El 25 de enero se celebra un día importante para todos los que nos dedicamos a este noble arte de juntar palabras y creatividad, con el objetivo de llegar a ti y lograr que nos hagas solo un poco de caso. Es el Día de la Publicidad, también conocido como el Día de San Publicito y San Publicita. Un día con una historia muy poderosa detrás, que encontrarás en los evangelios y que habla de un tal Pablo que logró convencer a muchos a través del poder de la persuasión.
En definitiva, un día para reflexionar sobre la importancia de los mensajes que lanzamos y de los objetivos que buscamos con ellos. Y cuando ya tienes la suerte de poder comunicar con un propósito claro, que logre hacer el mundo un poquito mejor, puedo asegurarte que eres una persona muy afortunada.
Porque comunicar con propósito implica que las empresas no solo han comprendido y definido su propósito más allá de la mera rentabilidad, sino que también han fortalecido sus agendas ambientales, sociales y de buen gobierno para impactar positivamente en la sociedad. Aquellas compañías que son capaces de comunicar con propósito han entendido la importancia de dar a conocer sus buenas acciones, logrando así generar un valor real.
Muchas veces escuchamos que hay compañías con cierta reticencia a comunicar sus acciones más sostenibles por miedo a ser juzgadas por ello. Nada más lejos de la realidad. Para comunicar tu propósito muchas veces tienes que dar a conocer las cosas buenas que logras por orientarte hacia él. Comunicar quién eres, qué impacto positivo quieres dejar y qué hacer para lograrlo.
Por eso, la adopción de estos propósitos y prácticas sostenibles debe ir siempre acompañada de una comunicación y un reporte efectivos, esenciales para que las empresas puedan transmitir su misión, visión y valores, y llegar a sus diferentes públicos.
Debemos entender que comunicar sostenibilidad significa ser coherentes, no perfectos. Por lo tanto, no deberíamos dejar de comunicar la sostenibilidad y el propósito por miedo al greenwashing. En este sentido, creo firmemente que comunicar lo que se hace bien no es solo un deber, sino también una oportunidad para construir confianza y gestionar de manera inteligente la reputación de una marca, siempre desde la honestidad y la transparencia.
Además, el hecho de comunicar nuestros logros y desafíos fortalece nuestra personalidad de marca, motiva a nuestros empleados, fomenta el orgullo de pertenencia, aumenta la satisfacción de nuestros clientes y, en definitiva, fortalece las relaciones comunitarias.
Por todo ello, aunque cada vez son más las compañías que entienden la importancia de este enfoque, no he querido desaprovechar esta ocasión que nos brinda San Publicito para animar a todas las empresas, organizaciones e instituciones a influir efectivamente en el entorno, mientras construyen un legado duradero tanto en su marca como en la sociedad a la que se dirigen.
¡Feliz Día de la Publicidad!