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Qué debe tener en cuenta el sector financiero al desplegar una nube de datos híbrida

El uso de datos y analítica está ayudando a las organizaciones a adquirir capacidades de resiliencia, flexibilidad y gestión a escala global. En el caso de la industria financiera, esto ha derivado en una revolución en la forma en que los bancos almacenan y administran su información. Cloudera explica qué es una nube de datos híbrida, y qué cuestiones clave de su despliegue e implementación deben priorizar estas instituciones en su estrategia empresarial. En todos los sectores, el uso de datos y de la analítica está ayudando a las organizaciones a adquirir capacidades de resiliencia y flexibilidad, así como de gestión a escala global. De hecho, según un estudio reciente de Cloudera, la empresa de datos en la nube híbrida, el 96% de los responsables de la toma de decisiones empresariales señala que las estrategias de datos se han convertido en esenciales para mejorar las métricas de rendimiento de sus organizaciones. Para el sector financiero, este cambio de mentalidad ha supuesto una revolución en la forma en la que los bancos almacenan y administran la información. Una de las tendencias que han llegado pisando fuerte en la industria es la adopción de un enfoque de nube de datos híbrida, con la que está logrando flexibilidad y agilidad mejoradas para que las compañías puedan pivotar su estrategia cuando lo necesiten. “La nube híbrida es una arquitectura que proporciona una experiencia coherente e intuitiva a los usuarios y desarrolladores”, explica Juan Carlos Sánchez de la Fuente, vicepresidente regional de Cloudera para España y Portugal. “Con este enfoque, las organizaciones financieras pueden tener un mejor acceso a los datos, sin descuidar la seguridad o la gobernanza de los mismos. También ofrece un soporte abierto y extensible para distintas nubes y tipos y aplicaciones de datos”, añade. Qué tener en cuenta al desplegar una…
La banca digital ha sacudido una industria muy tradicional cuyo proceso de consolidación aún no ha terminado. Entre fusiones, recortes de oficinas y empleos, e inversiones en innovación y tecnología, el sector financiero busca recuperar la confianza de un cliente que pide siempre algo distinto: mayor flexibilidad, menores comisiones, facilidades de uso, intereses bajos… La competitividad del negocio bancario es puramente digital hoy en día, y Capital analiza el futuro de este nuevo mercado financiero con uno de sus máximos exponentes: EVO Banco. Año y medio después de su integración con Bankinter, y desde las nuevas oficinas de la entidad, su nuevo director general, Eduardo Ozaita, se muestra optimista y ambicioso. La digitalización ha transformado prácticamente todas las industrias, y la financiera no ha sido ajena. ¿En qué se traduce esto en el mercado y para los usuarios bancarios? Es uno de los momentos de mayor transformación del sistema financiero de las últimas décadas. La pandemia ha acelerado este proceso, sobre todo entre los clientes, ya que el sector financiero lleva ya un largo periodo digitalizándose y mejorando sus procesos, para ser más eficientes, con fuertes inversiones en tecnología para optimizar nuestro modelo de negocio y nuestras relaciones con los clientes. Pero no todos vamos a la misma velocidad. Las firmas tradicionales están transformando muchos procesos analógicos en digitales, y los nuevos entrantes o “players”, como las Fintech o los jugadores de otras industrias, abordan de forma brillante algún tipo de producto o servicio buscando facilidades para el cliente. Ejemplos de servicios de estas entidades son la desintermediación en los modelos de pago y cobro y el “brokerage”. Por último, estamos los bancos 100% digitales, como EVO, que ya hemos acometido nuestra transformación digital en el pasado. Tenemos la amplitud y expertice de un banco al uso pero con una…
Pero, ¿qué está sucediendo con el resto de índices europeos? Nos encontramos con el DAX30 alemán y un CAC40 parisino, imitando prácticamente una figura simétrica en relación a la del IBEX35. En este sentido cabe destacar la gran correlación en impulsos alcistas, generados desde principios del mes de julio con el DAX luchando por cerrar el hueco bajista dejado el pasado 19 de junio. La diferencia destacada entre ambos índices es principalmente la superación de resistencias de relevancia. Mientras que el índice francés ha superado el obstáculo de los 5.450 puntos, el DAX lucha por el quiebre de la barrera psicológica de los 12. 835 puntos, haciendo un escenario más parecido al selectivo español en el cierre de julio. Con la finalización de julio, llegan los resultados de grandes bancos de la zona euro, así como la intervención de bancos centrales, situación que podría influir en el rumbo de los índices citados. En cuanto al FTSE 100 londinense, su gráfica es el claro reflejo de las grandes incertidumbres que merodean alrededor del mismo, como consecuencia de medidas aún pendientes de adoptar en el proceso “Brexit”. Tras la gran escalada alcista protagonizada desde finales de marzo del presente año, el FTSE 100, entra en un proceso de constante letargo lateral alcista situación que, en caso de superar la barrera de los 7.642 puntos, podría provocar continuidad alcista, con posible proyección a zona de máximos anuales establecidos en los 7.850 puntos.]]>
crisis del sector bancario y financiero son dos de los baches en los que puede caer el sector inmobiliario frenando su despegue. Eso sí, 2016 cerrará con un aumento del 10% en el número de operaciones de compraventa de vivienda de segunda mano en Madrid. Así lo estima el Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (Coapi) de Madrid tras constatar cómo está evolucionando el mercado entre los propios profesionales y después de analizar la evolución de los indicadores del primer semestre del año. De momento, los agentes de la propiedad inmobiliaria si están notando una mejoría en la mitad del ejercicio, aunque son de la opinión de que la confianza no ha llegado todavía al mercado. Entre los ‘demonios’ que atisban está la prudencia por parte de los inversores que buscan suelo para iniciar promociones, a la espera de que se despeje la citada incertidumbre. Asimismo, y a medio plazo, creen que cabe la posibilidad de que se incluyan medidas fiscales penalizadoras tales como la generalización del gravamen para los pisos vacíos, la subida en la tributación en el IRPF de la segunda vivienda o el incremento de los impuestos indirectos. Tampoco ayuda la crisis que sigue atravesando el sector financiero, que tiene claras repercusiones en la evolución del crédito. La mejora en los datos estadísticos sobre el número de hipotecas concedidas sobre viviendas no puede ocultar el protagonismo de los inmuebles de segunda mano que proceden del sector bancario y que acaparan la mayoría de las operaciones de compra que actualmente se realizan, teniendo actualmente los inmuebles usados procedentes de particulares un menor protagonismo. No obstante, los precios, después del fuerte descenso sufrido desde 2007, han tocado fondo y se han normalizado. Aunque las estadísticas muestren leves incrementos, no son significativos, lo que trasladado a la realidad…