“La contratación de un interim manager no es una señal de debilidad de una empresa, sino todo lo contrario: un acto de inteligencia empresarial”
En el vertiginoso mundo de los negocios, las pequeñas y medianas empresas (pymes) afrontan, a menudo, desafíos únicos que pueden poner en riesgo su viabilidad y su desarrollo. Estas empresas, a diferencia de las grandes corporaciones, carecen de los recursos internos necesarios para abordar problemas complejos de gestión, implementar cambios estratégicos o superar crisis repentinas. Aquí es donde entra en juego la figura del interim manager, desempeñando un papel crucial en el impulso y la estabilidad de estas organizaciones.
Un interim manager es una figura profesional, con amplia experiencia y cualificación, que se incorpora temporalmente a una empresa para desarrollar una labor directiva concreta, mentorizar a personas junior que se incorporan en la organización o resolver una situación puntual que permita a la empresa mejorar su desarrollo y evolución.
Esta figura se distingue por la capacidad de adaptación a los nuevos entornos, así como su habilidad para tomar decisiones efectivas en situaciones de alta presión. Su presencia en una pyme puede ser transformadora, proporcionando una inyección de experiencia, liderazgo y conocimiento en un área concreta, que puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
¿Cuáles son las ventajas de contar con un interim manager?
Una de las principales ventajas radica en la capacidad del interim manager para aportar una perspectiva externa imparcial. Al no tener vínculos emocionales arraigados con la empresa se puede observar la situación de manera más objetiva y proponer soluciones innovadoras que, en ocasiones, pueden pasar desapercibidas para el equipo interno.
Esta visión fresca suele tener un gran valor para las pymes que enfrentan desafíos y retos complejos, como una reestructuración organizacional, la expansión a nuevos mercados con diferentes culturas o la gestión de una crisis concreta.
Además de la interesante perspectiva externa, los interim managers suelen poseer una amplia experiencia en diversos sectores y disciplinas. Esta diversidad de conocimientos les permite adaptarse a una amplia gama de situaciones y desafíos profesionales. En función de su ámbito de experiencia pueden trabajar en marketing, recursos humanos, finanzas o gestión de proyectos. Y su profesionalidad puede aportar habilidades específicas que complementan las capacidades existentes en la empresa, fortaleciendo su capacidad para innovar y competir en los mercados.
Otra ventaja crucial del interim manager es su capacidad para actuar con rapidez y eficacia. En un entorno empresarial en constante cambio, las decisiones tardías pueden tener consecuencias devastadoras. Los interim managers están acostumbrados a enfrentar desafíos urgentes y tomar medidas decisivas para abordarlos. Esta agilidad y determinación pueden ser fundamentales para ayudar a una pyme a superar obstáculos críticos y aprovechar oportunidades emergentes antes de que sea demasiado tarde.
Además del papel más objetivo en la toma de decisiones, también acompañan en la transferencia de conocimientos y habilidades dentro de la organización. Pueden actuar como mentores y coaches para el equipo interno, compartiendo sus experiencias y enseñando mejores prácticas que se pueden mantener una vez dejen la empresa. Esta transferencia de conocimientos no sólo fortalece la capacidad interna de la pyme, sino que también crea una cultura de aprendizaje continuo que es esencial para un crecimiento sostenible.
Es importante destacar que la contratación de un interim manager no es una señal de debilidad de una empresa, sino todo lo contrario: un acto de inteligencia empresarial. Reconocer la necesidad de experiencia externa y recursos adicionales en momentos delicados o críticos o de desarrollo y expansión demuestra visión estratégica y compromiso con el éxito a largo plazo. De hecho, muchas pymes que han recurrido a esta figura han experimentado mejoras significativas en su rendimiento, eficiencia operativa y rentabilidad.
La figura del interim manager puede resultar muy interesante en el ecosistema empresarial, porque, en ocasiones, no hacer nada es la peor opción.