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Inflación y desempleo: las mayores preocupaciones de los españoles

La principal preocupación para el 46% de los españoles continua siendo el desempleo La preocupación por la inflación creció en abril en España un 21%, en comparación con el mes anterior, y se sitúa en un segundo puesto entre los principales problemas de los españoles, según el estudio 'What Worries' elaborado por la compañía de investigación Ipsos, cuya muestra abarca las opiniones de los ciudadanos de hasta 27 países. Así, para el 34% de los españoles la inflación es su principal preocupación, un porcentaje menor al 46% de los españoles que continúan teniendo como principal preocupación el desempleo. "La subida del precio de la energía y materias primas y los efectos de la guerra de Ucrania han provocado que se dispare la inflación", han explicado desde Ipsos. "Por su parte, los consumidores llevan notando esta alza en los costes en sus bolsillos desde hace semanas y se muestran cada vez más preocupados por el impacto en sus economías personales", han añadido. A nivel mundial, la inflación se sitúa por primera vez desde 2013, año en el que se incluyó en la encuesta, como la principal preocupación. Es el asunto que genera mayor inquietud para un 32% de los encuestados, un 6% más que hace un mes. En comparación con los resultados de hace un año, el incremento es todavía "más significativo", ya que por aquel entonces era la primera preocupación para tan solo el 10% de la población mundial. Actualmente, la inflación se posiciona por delante de otras cuestiones como la pobreza y la desigualdad social (31%), el desempleo (29%), la delincuencia y la violencia (25%) o la corrupción financiera y política (24%). Por el contrario, las consecuencias de la pandemia, que hasta hace pocos meses eran una de las principales preocupaciones, caen por segundo mes consecutivo a su nivel…
Desde la vicepresidencia del BCE se descarta un crecimiento negativo para este año, pero una inflación alta por los precios de las materias primas El Banco Central Europeo (BCE) cree que la inflación se reducirá en la segunda mitad del año si bien se mantendrá en niveles altos, en torno al 4%, en el último trimestre del año y estima una ralentización del crecimiento, que seguirá siendo positivo en el presente ejercicio. El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha detallado que "estamos cerca del pico" y "vamos a empezar a asistir a una caída de la inflación en el segundo semestre del año" si bien los niveles continuarán siendo altos en el cuatro trimestre: "la inflación será superior al 4%". En la que ha sido su primera comparecencia en la Comisión de Economía en la Eurocámara desde 2019, de Guindos ha descartado un crecimiento negativo para el presente ejercicio aunque ha incidido en que "la hipótesis de referencia es que tendremos crecimiento bajo pero inflación alta" por los altos precios de las materias primas. En este sentido, el vicepresidente del BCE ha apuntado que la extrema volatilidad de los precios ha provocado "cierta tensión" en los mercados de derivados de materias primas, aunque hasta el momento "no ha habido ningún incidente importante". Preguntado sobre el impacto económico de la guerra en Ucrania, de Guindos ha señalado que "los bancos tienen liquidez y pueden resistir el impacto" aunque ha alertado de que el mayor riesgo de un bajo crecimiento y una alta inflación radica en la "rentabilidad de las empresas" en Europa. "Estas corporaciones van a reducir su rentabilidad y esto tendrá un impacto sobre los bancos", ha pronosticado el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), que ha argumentado que los grupos corporativos "van a sufrir por…
Las perspectivas positivas en la estabilidad de la economía ha aumentado en un 43%, pero la inflación y el conflicto entre Rusia y Ucrania pueden frenar este crecimiento A medida que se disipan las restricciones y los desafíos relacionados con la pandemia de la COVID-19, las empresas españolas aumentan su confianza. Concretamente, estas perspectivas positivas en la estabilidad de la economía ha aumentado en un 43%, según el resultado del estudio sobre las Perspectivas Empresariales de IHS Markit con las conclusiones del mes de marzo. Esta cifra se mantiene en concordancia con el promedio de la zona euro, y ligeramente por encima del registrado a nivel mundial (+41 %). Concretamente, las empresas del sector servicios (+45 %) han mantenido un mayor nivel de confianza que sus homólogos del sector manufacturero (+35% ). No obstante, es previsible que esto cambie en los próximos meses, ya que esta encuesta se realizó principalmente antes de la escalada de la crisis entre Rusia y Ucrania, lo cual ha provocado una creciente preocupación por los posibles impactos en la actividad económica, la confianza y los precios, especialmente de la energía. De hecho, la inflación sigue siendo una inquietud más generalizada entre las empresas encuestadas, y la persistente escasez de productos relacionadas con la pandemia y los aumentos de precios asociados siguen siendo una amenaza notable para las perspectivas empresariales según la encuesta de febrero de 2022. Proyecciones positivas para el empleo Según el estudio, las proyecciones positivas de crecimiento y actividad continuaron apuntalando las intenciones de contratación en febrero de 2022, y su respectivo resultado neto aumentó levemente, hasta alcanzar el 19 %, frente a +18% registrado en la encuesta anterior, elaborada en octubre de 2021. No obstante, las previsiones sobre la dotación de personal siguen siendo menos optimistas que a nivel europeo y mundial…
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, trata con Capital cómo espera gestionar España la crisis derivada de la guerra en Ucrania, así como el problema de las pensiones y el incremento de la inflación, entre otros muchos aspectos Cicatrices del destino. Cuando Dmitri Shostakóvich, en diciembre de 1960, daba vida a los primeros compases de su 13ª sinfonía, consagrada a inmortalizar la masacre de 200.000 judíos de Kiev por el Ejército rojo, nacía José Luis Escrivá. Sesenta y un años después, la casualidad con nombre de tragedia se sitúa de nuevo en Ucrania, y nuestro ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones la vive en Madrid, pero muy de cerca. Desde que Putin ordenó un ataque a gran escala, el pasado 24 de febrero, el asedio y los bombardeos en distintas ciudades ucranianas por parte de las tropas rusas no han parado. Tampoco la huida de civiles de la invasión, títeres del horror y la inconsciencia, que ha generado la peor crisis de refugiados que se vive en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. El Ministerio que dirige Escrivá, a principios de esta semana, ya había concedido 50.000 autorizaciones de residencia y trabajo por protección temporal a desplazados por la invasión a Ucrania. En semanas de actividad ministerial frenética, el que fuera primer presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal desde marzo de 2014 hasta su nombramiento como ministro, atiende a Capital e inmerso en la gestión de acogida de los refugiados insiste en la complejidad de estimar el número exacto de llegadas: “Según los datos que manejábamos a finales de la semana pasada, entre las personas que ya habían recibido la protección temporal y los que ya tenían cita previa podríamos estar hablando de unos 90.000. A esa cifra habría que añadir a…
Por Borja Carrascosa, director de Capital España enfila su decimoquinto año consecutivo de déficit público disparado en un contexto en el que se suman dos factores que se escapan del control del Gobierno: un recorte fuerte de las previsiones de crecimiento a nivel global -nuestro país sufre más que el resto y apenas crecerá un 4%- y una inflación exacerbada -de nuevo, somos campeones globales en el incremento de precios-. Y, en medio, la guerra de Ucrania y los envites con cierto miedo de los países miembros de la OTAN. Este escenario rodeado de misiles, que los economistas llaman estanflación -suena casi tan mal como lo son sus efectos, el estancamiento más la inflación-, puede saltar definitivamente por los aires si se produce una subida de tipos de interés. Y la reacción del mundo globalizado probablemente irá en contra del proyecto mundial que pretenden los bancos centrales, que es el de normalizar la situación desde la política monetaria. El problema lo iniciaron estos organismos, por lo que la solución deberá tener el mismo origen. Pero no es sencillo. La tan cacareada “nueva normalidad”, ajena a la crisis del coronavirus y agravada por el estallido de la guerra de Ucrania, es la de economías subvencionadas y sobreendeudadas con dinero barato como incentivo para el gasto estatal sin control. El estallido de un conflicto armado, una crisis energética global o un parón en la cadena de suministro mundial son factores que no puede controlar un Gobierno. Asignar partidas de desembolso público sí, por lo que lo mínimo que deberíamos exigir sería algo de responsabilidad con la cuenta de resultados. En nuestro caso, de España S.A., pero no estamos solos en el mundo. Al otro lado del Atlántico, la Reserva Federal (Fed) ya ha iniciado el proceso de incremento del precio del dinero…
No descarta que el PIB pueda registrar algún trimestre crecimiento negativo, y estima que el plan anticrisis reduzca el IPC hasta 8 décimas El Banco de España ha recortado su previsión de crecimiento de la economía española al 4,5% para este año, 0,9 puntos porcentuales menos que en sus anteriores estimaciones de diciembre (5,4%), y ha elevado la tasa de inflación media para el conjunto del año desde el 3,7% hasta el 7,5%, de acuerdo con el informe sobre proyecciones macroeconómicas de la economía española publicado este martes. El nuevo director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán, ha explicado que hasta el inicio del conflicto bélico en Ucrania, el comportamiento de la actividad venía sorprendiendo al alza, al igual que la inflación. Pero la guerra interrumpió esta marcha y ha supuesto una notable perturbación para la economía española, cuando aún no se había completado la recuperación de la crisis sanitaria. "La extraordinaria incertidumbre sobre la duración e intensidad del conflicto impide una valoración precisa de sus implicaciones", ha admitido Gavilán. No obstante, el organismo anticipa que el impacto macroeconómico más intenso de la guerra se observará en el segundo trimestre del año y, en ausencia de una escalada en el conflicto, el dinamismo de la actividad aumentará gradualmente en el segundo semestre. No es previsible ni descartable entrar en recesión En particular, el PIB habría crecido un 0,9% en el primer trimestre del año, antes de recoger el impacto de la guerra, y sólo crecerá un 0,1% en el segundo trimestre, para elevarse al 0,4% y al 0,7% en los trimestres siguientes, respectivamente. No obstante, aunque no prevé que España pueda entrar en recesión, no descarta que un agravamiento de las consecuencias macroeconómicas de la guerra pueda conducir eventualmente a caídas "transitorias" de la actividad…
La guerra en Ucrania está generando una especie de "shock energético" y los mercados esperan que los precios se mantengan elevados El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha afirmado que los efectos de la guerra en Ucrania van a suponer "un incremento adicional de las tensiones inflacionistas" y ha avanzado que en marzo se va a registrar un dato "particularmente negativo, un repunte de la inflación muy significativo". Durante su intervención en un desayuno informativo organizado por Institución Futuro en Pamplona, recogido por Europa Press, Pablo Hernández de Cos ha asegurado que la guerra en Ucrania "está generando una especie de shock energético" y ha advertido de que los mercados esperan que los precios se mantengan elevados, si bien tal vez no en los niveles actuales, pero sí más que los valores de hace un año. El gobernador ha afirmado que la guerra afecta a la economía en varios canales. Entre ellos ha citado el de materias primas, ámbito en el que sobre todo Rusia pero también Ucrania son productores, especialmente de materias primas energéticas, de las cuales además Europa es "muy dependiente". "Esa mayor dependencia genera un incremento de precios que afecta negativamente a la economía", ha explicado, si bien ha precisado que, aunque la economía europea es muy dependiente, "la española no es de las más dependientes". En todo caso, Hernández de Cos ha explicado que esta situación "va a suponer un incremento adicional de las tensiones inflacionistas" y ha avanzado que en marzo se va a registrar un dato "particularmente negativo, un repunte de la inflación muy significativo". El gobernador del Banco de España ha citado como segundo canal el financiero, apuntando que "las exposiciones del sector financiero eran reducidas y pensábamos que -los efectos- en ese canal podían ser reducidos". Hernández de…
Por Borja Carrascosa, director de Capital Apenas un mes después del estallido de la guerra de Rusia contra Ucrania y la amenaza de una inflación desbocada -y persistente en el tiempo- son los dos principales factores con impacto directo reciente en las previsiones macroeconómicas. Y, además, representan el argumento y la excusa perfecta para el Gobierno, parapetado en Bruselas como un actor secundario ajeno a las protestas del sector logístico y del campo. En esencia, las arterias y la sangre de la economía española. En el caso de España, estas tres últimas semanas de conflicto se han traducido en una rebaja sustancial de los pronósticos de PIB en 2022, que ahora se sitúan entre el 4,6 % y el 4,8 % para el conjunto del ejercicio. A principios de año, la media se situaba en el entorno del 5,5 %, en línea con los cálculos que la OCDE. Este organismo fue el que más acertó en 2021, por cierto, con un cálculo del 5,2 %. Finalmente, el crecimiento fue del 5 %. La diferencia entre las previsiones de enero y las más recientes de marzo es de entre 8.500 y 10.800 millones de euros para el conjunto del año, aproximadamente. Ese es el coste que, hasta la fecha, han generado la guerra iniciada por Rusia y la espiral inflacionista, que comenzó meses antes y ante la que, de momento, no hay una respuesta efectiva. El conflicto de Ucrania es, por tanto, la espoleta de un escenario que estaba descontrolado hace meses. "los precios podrían crecer este año hasta un 60 % más que el conjunto de la economía" La amenaza de una guerra larga aumentará, previsiblemente, esta “brecha”, e impactará tanto en la capacidad de generación de riqueza como de creación de empleo. Al menos, en el ámbito privado, ya…
Eleva en casi dos puntos la estimación de inflación media, hasta el 5,5% y rebaja medio punto el aumento del empleo El panel de Funcas ha rebajado ocho décimas, hasta el 4,8%, su estimación de crecimiento de la economía española para este año como consecuencia de la "elevada incertidumbre" respecto a la evolución del conflicto en Ucrania, las nuevas sanciones que pueden adoptarse y la trayectoria que sigan los precios de los productos energéticos. En este complicado contexto, cuatro de los 19 panelistas aún no han modificado sus previsiones para incorporar el impacto de la guerra. Si solo se tienen en cuenta las respuestas de los que sí han incorporado dicho impacto, la previsión media se situaría en el 4,6%, un punto porcentual menos que en el consenso de enero. El rango entre la previsión máxima (6%) y la mínima (2,9%) es muy amplio, incluso considerando solo aquellos panelistas que han modificado sus estimaciones, en tanto que las previsiones difieren mucho en función de las hipótesis que se establezcan. El menor crecimiento esperado del PIB coincide con un alza de la previsión de inflación debido a que las tensiones alcistas preexistentes, derivadas del encarecimiento de las materias primas y los cuellos de botella, se han agudizado tras la invasión de Ucrania. Más inflación y menos empleo La previsión media para la tasa de inflación en 2022 sube 1,9 puntos, hasta el 5,4%, y la subyacente se sitúa en el 2,8%, ocho décimas más que en el anterior consenso. El incremento es aún mayor si solo se tienen en cuenta las previsiones que han sido modificadas: hasta el 5,8% para la tasa general y hasta el 3% para la subyacente. Respecto al mercado laboral, la previsión media de creación de empleo para 2022 se ha rebajado en medio punto, hasta el…
El Banco Central Europeo (BCE) ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento para la zona euro, mientras que ha incrementado notablemente las expectativas de inflación en sus nuevas proyecciones macroeconómicas El BCE empeora sus previsiones de crecimiento e inflación por la invasión de Ucrania. "La guerra entre Rusia y Ucrania tendrá un impacto material en la actividad económica y la inflación a través del aumento de los precios de la energía y las materias primas, la interrupción del comercio internacional y el debilitamiento de la confianza", ha advertido la presidenta del BCE, Christine Lagarde, quien ha advertido de que el alcance de estos efectos dependerá de cómo evolucione el conflicto, del impacto de las sanciones actuales y de posibles medidas adicionales, recoge Europa Press. De este modo, el escenario base manejado por el banco central contempla ahora que el PIB de la eurozona crezca este año un 3,7%, en vez del 4,2% anticipado en diciembre, mientras que en 2023 la expansión del PIB será del 2,8%, una décima menos de lo previsto anteriormente, y en 2024 el PIB crecerá un 1,6%, en línea con la proyección de diciembre. En cuanto a los precios, el BCE ha revisado al alza sus previsiones de inflación, que ahora sitúa en el 5,1% en 2022 y en el 2,1% en 2023, cuando en diciembre anticipaba subidas de precios del 3,2% y el 1,8%, respectivamente. Para 2024, la institución prevé una tasa de inflación del 1,9%, una décima más que lo previsto en diciembre. En reconocimiento de la elevada incertidumbre al respecto, el Consejo de Gobierno ha tomado en consideración una variedad de escenarios, que serán publicados posteriormente y que suponen un empeoramiento respecto del escenario base anunciado este jueves, al tratarse de un "escenario adverso" y otro "escenario severo". En dichos escenarios…