Los bancos centrales han generado una espiral perversa en las principales economías desarrolladas, una burbuja de gasto público masivo que ha elevado las cifras de deuda soberana hasta máximos históricos. La Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE), entre otros, mantendrán esta tendencia en 2025, esa especie de pacto no escrito con los gobiernos, la ‘carta blanca’ para mantener intacta la orgía presupuestaria en un escenario de todavía elevada inflación.
La ‘batalla’ de los bancos centrales, responsables de la política monetaria, se centra desde hace años fundamentalmente en la sostenibilidad del coste de la deuda pública, no en el control de los niveles de precios. En el caso europeo, el BCE se ‘abraza’ en este aspecto con la Comisión Europea (CE), que favorece esta estrategia y no sanciona con dureza los fuertes incrementos de gasto de los países miembros. La estabilidad presupuestaria no es una ‘línea roja’ del Ejecutivo comunitario.
Solo así podemos comprender que el bono a diez años de España pague hoy menos interés que hace 20 años (ligeramente por encima del 3%, frente al 3,6%-3,7% de finales de 2004) a pesar de que el endeudamiento soberano nacional se haya multiplicado por más de cuatro -1,63 billones en octubre de 2024, frente a 390.000 millones de euros a cierre de 2004- y de que nuestro país acumule casi dieciséis ejercicios financieros con abultados déficits en sus cuentas públicas.
“El gasto público crece casi el doble que el PIB y aporta más de la mitad del crecimiento, la estabilidad presupuestaria no es una ‘línea roja’ para Bruselas”
De cara al ciudadano, el mensaje es otro: el PIB crece más en España que en sus comparables europeos e, incluso, globales. Y esto es cierto, pero el aumento en la capacidad de generación de riqueza en nuestro país se debe, principalmente, al aporte del Estado, ya que más de la mitad del incremento se debe al gasto público, que sube casi el doble que el conjunto de la economía en comparativa interanual con un porcentaje elevado a cargo de la deuda pública. Vamos con los datos.
En tasa interanual, la economía española creció un 3,3% en el tercer trimestre -un 0,8% respecto al segundo-, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto ‘revienta’ cualquier previsión, y todos los organismos se han visto obligados a revisar al alza sus pronósticos para el conjunto de 2024. El Banco de España ya lo cifra en el 3,1%, concretamente, lo que implicaría un PIB total de más de 1,54 billones de euros en el ejercicio que acabamos de despedir.
El principal motor de este crecimiento es el gasto público, que, sin incluir a los ayuntamientos, aumenta a un ritmo del 6,3% interanual. Según datos de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), el Estado central, las comunidades autónomas y la Seguridad Social desembolsaron entre enero y octubre más de 532.000 millones de euros. La segunda partida que más crece, por cierto, es la de los intereses de la deuda, con un repunte interanual del 11,6% para superar los 31.600 millones de euros.
El coste de las pensiones aumenta un 7,1% y ya concentra dos de cada cinco euros del gasto de la Administración Pública, más de 213.600 millones hasta octubre. Y, para 2025, con un aumento del 2,8% en las contributivas y del 9% en las no contributivas, el gasto de la Seguridad Social volverá a batir todos los registros. Igual que los salarios de los funcionarios, que concentra uno de cada cinco euros del presupuesto.
Para sostener estas tres partidas descontroladas -pensiones, empleados públicos y deuda- y que el Tesoro no tenga que recurrir aún más al dinero de los inversores, las distintas autoridades tributarias trabajan a pleno rendimiento para extraer el máximo capital posible de los contribuyentes. Los ingresos fiscales gestionados por la Agencia Tributaria (AEAT) crecieron un 8,3% hasta noviembre, con un fuerte incremento del 13,5% en Sociedades.
Las subidas de impuestos -más de 80 en los últimos seis años- volverán a ser protagonistas en 2025, ya que el Gobierno pretende agotar la legislatura y tiene otros dos años de ‘colchón’ (2026 y 2027) para anunciar posibles rebajas. Eso tampoco cambia. Feliz Año de la recaudación récord para todos y preparen sus bolsillos.