carrera muy variada y enriquecedora. Mi desarrollo y experiencia profesional ha ido marcando también mi desarrollo como persona. Trabajo a diario en contacto con personas de distintas nacionalidades y, sobre todo, he tenido la suerte de haber podido trabajar y vivir con mi familia en distintos países. ¿Es el consumidor más exigente ahora que hace dos décadas? Sí. Todos los somos. Queremos estar mejor informados. Que todo sea más transparente. El consumidor quiere tener toda la información y poder tomar sus propias decisiones. Quiere el control sobre el proceso de compra. Lo mismo vemos en el caso de los pacientes, que son los usuarios finales de muchos de nuestros productos y soluciones. Estos quieren tener toda la información, estar involucrado a la hora de tomar decisiones y ser partícipe y corresponsable de la gestión de su propia salud. Y es ahí donde vemos la convergencia entre el mundo del cuidado de la salud profesional y el cuidado personal a título individual, y donde Philips quiere jugar un papel de liderazgo como compañía de tecnología a lo largo de todo el ciclo de cuidados, desde los hábitos saludables y la prevención o la detección precoz, hasta el diagnóstico, el tratamiento y la monitorización en el hogar. Las redes sociales, ¿han favorecido o dificultado las ventas? Lo que han hecho ha sido añadir transparencia e inmediatez a todo lo que hacemos. También en el mundo de la empresa y los negocios. Hemos cambiado la manera de relacionarnos con nuestros consumidores y clientes, y las redes sociales constituyen una herramienta clave en la estrategia de comunicación con ellos. En Philips, además de comunicarnos a través de las redes sociales, tratamos de proporcionar contenido relevante y para ello tenemos blogs específicos como Mi Mundo Philips, dirigido a los consumidores, y Comparte Innovación, más orientado a los profesionales de la salud. En dos ocasiones tuvo que hacer las maletas. ¿Qué aprendió de aquellas experiencias? Más que tener es que 'quise' hacer las maletas. Siempre tuve claro que era algo que quería hacer y uno de los motivos por los que empecé a trabajar en Philips. He tenido la oportunidad de estar en múltiples negocios, en distintas funciones y con diferentes responsabilidades, tanto locales como internacionales. Se aprende muchísimo y te da otra perspectiva. Es verdad que requiere un esfuerzo adicional y algunos sacrificios personales y familiares pero, en mi caso, fue siempre un motivo de satisfacción profesional, personal y familiar. ¿Qué siente cuando oye hablar de españoles que marchan a otros países porque aquí no hay expectativas laborales para ellos? Que no tendría que pasar, que no tendría que ser por necesidad. Que tendríamos que ser capaces de crear las condiciones para que todos pudieran trabajar y desarrollarse profesionalmente en nuestro país. Ahora bien, si no queda más remedio y tienen que salir a trabajar fuera, que aprovechen la oportunidad. Que se esfuercen, aprendan e intenten disfrutar de la experiencia. Cuando quieran y puedan volver, traerán con ellos un bagaje único y de mucho valor. ¿Ha salido con nota la filial española de esta larga crisis? ¿Con cuál? Con buena nota diría yo. Como filial hemos hecho una labor creo que ejemplar de contención de costes, y de búsqueda de nuevas formas de hacer negocios, que nos ha permitido mantener y ganar cuota de mercado. Hemos sido capaces de transformarnos para adaptarnos a las necesidades de nuestros clientes. Internamente, hemos recibido numerosos reconocimientos como el premio a la organización que obtuvo los mejores resultados comparables en crecimiento y rentabilidad en 2014. Pero la nota de verdad la ponen nuestros clientes que, gracias a su confianza, han posibilitado que seamos líderes de mercado. Si yo tuviera que poner una nota, sería un sobresaliente para todos los empleados que, con su esfuerzo, han mantenido la fortaleza de nuestra marca. Siendo la salud una de sus áreas de trabajo, ¿se ha visto afectado el negocio por los recortes presupuestarios? Sin duda. La inversión en tecnología sanitaria se redujo a la mitad en los primeros años de la crisis. Y aunque poco a poco se va invirtiendo algo más, tardaremos años en llegar a los niveles de inversión que tuvimos antes de la crisis. El resultado es que actualmente hay un elevado nivel de obsolescencia. Y la solución pasa por convencer a todos de que la innovación en tecnología sanitaria es generadora de eficiencias. ¿Que cada comunidad autónoma tenga las competencias de Sanidad dificulta su expansión en este campo? Proporcionamos tecnología sanitaria en España desde hace casi un siglo y, en todo este tiempo, hemos tenido que ir adaptándonos a los cambios que se han ido produciendo en el sistema sanitario para dar respuesta a las distintas necesidades de cada una de las regiones. A día de hoy, trabajamos con todas y se nos reconoce y aprecia. Lo demuestra, además de la presencia de nuestros productos y soluciones en los hospitales de todos y cada uno de los sistemas regionales de salud, los acuerdos especiales y complejos que como “socio tecnológico” tenemos con, por ejemplo, el Hospital La Fe en Valencia, Sant Pau i la Santa Creu en Barcelona, CNIC en Madrid, Campus de la Salud en Granada o el Servicio Gallego de Salud. ¿Está la sociedad preparada para los cambios que se avecinan en la atención médica domiciliaria? Atención por videoconferencia, etc. Los sistemas sanitarios en todo el mundo afrontan el difícil reto de la sostenibilidad debido, en gran medida, al envejecimiento creciente de la población y al aumento de las enfermedades crónicas. Si queremos mantener los logros de la sociedad del bienestar en el ámbito sanitario es preciso un cambio de paradigma asistencial en el que las tecnologías que permiten el tratamiento y seguimiento del paciente en el hogar posibiliten un mejor control de estas patologías crónicas, con menos ingresos y reingresos hospitalarios. Philips innova para proporcionar soluciones de telesalud y telemedicina que trasladen la atención “del hospital al hogar”. ¿Los wearables qué papel jugarán en todo ello? Muy importante. Además de los que se venden para utilización individual como ayuda para la mejora del estilo de vida, están los que son parte de una solución de salud profesional. En estos últimos estamos trabajando mucho y así, por ejemplo, tenemos bio-sensores con forma de parche, que miden de manera automática los principales signos vitales como son la frecuencia cardiaca, la respiratoria y la temperatura de la piel. Estos datos pasan a una plataforma informática a la que tienen acceso tanto el paciente como el médico y sirven para monitorizar y ayudar en la toma de decisiones clínicas.]]>