La startup prevé alcanzar en su primer año una facturación superior al medio millón de euros
En apenas seis meses de vida, la startup Kobho Labs ya se ha posicionado como una de las marcas que están redefiniendo el competitivo mercado de los complementos nutricionales de nuestro país. El joven de 28 años Eduardo Arríen ha puesto en marcha un proyecto con el que ya ha llamado la atención de inversores internacionales y que prevé facturar este año más de medio millón de euros. La compañía está creciendo a un ritmo mensual del 20%.
La explicación de este éxito se encuentra en un compendio de factores muy pensados, que se resumen en cuatro: haber aplicado la tecnología science-based de última generación a sus productos, democratizar un producto caro, poder personalizar su consumo y contar como socios del proyecto con dos eminencias médicas, como son el doctor Vicente Mera, Jefe de Medicina Interna y Anti-Aging en SHA Wellness Clinic y Premio al Mejor Médico Antienvejecimiento Europeo 2021, y el doctor Álvaro Campillo, Doctor Europeo en Medicina y Cirugía, Especialista en Cirugía General y Digestiva.
En el mercado existe una gran diversidad de nutricosmética, pero la startup española, con su gama de productos en áreas clave de la salud y el bienestar personal, ha desarrollado unos complementos nutricionales con una formulación que garantiza su máxima biodisponibilidad (esto es, la proporción y la velocidad de absorción de un nutriente por el intestino), lo que explica el interés que ha despertado de manera tan fulgurante. De hecho, en solo medio año la compañía española ya ha dado el salto a mercados tan exigentes como Francia, Italia, Alemania y Portugal, y prevé a corto plazo vender en el resto de los países de la Unión Europea.
“Fundamos Kobho Labs con el doble objetivo de divulgar sobre los beneficios de la suplementación alimenticia y democratizarla a través de la creación de productos premium a un precio asequible, que fabricamos íntegramente en España”, explica Eduardo Arríen, que a su experiencia profesional como consultor estratégico añade su otra personal, como aficionado al triatlón de larga distancia, donde ha completado 5 Ironmans, 4 maratones y donde surgió su idea de crear complementos nutricionales de máxima calidad y accesibles.
“Yo soy usuario de los complementos alimenticios desde hace muchos años, como un plus esencial para paliar déficits nutricionales y eso me hizo ser muy consciente de que en el mercado no había un producto de la máxima calidad a un precio accesible, porque para que la nutricosmética funcione tienes que instaurarla como un hábito saludable más, no basta con tomarla durante un mes, y eso, hasta ahora, era costoso”, añade.
Al fundar la compañía, Arríen tuvo la ambición de incorporar al proyecto a los mejores especialistas de nuestro país, hasta el punto de persuadir a dos de las figuras más reputadas en materia de envejecimiento y bienestar. “Creo que la longevidad y la salud deberían estar al alcance de todo el mundo, no solo para ciertas capas sociales. Con nuestra start-up, integrada por 8 personas jóvenes, queremos contribuir a crear un futuro en el que cualquier persona pueda vivir más tiempo, estando sano y feliz”, afirma Arríen.
Para conseguirlo, Kobho Labs ha desarrollado una estrategia dual, que combina la suplementación mediante activos de alto valor añadido con un programa de personalización en función de las características y necesidades de cada consumidor. El objetivo de estos programas es adecuar la dieta y sus suplementos a la estructura genética de cada persona mediante test nutricionales que analizan 314 variantes genéticas, evalúan 159 genes y estudian 35 parámetros diferentes. Diseñados en colaboración con ADN Institute, resultan esenciales para la detección de intolerancias, de déficits vitamínicos u otras patologías derivadas de una predisposición genética y el desarrollo de complementos que palíen esas carencias.
Un mercado en auge
La llegada de Kobho Labs se ha producido en un momento de inflexión para el mercado de suplementos nutricionales de nuestro país, que tras la pandemia ha entrado en un período de crecimiento exponencial. Y aunque el consumo per cápita todavía está lejos de los niveles de países de nuestro entorno, como Gran Bretaña o Alemania, en ciertos ámbitos de la suplementación, como la nutricosmética y el antiaging, en los últimos cuatro años se ha pasado de unos índices de consumo del 10% de la población al 30% de la actualidad. A nivel global, la suplementación facturó en 2022 una cifra aproximada a los cien mil millones de dólares y se estima que en 2028 se duplique.
“Hay varios factores que explican este auge. La población mundial cada vez está más envejecida. En Europa, la mitad tiene más de 45 años. Nuestros hábitos de alimentación han empeorado por culpa de la cultura de la inmediatez, lo que está provocando que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 60% de los adultos padezcan obesidad o sobrepeso. Y, por último, está la creciente confianza en la efectividad de las dietas suplementadas”, concluye Eduardo Arríen, que insiste en que el reto principal del sector pasa por democratizar la suplementación.
Y esto es precisamente lo que está realizando Kobho Labs, que ya ha puesto en el mercado nueve formulaciones de efectos sinérgicos, que contribuyen de una manera significativa a mejorar el bienestar personal en ámbitos clave, como la salud digestiva o cardiovascular, el foco cognitivo y de descanso, la longevidad o la belleza. La start-up está en estos momentos investigando en otras áreas punteras, con el objetivo de lanzar dos nuevos productos antes de finales de año.
