Las dos hermanas, Helena y Reyes, actuales propietarias de Bodega Muelas junto a su padre, retoman el legado del siglo XIX
Bodega Muelas, en Tordesillas, aprovecha al máximo el muy particular clima castellano y el suelo de orillas del Duero para elaborar vinos con Denominación de Origen especialmente suaves y equilibrados, ya sea en su variedad verdejo o tempranillo.
Hay que conocer sus productos para entender esta forma de entender el enoturismo. Todo viene de la iniciativa de Quintín, tatarabuelo de Helena y Reyes, dos hermanas que, como actuales propietarias de la bodega junto a su padre, han cogido este legado del siglo XIX y lo han acabado de impulsar al XXI. Pero todo ello trabajando la misma tierra que en 1886, cuando se inició la tradición de esta bodega considerada la más pequeña de Rueda. Aquí la tradición manda, con vinos madurados bajo tierra para aprovechar las especiales condiciones de esta tierra castellana.
En esta visita la pasión y la cercanía lo convierten en una acción diferente. Con carisma, con cariño y con mucha pasión. Reyes baja la escalera, explica y hace cómplice a los que paren en su pequeño negocio. Desde su tienda en el corazón de Tordesillas, Reyes y Helena han impulsado también el ecoturismo, conscientes de que la sociedad ha de hacerse consciente de estos procedimientos, de estas empresas concebidas como auténticas supervivientes que privilegian la calidad por encima del volumen.
Sus tintos son un secreto que algunos alemanes transportan hasta sus casas como un preciado tesoro que no todo el mundo conoce todavía. Reyes, incluso, aprovecha para mostrar sus igualmente delicadas piezas de joyería, siempre relacionadas con el mundo del vino.