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Lifestyle, Revista Capital

Trafficker digital, una profesión necesaria hoy para el futuro

El trabajo de del trafficker digital consiste en planificar y ejecutar estrategias de publicidad digital para lograr los objetivos de la empresa
Por Nuria V. Martín

Ya no vale con tener una página web o un perfil en las redes sociales, para que un negocio se haga visible en la vorágine digital es necesaria una inversión estratégica e inteligente

En los últimos años, el mundo de la publicidad ha evolucionado significativamente gracias a la revolución digital. Hoy en día, cada vez son más las empresas que deciden invertir en publicidad en redes sociales y Google Ads para mejorar su visibilidad y aumentar sus ventas. En este sentido, el papel del trafficker digital es esencial. Su trabajo consiste en planificar y ejecutar estrategias de publicidad digital para lograr los objetivos de la empresa, que generalmente son aumentar el tráfico en el sitio web, generar leads o conversiones.

Inversión, no gasto

El trafficker digital puede ser contratado directamente por las empresas para las que trabaja o bien puede formar parte de una agencia de marketing digital. En cualquier caso, es importante que tengan conocimientos técnicos y experiencia en plataformas de publicidad digital, como Google Ads, Facebook Ads, Instagram Ads, LinkedIn Ads, entre otras. Contar con un trafficker digital en la empresa tiene múltiples ventajas.

  • Ayuda a optimizar la inversión publicitaria y maximizar los resultados de la campaña, ya que tienen experiencia en la identificación de audiencias, definición de presupuestos y selección de formatos publicitarios.
  • Identifica las mejores plataformas para llegar a la audiencia adecuada y ajustar la estrategia en función de los resultados que se vayan obteniendo.
  • Mejora la eficiencia de la inversión publicitaria porque sabe cómo evitar gastos innecesarios y cómo obtener mejores precios en las plataformas publicitarias.

Caso de éxito

traffickers digitales caso de éxito

Aitor Fernández relata su experiencia como un profesional reconvertido en plena pandemia. “Yo fui comercial en mi empresa, la que vendí, y al ver que estábamos todos en casa encerrados lo que decidí fue darle una vuelta a mi Aitor profesional. Si no nos dejan salir, pero hay que seguir facturando qué se puede hacer.  Empecé a ver anuncios de Roberto Gamboa en los que decía que había una profesión sin paro, que puedes trabajar desde casa y podías ayudar a las empresas”, relata. Su vena de comercial, en la que podía seguir ayudando a diversos sectores, vio que esa rama podía ser para él, así que se puso a estudiar en el Instituto de Tráfico Online cinco meses -tres para asentar las bases y dos más avanzados y son asesoramiento- y hoy es su profesión.

Aitor Fernández trafficker digital

Su día a día como trafficker digital consiste en buscar clientes y ayudar a los que tiene, aunque reconoce que el boca a boca, gracias a la comunidad que ha trabajado por varios canales, le está dando muy buenos resultados. “Me levanto, llevo a mis hijas al cole, llego a casa, me pongo delante del ordenador a trabajar haciendo lo que tenga que hacer ese día -campañas, creatividades, textos, buscar información de la competencia de algún cliente, investigar el producto o al cliente-, recojo a las niñas, estoy con ellas en el parque hasta que mi mujer me hace el relevo y vuelvo a casa a seguir trabajando”, relata su día con la libertad que le da ser autónomo, por lo que él se marca sus horas. “Puedes dedicarle más tiempo a la familia, que al final lo que yo andaba buscando”, destaca, pero reconoce que aún no tiene menos estrés, ya que siempre hay cosas de las que estar pendientes para que todo salga perfecto, no olvidemos que hay dinero en juego y no hay que dar puntada sin hilo.

Me he especializado en Facebook y en Instagram Ads y lo que hago es poner anuncios en estas plataformas para conseguir que mis clientes lleguen a su meta. En este caso pueden ser gente que vaya a visitar una tienda, un gimnasio, una clínica dental, gente que se descargue un ‘lead magnet’ para poder conseguir sus datos y luego empieza a hacer una campaña de email marketing u otro tipo de campañas, etc”, explica su cometido.

Como una agencia

Sus principales clientes son pymes, autónomos, emprendedores, son pequeñas empresas que ahora mismo, pues necesitan más cartera de clientes y no se pueden permitir ir a una agencia de marketing grande. “Una agencia de marketing grande te va a dar un 360 completo y te van a pedir 2000, 3000 o 5000 euros al mes y muchas pequeñas empresas no se lo pueden permitir. Yo cobro menos, evidentemente, soy yo solo. Aunque sí que es verdad que tiro de compañeros que son expertos en otras materias en las que, a lo mejor, a mí se me escapan. La cantidad de trabajo que pueda dar una agencia de marketing más grande a lo que yo puedo abarcar es diferente, por lo cual ahí va el precio, no en cuanto a la calidad, porque yo me preocupo muy mucho para que todo salga al perfecto”, aclara. El trafficker digital asegura que se puede hacer algo pequeño y funcionar igualmente. “Al final esto es, lánzalo bien y una vez que ya has testeado y ves que los resultados son óptimos, empiezas a adornarlo y a hacerlo mejor”, detalla.

Aitor mencionó que trabaja codo con codo con varios profesionales que dan a sus servicios como freelance más empaque. “Cuando me llega un cliente, lo primero que hago es una investigación. Si veo que sus redes o su página web no están bien optimizadas, lo indico en un informe. Y animo a que el cliente haga esas mejoras o contrate a, por ejemplo, un social media que marque una estrategia en orgánico de cómo lo tiene que hacer y después entro yo”, enumera los pasos a seguir. Y pone un ejemplo para ilustrarlo, “si entras en un perfil de Instagram que solo se dedica a vender o que tiene una tienda de zapatos, pero tiene fotos de sus gatos y de sus vacaciones, pues no tiene sentido la publicidad. No transmites confianza como empresa”. Con esta filosofía el trafficker digital se ha creado una gran cartera de colaboradores independientes, cada uno es bueno en lo suyo, para entre todos sacar un producto tan bueno o mejor que una agencia de marketing más grande, asegura.

trafficker digital y social media

Como la televisión, pero mejor

Facebook es una plataforma donde, cada vez más, la publicidad es intrusiva. “Es como la tele o la radio, a diferencia, por ejemplo, de Google, donde tú vas a buscar zapatillas de colores”, explica el trafficker digital. “Estás en las redes sociales pasando el reto y de repenet, ‘¡Plaf!’, un anuncio. A través de una buena segmentación buscamos esos usuarios en concreto. Si buscas un sitio de veraneo y has hecho búsquedas en Internet, donde el pixel de Facebook está instalado -un pequeño trabajador- te hace un seguimiento para mostrarte anuncios según tus intereses”, desarrolla la manera en la que funciona. Otro ejemplo que nos pone es el de las tiendas de regalos, que pueden “atacar” para dar ideas para cumpleaños y celebraciones.

“A día de hoy que el orgánico cada vez va más lento y funciona peor. La publicidad en redes sociales lo bueno que tiene es eso que al final vas a llevar a gente a tu perfil, a tu tienda, a tu producto o a tu servicio. Antiguamente, tú ibas a Facebook o ibas a Instagram y te podías tirar una hora, dos horas, tres horas viendo todo lo que todos tus amigos publicaban. Ahora no. Ahora cada vez más se va cerrando más el círculo y cada vez más vas a ir viendo menos cosas de la gente a la que sigues”, nos recuerda que las redes sociales al final son empresas que buscan que se invierta en publicidad. Y esas promociones lo que hacen es reactivar las cuentas para que todos sus seguidores empiecen otra vez a interactuar con ella y que luego de manera orgánica la plataforma le enseñe todo lo que hacen.

Cómo empezar

Si usas las redes sociales como negocio porque lo que necesitas es tener clientes, siempre te tienes que rodear de gente profesional y que sepa lo que hace. Aquí no vale que tu sobrino, tu primo o el amigo de tu hijo que te lleve las redes”, deja claro. Lo importante es empezar desde lo básico que es tener una buena estrategia en orgánico y luego hacer campañas de vez en cuando. Y Aitor marca dos pautas:

  • El botón azul de promocionar lo considera un “tira-duros” porque no se puede segmentar tanto como es necesario y no se puede dirigir a todo el público que realmente está interesado en la empresa.
  • Una puesta a punto de la parte del ‘business manager’, que es la parte comercial de Facebook. Nos avisa que últimamente le llegan muchos casos en los que la red social ha cerrado cuentas publicitarias por haber hecho mal la configuración inicial o por no cumplir con las duras políticas de las publicaciones promocionadas. “No todo vale y hay que mantener unas reglas y Facebook no va a manchar su marca con, por ejemplo, publicidad engañosa”, recalca.

“Una buena estrategia en orgánico, una buena estrategia en marketing de pago y a funcionar sin más”, concluye trafficker digital.

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