La Comisión Europea ha dado un paso significativo al proponer este martes una ampliación del plazo hasta 2027 para que los fabricantes de automóviles cumplan con su objetivo anual de reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2). Esta medida busca proporcionar un respiro al sector, permitiendo que se evalúe el cumplimiento de las metas de emisiones para los años 2025, 2026 y 2027 de manera acumulativa, en lugar de hacerlo anualmente. La enmienda, que aún requiere la aprobación del Parlamento y el Consejo, refleja la intención de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, quien ya había señalado en marzo la necesidad de flexibilizar estos plazos.
Von der Leyen ha instado a los colegisladores a alcanzar un acuerdo «cuanto antes», enfatizando la importancia de garantizar previsibilidad y seguridad para la industria automovilística y los inversores. La urgencia de esta modificación radica en que el reglamento actual busca una reducción del 15% en las emisiones de CO2 para 2025, tomando como referencia los niveles de 2021. A pesar de que Bruselas había defendido la falta de necesidad de prórrogas, alegando que la industria conocía el calendario de cumplimiento desde la aprobación de las normativas en 2019, la actual situación ha llevado a una reconsideración.
La industria automovilística, altamente innovadora, se está descarbonizando para contribuir a la lucha contra el cambio climático.
Además, la presidenta ha resaltado que esta enmienda ofrece «más flexibilidad» al sector, considerado «clave», sin desviar a la Unión Europea de sus objetivos climáticos. Por su parte, el comisario europeo de Clima, Wopke Hoekstra, ha subrayado que esta modificación del reglamento evidencia que la Comisión ha «escuchado y entendido las preocupaciones» del sector, indicando que la previsibilidad es «crucial para las inversiones a largo plazo».