Alfonso Sánchez Vicente, director gerente de EMT Madrid, analiza los pasos de la capital para avanzar en sostenibilidad en el transporte
En 2023, Madrid cumplió por segundo año consecutivo -y por segunda vez en su historia- con la Directiva de Calidad de Aire de la Unión Europea. Madrid aleja así la negra nube de polución y malos presagios con los que muchos intentaron condicionar a los madrileños. Sin ir más lejos, en junio de 2019, cuando eligieron a José Luis Martínez-Almeida como alcalde.
Ha habido cuatro años de intenso trabajo, liderado por el alcalde y por el delegado de Medio Ambiente y Movilidad (hoy también de Urbanismo), Borja Carabante. Ha habido un plan claro, al que se llamó Madrid 360, y una silenciosa pero activa mayoría de madrileños, que, con su responsabilidad y con acciones cotidianas, como elegir el transporte público, nos han llevado a algo inédito en la capital de España: que cumplimos con la calidad de nuestro aire.
De aquellas interminables jornadas de trabajo en el palacio de Cibeles surgió un plan de sostenibilidad ambiental para la ciudad que se basa en una visión integral al problema de la contaminación en la ciudad. Desde luego, la movilidad, pero también las ayudas al ciudadano para que renovara el envejecido parque de coches. También, las calefacciones, con medidas de apoyo y ayudas para que los ciudadanos pudieran cambiar sus viejas calderas de carbón.
Y así, la visión de 360 grados que afecta a muchos sectores hizo que aquel plan se llamara, inevitablemente, Madrid 360. Esa marca que hoy vemos los madrileños en tantos lugares y vehículos limpios de la flota de limpieza, recogida de basuras y hasta en muchos autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT).
"Una silenciosa pero activa mayoría de madrileños, con su responsabilidad y con acciones cotidianas, nos han llevado a cumplir con la calidad de nuestro aire”
La movilidad sostenible, la electromovilidad, es parte sustancial de este plan que muestra por segundo año consecutivo su éxito. Quizás la mayor satisfacción que pueda tener un gestor de lo público es poder hacer cosas efectivas para mejorar la vida de los ciudadanos. Y estos cuatro años han estado plenos de trabajo, medidas, acciones, ideas hechas realidad en lo que ha sido una importantísima transformación de la movilidad de Madrid.
La EMT ha sido quizás el agente silencioso, pero más activo, de esta transformación. Una corporación puede tomar medidas muy efectistas, pero no siempre estas son las más efectivas. La estrategia -que luego se plasmó en nuestro Plan Estratégico 2021-2025 con 1.000 millones de euros de inversión prevista- fue aportar una movilidad sostenible y de alta calidad a los madrileños para que sus movimientos no ocasionaran la emisión de partículas y gases de efecto invernadero.
El tiempo nos ha dado la razón, este año EMT ha superado los registros del mejor año de la serie histórica, 2019, y ha batido récords de viajeros que databan de 2007, cuando los parámetros de la movilidad era otros. Y bajando espectacularmente sus emisiones.
El 100% de la flota de EMT Madrid es limpia, han desaparecido de la flota municipal los autobuses diésel, hemos renovado el parque de bicicletas públicas y las bases y estamos creando hubs de movilidad eléctrica por toda la ciudad.
Hay medidas que se ven mucho y que nos ponen una sonrisa de satisfacción, como cuando los madrileños responden masivamente a los días de gratuidad de EMT, ideados para apoyar y mejorar la movilidad en días claves y conflictivos. Hay otras que los madrileños no ven, pero sí sienten: la implementación y proliferación de infraestructuras de recarga y generación de electricidad en nuestros Centros de Operaciones han permitido que estemos cerca de tener 300 autobuses eléctricos, camino del 100% de la flota eléctrica en 10 años, con lo que supone de aire limpio y confort para el viajero.
Este enorme esfuerzo se ha basado en las ganas de trabajar de un equipo que componen ni más ni menos que los cerca de 10.000 trabajadores de EMT, comprometidos con que los madrileños tengan un aire limpio y puedan moverse cómoda y tranquilamente en sus autobuses. Un trabajo con visión de 360 grados y 365 días al año.