Las empresas no financieras cerraron el primer semestre del año con una fuerte caída del 69,6% en su resultado ordinario neto en comparación con el mismo período del año anterior, cuando creció un 1,8%, por el impacto en la actividad derivado de las medidas de contención del Covid-19, según datos de la Central de Balances del Banco de España.
El documento publicado este lunes por el organismo supervisor explica que los datos del primer semestre de 2020 de la Central de Balances Trimestral (CBT) indican que las medidas de contención introducidas en el contexto de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 tuvieron un fuerte impacto negativo sobre la actividad, si bien se aprecian "diferencias notables" entre las empresas de la muestra.
Esta evolución se tradujo en una brusca contracción de los excedentes ordinarios y de los niveles de rentabilidad, llevando incluso a que el resultado neto final presentara un valor agregado negativo, lo que no sucedía en la CBT desde 2002.
La acusada caída del resultado ordinario neto se explica por el hecho de que la negativa evolución de la actividad se trasladó al resultado económico bruto (REB) -resultado de restar al VAB los gastos de personal-, que descendió un 39,1%, al tiempo que los ingresos financieros se redujeron significativamente (-31%), muy influidos por el fuerte retroceso de los dividendos recibidos (-38,1%).
Por su parte, los gastos financieros siguieron cayendo, un 11%, como consecuencia, fundamentalmente, del descenso de los costes medios de financiación.
La evolución de los ingresos y los gastos atípicos, junto con la del gasto por el impuesto sobre Sociedades, llevó a que el resultado neto final del semestre para el conjunto de las empresas de la CBT se situara en valores negativos, lo que no ocurría en la muestra trimestral desde 2002. Concretamente, expresado en porcentaje sobre el VAB, este excedente se situó en el -21,2%, frente al 23,9% del primer semestre de 2019.
SECTOR INDUSTRIAL
En este contexto, las ventas se redujeron un 22,5%, afectando tanto a las realizadas en España como, en mayor medida, a las exportaciones, que perdieron algo de peso respecto al total de las ventas. Las compras cedieron un 30%, con una caída algo más intensa en las importaciones que en las compras nacionales, aumentando el peso de estas últimas del 69,8% entre enero y junio de 2019 al 71,9% en el primer semestre de 2020.
Por sectores, se observaron disminuciones del VAB en todas las ramas de actividad, si bien fue especialmente intenso en la rama industrial (-37,6%), principalmente por las caídas en refino, en el de fabricación de material de transporte y en el de industria química.
Tras el industrial, el segundo sector más afectado fue el denominado "resto de las actividades", con una disminución del VAB del 29,4%, destacando dentro de este agregado el comportamiento especialmente negativo de las empresas del sector de transporte, con un descenso del 40%; al tiempo que en el sector de comercio y hostelería la caída fue del 20,7%, al verse muy afectado por las medidas de confinamiento.
En el otro extremo, las ramas en las que se produjo una contracción más moderada fueron la de energía (-5,5%) y la de información y comunicaciones (-13,5%).
EMPLEO Y GASTOS DE PERSONAL
La Central de Balances del Banco de España apunta que la caída del empleo fue del 5,4% en términos medios del primer semestre. Este descenso recoge el impacto de los trabajadores afectados por los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), ya que no están incluidos en las cifras de empleo medio del primer semestre de 2020.
Según el documento, la caída se concentró fundamentalmente en el colectivo de trabajadores temporales, con una reducción del 17,7%, mientras que el personal fijo se redujo de forma más moderada (-2,9%). El porcentaje de empresas que destruyeron empleo, en términos de la media del semestre, se elevó en casi 12 puntos porcentuales en comparación con un año antes, situándose en el 48,4%.
El detalle sectorial evidencia que el descenso del empleo fue generalizado, afectando a todas las ramas de actividad, aunque con distinta intensidad. Las caídas más pronunciadas se registraron en el sector de comercio y hostelería y en el de industria, con descensos del 7,3% y del 6,5%, respectivamente.
En el resto de las ramas, las disminuciones del número medio de trabajadores fueron algo más moderadas, oscilando entre el 2,4% registrado en el sector de la energía y el 4,3% en la rama que aglutina al resto de las actividades.
De su lado, las remuneraciones medias presentaron un incremento moderado (del 0,6%) entre enero y junio de 2020, frente al 2,4% al que habían crecido un año antes.
De esta forma, los gastos de personal experimentaron un retroceso del 4,8% en los seis primeros meses del año en la comparativa interanual, lo que se explica por la desaceleración en el ritmo de crecimiento de las remuneraciones de los trabajadores y por el descenso de las plantillas.
ENDEUDAMIENTO
Además, las compañías aumentaron su endeudamiento para financiar los mayores déficits de explotación, y también creció ligeramente el porcentaje de los beneficios ordinarios (resultado económico bruto más ingresos financieros) destinado al pago de intereses, quebrándose la tendencia descendente de esta ratio en los últimos años.
Así, para el conjunto de los seis primeros meses de 2020, se produjo una fuerte contracción del valor añadido bruto (VAB), de un 22% en términos nominales e interanuales, que contrasta con el aumento del 0,5% registrado en el primer semestre de 2019.
Esta evolución llevó a que una proporción elevada de compañías registraran déficits de explotación, lo que, junto con las inversiones en activos fijos y las amortizaciones de deuda, hizo que cerca del 60% de las empresas de la CBT presentaran necesidades de liquidez, por un volumen equivalente a más del 120% del VAB de la muestra.
El descenso del resultado ordinario neto propició que las ratios medias de rentabilidad ordinaria se redujeran drásticamente: dos puntos la del activo y más de tres puntos la de los recursos propios, situándose en un 2% y en un 2,1%, respectivamente.
Por último, para cubrir las mayores necesidades de liquidez registradas entre enero y junio, en el contexto de la pandemia de Covid-19, las empresas aumentaron su endeudamiento, con un aumento de la ratio de deuda sobre el activo neto, que se situó, al final del primer semestre en un 43,2%, 1,5 puntos por encima del dato registrado al cierre del ejercicio previo.
El Banco de España apunta que aunque el nivel de endeudamiento en junio de 2020 superó al del cierre de 2019, en términos de la media del primer semestre su nivel fue ligeramente inferior al del mismo período del año anterior.