El Gobierno ha concedido dos años más de plazo a la Fundación Ibercaja para reducir su participación de control en el banco al que transfirió su negocio financiero por debajo de una cuota de control ante la situación creada por el Covid-19, lo que de facto implica que le da plazo hasta el 2022 para saltar a Bolsa.
Se trata de una de las medidas incluidas en el borrador del Real Decreto-Ley que entró al Consejo de Ministros este martes con más de 50 iniciativas para ayudar a empresas, familias, autónomos y trabajadores a mitigar el impacto de la crisis.
El documento argumenta que, en la actual situación de crisis sanitaria, social, económica, la obra social de las fundaciones bancarias “adquiere una relevancia aún mayor” y para garantizarla modificará la Ley 26/2013 de cajas de ahorros y fundaciones bancarias a fin de extender en dos años el plazo de desinversión previsto para las fundaciones bancarias con participación mayoritaria en entidades de crédito.
Uno de los compromisos adquiridos por España con la Troika cuando Europa ayudó a rescatar antiguas cajas de ahorros y algún banco en el año 2021, fue que sus Fundaciones dejasen de controlar los bancos a los que habían transferido el negocio financiero e hiciese una hucha de capital significativa para poder auxiliarles en caso de dificultades.
La mayoría redujo dicha participación de control, como es el caso de Caixabank o Liberbank y Kutxabank optó por construir la hucha denominada como fondo de reserva. Unicaja e Ibercaja también proyectaban reducir la participación por debajo del 50% con colocaciones en bolsa.
La malagueña, que ya cotiza en el parqué desde hace tiempo, preveía reducir la participación accionarial en Unicaja en un 9,9% aún, pero a principios del ejercicio decidió crear el fondo de reserva y blindarse así, manteniendo un control accionarial sobre su banco.
La intención declarada de Ibercaja era reducir su casi 88% en el banco a un 40% saliendo a cotizar. A finales de 2018 fichó como asesor independiente a Rothschild y posteriormente a JP Morgan y Morgan Stanley y JPMorgan como coordinadores globales de la oferta y a Bank of America Merrill Lynch y a UBS para colocar las acciones.
La entidad aragonesa proyectaba dar el salto al parqué antes del verano cuando aún no había estallado la crisis sanitaria, aunque lleva tiempo solicitando al Gobierno un cambio en los calendarios ante la volatilidad de los mercados.
El Real Decreto-Ley agrega ahora un artículo a la ley de cajas del 2013 para hacerlo posible y establece que aquellas fundaciones bancarias que cuenten con un programa de desinversión aprobado por el Banco de España podrán optar por la ampliación del plazo para cumplir el objetivo de desinversión hasta en dos años adicionales.
Para acogerse al mismo fija dos condiciones: presentar una modificación de su programa de desinversión, y constituir un fondo de reserva con, al menos, un 50% de los importes recibidos de la entidad de crédito participada en concepto de reparto de dividendos cada año.