El uso de pieles de animales como vestimenta se remonta a los inicios de la humanidad siendo los primeros ropajes utilizados por los Homo Sapiens y los Neanderthales. Los procesos de curtido de piel están documentados desde el Antiguo Egipto, hace más de 5.000 años. A lo largo de la historia, las pieles de algunos animales exóticos como leones o tigres han sido un sinónimo de grandeza y poderío, como bien refleja el mosaico de Pompeya sobre la batalla de Issos con Alejandro Magno vistiendo una capa de piel de leopardo. Y si hablamos del cuero, este material ha supuesto la pieza fundamental de ropajes de todas las antiguas civilizaciones.
Hoy en día, las prendas de piel son sinónimo de lujo y polémica. Lujo por su especial confección, calidad, precio y mantenimiento; y polémica por la controversia ética y ecológica surgida en los últimos años respecto a la explotación animal (actualmente el 85% de las pieles de la industria peletera proceden de animales criados en granjas) y la protección de especies en peligro de extinción.
Pese a que muchos consideran a la industria peletera como no sostenible, las alternativas vigentes en el mercado también tienen impacto sobre el medioambiente, como es el caso de las pieles falsas y tejidos sintéticos como el poliéster, cuyo proceso de biodegradado es de 500 años frente a los 50 años de la piel natural.
Este mes, debatimos sobre el futuro de la industria peletera. Frente a los defensores de la moda vegana se sitúan posturas a favor. Elisa Álvarez, presidenta de la Asociación Española de la Peletería (SFA), y Manuel García, presidente de AGAVI España, la Asociación Nacional de Criadores de Visón y otros animales de Piel defienden la necesidad de mantener la tradición e innovación de una de las industrias más antiguas de la historia.
¿Cuál es la situación actual de la industria peletera en España?
Elisa Álvarez: A pesar de que es un sector castigado y poco defendido, España sigue siendo un país consumidor de piel y las principales marcas y peleterías importantes siguen trabajando y a buen ritmo.
Algunas de las principales marcas de lujo del mundo como Gucci, Armani, Hugo Boss, Prada o Stella McCartney han decidido eliminar la piel de sus colecciones. ¿Cómo afecta esta pérdida de clientes de lujo a la industria?
E.A.: Afecta más a nivel de marketing que a nivel de rendimiento, a pesar de esto las principales economías emergentes a nivel mundial han aumentado considerablemente la demanda de piel y son economías tractoras que actualmente tienen un papel importante a nivel mundial.
"Una prenda de piel tiene una duración media de 30 años y muchas veces pasa de generación en generación, es un recuerdo que ha vivido muchos momentos"
Elisa Álvarez (Asociación Española de Peletería)
En España actualmente existen cerca de medio centenar de explotaciones de visón americano en funcionamiento. La pandemia supuso un duro golpe a estas granjas tras detectarse casos de COVID-19 en algunos animales, teniendo que sacrificarse a miles de ejemplares para evitar contagios. Un golpe económico que llevó al cierre de muchas de estas explotaciones e incluso a la prohibición de las mismas en algunos países. ¿Cómo afectó la pandemia a la industria peletera española? ¿Se recuperarán las cifras de negocio prepandemia o la industria a de afrontar una nueva realidad?
Manuel García: EL Covid golpeó fuertemente en la economía, pero las granjas se mantienen, con menor producción y se espera que este año empiecen a funcionar con toda normalidad y con aumento del precio.
Este año, el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 ha aprobado la Ley de Bienestar Animal suponiendo cambios en el cuidado de los animales, caza, cría, … ¿Cómo afectará está nueva normativa a la industria peletera?
M.G.: La ley de la agenda 2030 no afecta para nada, las granjas peleteras como explotación ganadera que es con número REGA de explotación están exentas igual que vacuno, porcino, etc.
El auge de la fast fashion y la producción en masa está dejando paso a la slow fashion y la apuesta por el trabajo artesanal y la sostenibilidad. La peletería supone justo eso, el trabajo artesanal y especializado. ¿Habéis notado un incremento de la demanda de prendas o una mayor aceptación de los precios viendo como cada vez más, el público entiende y valora la calidad y el trabajo artesanal que hacéis?
E.A.: Creemos que la gente cada vez aprecia más el trabajo artesanal y la economía regional, hay un tipo de público y cada vez mayor que entiende que lo natural es lo más ecológico y el resto es darle vueltas y más vueltas para llegar al mismo fin. La gente está cansada de dictaduras y quiere decidir lo que se quiere poner o lo que quiere comer y cada vez entienden que apostar por ayudar a tu vecino, a tu economía y usar prendas de calidad y duraderas es lo más sostenible que se puede hacer.
Pese a que muchas personas consideran a la industria peletera como una industria no sostenible, el sello Furmark garantiza que todas las pieles cumplen la normativa de bienestar animal y consideraciones medioambientales siendo uno de los materiales de moda más sostenible y responsable ¿Creéis que existe una falta de concienciación social sobre la realidad de la industria peletera?
E.A.: Creo que no hay información y mucho fanatismo lo cual dificulta el trabajo para poder informar. Nadie habla sobre el trabajo de un trampero y lo beneficioso que es su trabajo para anticiparse a problemas medioambientales o la estricta normativa de las granjas de peletería y su aportación a la biomasa a nivel mundial. Además, lo que hay que dejar muy claro a la gente es que la mal llamada piel sintética es un derivado del petróleo, es decir, plástico, mientras que la piel natural es completamente biodegradable y, por tanto, no contamina el medioambiente.
Hablando de la falta de concienciación o conocimiento de la industria ¿Qué le diríais a todas las personas que cuestionan la industria peletera para que entendiesen mejor este oficio?
E.A.: Pues que es una industria milenaria, con una mano de obra artesana y apuesta por la economía regional porque muchas granjas están donde no se puede dar otra actividad agraria, también es una confección donde no hay desperdicio porque se trabaja mucha retalería y se contamina mucho menos, nuestros tintes son menos agresivos que en cualquier otra industria. Una prenda de piel tiene una duración media de 30 años y muchas veces pasa de generación en generación, es un recuerdo que ha vivido muchos momentos. Y es biodegradable, es decir, se descompone sin contaminar cuando se desecha. El sintético es plástico, la piel no genera residuo. Algo muy importante en una industria como la moda que es la segunda más contaminante. La piel natural, ya sea cuero, como piel fina, es biodegradable y es algo que habría que valorarlo mucho más. No hay nada más slow fashion que una piel natural, ni nada más sostenible.
Actualmente, la concienciación por la sostenibilidad y la reutilización está llevando a un ferviente crecimiento de la moda vintage. Una moda en la que se incluyen los abrigos de piel de nuestras abuelas ahora “reutilizados” por sus nietos. ¿Cómo afecta esta nueva tendencia a la industria? ¿Estáis teniendo demanda de clientes que os piden arreglar estos “históricos” abrigos para adaptarlos a los nuevos tiempos?
E.A.: Muchas peleterías han reconducido su actividad a transformaciones y es una actividad que sigue funcionando sobre todo en la época de invierno lo cual es positivo para la industria. Sólo las prendas de gran calidad pueden ser reutilizadas o conservadas en el tiempo. La piel natural abandera con orgullo las tres “R” de la sostenibilidad porque se recicla, se rediseña y reutiliza el propio material porque su larguísima durabilidad lo permite. El fast fashion es moda de usar y tirar, genera millones de residuos y si son sintéticos, perjudican al medioambiente.
Por otro lado, en los últimos años también está proliferando la moda vegana ¿Cómo diríais que está actualmente la “batalla” entre moda vegana y peletería en España? ¿Esta moda os ha robado mucha cuota de mercado?
E.A.: Creo que este tipo de moda tiene un público que hay que respetar y la peletería tiene otro que merece el mismo respeto, ni es mejor ni peor. En un caso se contamina con plástico que a su vez también termina con la vida de muchos animales y al final el resultado no parece ser el óptimo. No creo que haya robado cuota de mercado creo que es otro público porque el consumidor de piel no consume producto vegano, conoce las bondades de la piel natural y no quiere otro material. No debería existir ninguna batalla porque son opciones completamente diferentes y se debe de respetar a su público.
¿Cuál creéis que es el futuro de la industria peletera? ¿Qué cambios debe dar la industria para “seguir viva” dentro de 10 años?
E.A.: Creo que en las economías emergentes donde se consume el lujo el consumo de piel está en auge y se debe reorientar a abastecer estos mercados. El ritmo al que aumenta la demanda mundial en general es insostenible para nuestro modelo de consumos, la gente se verá obligada a dar un giro en su consumo y buscará prendas duraderas que no contaminen. Han encontrado partículas de plástico en nuestros pulmones, estamos en un punto complicado y reutilizar plástico no parece ser la solución. Creo que la propia naturaleza del material que trabajamos nos mantiene vivos y nos mantendrá vivos. No hay nada más sostenible que lo natural y la gente está cada vez más mentalizada acerca de ello.
Frente a la industria peletera, en los últimos años ha emergido con fuerza la moda vegana. Esta industria aboga por la fabricación de prendas sin la utilización de productos de origen animal, empleando únicamente fibras vegetales o telas sintéticas. Una industria ecológica pero que no tiene por qué ser a su vez sostenible. Al igual que la peletería puede ser sostenible, la moda vegana también puede no serlo. Todo ello depende del proceso de fabricación de los tejidos. Algo que conoce muy bien Sandra Zaragoza, presidenta de la Asociación de Moda Sostenible de España (AMSE)
Para quien no lo conozca, ¿Cuáles son los criterios para identificar la moda sostenible?
Para que un diseño sea sostenible tiene que tener en cuenta varios factores. Partiendo desde el ecodiseño, se deben tener en cuenta que los materiales que lo componen tengan el menor impacto posible, siendo materiales ecológicos o reciclados. Aprovechando al máximo los materiales que se utilizan para no generar residuos y qué sean materiales duraderos y de calidad. Conocer la trazabilidad del producto y elegir proveedores de cercanía para una menor huella de carbono. También se tiene que tener en cuenta que todas las personas que participan en el ciclo de producción del diseño lo hagan bajo unas condiciones de trabajo dignas y por último se debe tener en cuenta cómo va a ser el final de su vida útil, cómo se puede reciclar el producto o si es biodegradable. Es casi imposible que un producto cumpla todos estos requisitos, por lo que hay que valorarlo todo tratando de lograr un equilibrio.
Dentro de la moda sostenible se suele englobar la moda vegana, ¿Qué diferencias hay? ¿Toda la moda vegana es, por defecto, sostenible?
La moda vegana se diferencia porque no usa materiales procedentes de origen animal, como la piel, el cuero o la lana. Que sea moda vegana no quiere decir que sea sostenible. Ya que en la moda vegana se está teniendo en cuenta sólo el origen del material o tejido. No sé está teniendo en cuenta otros factores como que sean materiales de bajo impacto, que los trabajadores lo hagan bajo unas condiciones laborales dignas o qué va a pasar con el producto cuando acabe su ciclo de vida. Aunque sí es posible que una marca vegana sea además sostenible.
"En ningún caso es sostenible, ni ético criar un animal para usar su piel si no está destinado al consumo"
Sandra Zaragoza (Asociación de Moda Sostenible de España)
¿Qué valor tiene actualmente la moda vegana dentro de la industria textil sostenible española?
La moda vegana es una vía más que corresponde con la filosofía de cada marca. Es una opción que se elige porque va acorde en sus valores por el respeto a los animales.
Cada vez más personas optan por los productos de elaboración artesanal valorando la calidad en los procesos de fabricación artesanal y huyendo de la producción en masa ¿Han notado un incremento de la demanda de productos de moda sostenible y veganos en los últimos años con la creciente tendencia de la Slow Fashion?
Sí, la moda sostenible ha crecido en los últimos años. Cada vez la gente está más concienciada y opta por comprar productos que sean respetuosos con el medio ambiente y con las personas. Las personas están entendiendo la catástrofe global a la que nos enfrentamos y están tomando medidas usando su forma de consumir como arma política para forzar a las empresas y gobiernos a realizar cambios.
Aunque también ha aumentado las empresas que se han subido al carro de la moda sostenible y utilizan criterios de sostenibilidad como instrumento de marketing, cuando en realidad no está integrado en su filosofía de marca y se olvidan de otros muchos factores.
La moda vegana se caracteriza por estar libre del maltrato y la explotación animal, caso contrario a la industria peletera española ¿Cree que son compatibles la moda sostenible y el uso de materiales de origen animal?
Esta es una pregunta compleja en la que se tienen que tener en cuenta varios factores. Por un lado, hay que tener en cuenta la trazabilidad del material, es decir, ver de dónde proviene y tratar que sea de proximidad, que se hayan criado bajo criterios de bienestar animal, si ese material es de un animal que procede de la industria cárnica y se utiliza la totalidad de los recursos que proporciona, que los procesos de transformación de la piel tengan un bajo impacto ambiental y todo ello se haya realizado con unas condiciones laborales dignas. En ningún caso es sostenible, ni ético criar un animal para usar su piel si no está destinado al consumo.
Si hablamos de calidad o durabilidad, las características técnicas de los cueros son superiores a las de cualquier otro material que lo pueda sustituir. Por ejemplo, algunas marcas utilizan sustitutivos a la piel, como la polipiel, que vienen de derivados del petróleo y en algunos casos no tienen una trazabilidad demostrada.
Por eso creemos que pueden ser compatibles siempre y cuando se respeten estos criterios de sostenibilidad y existan organismos que se preocupen porque se cumplan las normativas medioambientales necesarias para que esto tenga un bajo impacto.
Algunos países ya han prohibido la comercialización de prendas de piel en favor de la ropa vegana ¿Qué futuro cree que le espera a la industria textil, y a la peletera en particular, en los próximos años?
Para responder esta pregunta es importante diferenciar entre lo que comúnmente se llama piel y lo que conocemos como cuero. Cuando nombramos la piel nos referimos a materiales que mantienen el pelo del animal y que normalmente no proceden de la industria cárnica. Por lo tanto, lo normal es que este tipo de artículos se acaben prohibiendo en muchos países, ya que como hemos comentado en la pregunta anterior, en ningún caso lo consideramos sostenible. En cuanto a la industria textil y peletera, el futuro va a venir marcado por los que sean capaces de adaptarse a las nuevas normativas y demandas del mercado, ya que los consumidores cada vez demandan productos más sostenibles.
Además, se están haciendo muchas investigaciones sobre materiales alternativos a la piel animal muy interesantes relacionados con el mundo vegetal: piel de cactus, maíz, piña, hongo reishi. Estas pieles buscan parecerse lo máximo posible a las funcionalidades de la piel: resistencia, flexibilidad y sobre todo durabilidad.
Cada vez más marcas de lujo se están sumando al uso de estas pieles vegetales de alta calidad. Si en un futuro la población redujese el consumo de carne a algo más sostenible, no habrá suficiente piel animal para producir y estás pieles vegetales son una gran alternativa.