Abrir una cuenta bancaria nueva no es algo que se realice a menudo por lo que puede que no estemos seguros de cómo es el proceso y de si estamos acertando o no con nuestra elección. A la hora de abrir una cuenta bancaria online tenemos dos opciones: contratar la cuenta a través de la página web del banco o descargando la app de la entidad en nuestro teléfono móvil. Si elegimos esta segunda opción, podremos empezar a operar en tan solo 10 minutos.
Un proceso cada vez más sencillo
La pereza de tener que cambiar la domiciliación de la nómina, la pensión o la prestación por desempleo y los recibos del hogar o, sencillamente, creer que por ser clientes de toda la vida se nos dará un mejor trato son solo algunos de los motivos por los que aún a día de hoy en España tenemos como asignatura pendiente cambiar de banco cuando estamos descontentos con las condiciones.
Sin embargo, desde el pasado julio de 2014 es posible solicitar la portabilidad bancaria según la Directiva 2014/02/UE. Este proceso, similar al que se utiliza en telefonía, debe ser gratuito y, en principio, no debe ocasionar dolores de cabeza al cliente, explican fuentes del comparador bancario HelpMyCash.com. De manera que ninguno de los bancos implicados debe poner trabas a la hora de compartir la información sobre domiciliaciones o transacciones. Tan solo necesitaremos nuestro documento de identidad y 10 minutos de nuestro tiempo.
Abre tu cuenta en tan solo 10 min
Contratar una cuenta a través de Internet desde el sofá de casa y a prácticamente cualquier hora es posible. En marzo de 2016, el SEPBLAC autorizó la verificación de datos de nuevos clientes por videoconferencia; desde entonces, el número de bancos que permiten abrir una cuenta mediante videollamada se ha multiplicado.
El pionero en España fue BBVA que desde hace al menos tres años permite abrir cualquiera de sus cuentas sin necesidad de desplazarse hasta una oficina o tener que enviar documentación por correo postal. Bankia, imaginBank, Abanca, Opebank, Ferratum Bank o N26, entre otros, también se han sumado a la lista de bancos que permiten abrir una cuenta a través de la app en tan solo unos minutos.
El proceso de apertura es muy similar en todos los casos. Para poder realizar el alta de la cuenta bancaria con éxito será necesario tener nuestro smartphone, conexión a Internet y nuestro DNI o NIE. A continuación, será necesario descargar la aplicación del banco en nuestro teléfono móvil. Una vez descargada, tendremos que rellenar un sencillo formulario con nuestros datos personales para proceder a la videoconferencia.
¿Qué tengo que hacer durante la videollamada?
En cuanto enviemos nuestros datos, un agente de la entidad se pondrá en contacto con nosotros mediante videoconferencia. Para que el proceso se realice de forma ágil es necesario estar en un lugar tranquilo, con suficiente luz y con el menor ruido posible. Este agente nos hará algunas preguntas con el fin de confirmar nuestros datos personales.
En algunos casos, el agente se asegurará de que estamos abriendo la cuenta libremente y de que conocemos de antemano las ventajas y requisitos de esta. Para finalizar y para evitar posibles fraudes, tendremos que mostrar el anverso y reverso de nuestro documento de identidad. Incluso será necesario moverlo varias veces para que el agente se asegure de que no se trata de un documento falso.
Una vez finalizado el proceso, nuestra cuenta estará lista para empezar a operar, aunque en algunos bancos el proceso de verificación puede demorarse algo más. Eso sí, será necesario esperar entre uno y cinco días hábiles (dependiendo del banco) para recibir las tarjetas asociadas a la cuenta. Todo esto, sin necesidad de acudir hasta una oficina, depender de su horario, realizar largas colas ni tener que enviar documentación por correo postal.
Cambiar de banco para duplicar las ventajas
No es necesario que cambiemos de banco si estamos satisfechos con el servicio o los productos contratados. Simplemente, podemos abrir una cuenta adicional en otro banco para beneficiarnos de las ventajas extra que no ofrece el nuestro, como, por ejemplo, una tarjeta que permita pagos en el extranjero más económicos, una cuenta para compartir gastos con compañeros de piso o nuestra pareja o una nueva cuenta para ahorrar.