“El desafío que supone conjugar la productividad, el crecimiento y la competitividad no es viable sin talento”
El talento se ha convertido en el bien más preciado que tienen las empresas. Es la clave que marca su competitividad y su capacidad de liderazgo. Sin embargo, la atracción y retención de ese talento no parece estar aún entre las prioridades de los consejos directivos. En el reciente estudio ‘Rol estratégico y nuevos retos de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones’, elaborado desde el Centro de Gobierno Corporativo de Esade y Mercer, se pone de relieve que en los consejos de administración falta cierta atención a los cambios en el talento, hacia dónde se mueve y, sobre todo, por qué.
Sin esa monitorización, es muy probable que la dirección de una empresa no sea consciente de los riesgos de perder a valiosos profesionales.
Con este panorama a la vista, los resultados del informe aconsejan a la Comisión de Nombramientos y Retribuciones (CN&R) que impulse medidas que impidan esta fuga o simplemente la no llegada de talento mediante una estrategia clara que combine retribuciones atractivas, planes de desarrollo y paquetes de beneficios.
Lo que deja claro esta primera conclusión es que las CN&R tienen en el talento una asignatura pendiente y para mitigarlo deben observar e integrar las nuevas tendencias en el debate estratégico. Un debate en el que deberán entrar de manera creciente aspectos vinculados a propuestas de valor al empleado, diferenciales e individualizadas, que forman parte de los objetivos de los equipos de dirección tanto en el corto como en el largo plazo.
De cara al futuro, las CN&R deben promover, apoyándose en los gestores, la incorporación de prácticas más innovadoras que contribuyan a generar ventajas competitivas o a prepararse mejor ante las disrupciones que pueden aparecer en la gestión empresarial.
Otro de los principales retos que enfrentan las CN&R, muy ligado al anterior, es la revisión de las políticas de retribución, que debe asegurar el establecimiento de baremos razonables, transparentes y basados en el desempeño. A eso hay que sumar la mayor presencia de los criterios ESG, que van a fortalecerse en los próximos años, y que las CN&R deberán tener en cuenta también al evaluar los perfiles de los candidatos a incorporarse al consejo y también en el diseño de los esquemas de retribución.
Nos gustaría destacar también un aspecto que cada día cobra más importancia en la sociedad, y por extensión en las empresas, y es el compromiso de las CN&R, y los consejos en general, en el avance de la diversidad, la equidad y la inclusión. Según el estudio, este nivel de compromiso de los consejos y las CN&R es muy alto, de un 85%, aunque este dato desciende al 62% en la disponibilidad de las métricas o herramientas que permiten el seguimiento de este indicador.
En la misma línea, aparece el reto de la mayor presión regulatoria para impulsar la diversidad de género en los consejos de administración, debido a la futura transposición de la nueva directiva europea sobre la paridad en los órganos de administración.
En definitiva, el informe, basado en más de 100 encuestas, nos da más pistas sobre cómo perciben los propios consejeros el funcionamiento de los consejos de administración en ámbitos donde las CN&R se involucran especialmente. Así, por ejemplo, el 85% de los encuestados considera que existe un alineamiento entre la estrategia de personas que debate y aprueba el consejo con las políticas y prácticas que aprueba e implementa el equipo directivo.
Un porcentaje que desciende notablemente al preguntar si las CN&R y el consejo discuten con frecuencia la gestión del capital humano y el talento; o si están abordando los planes de sucesión del presidente y el resto del consejo.
Y aquí volvemos al inicio, al desafío que supone para las empresas conjugar la productividad, el crecimiento y la competitividad. Ninguna de las tres es viable sin talento, aunque algunos sigan sin verlo.