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Transición Ecológica

La transición ecológica necesita un diálogo entre generaciones 

“Si aspiramos a un mundo descarbonizado, debemos escuchar las necesidades de las personas que habitan en él y fomentar el diálogo entre generaciones”  El paso del tiempo no espera a nadie. La transición ecológica da buena prueba de ello. Los compromisos de la Agenda 2030 aguardan a la vuelta de la esquina y difícilmente tendrán la respuesta adecuada. De cara a 2050, aunque el horizonte parezca lejano, la situación puede ser parecida, dramática si seguimos dando pasos cortos y lentos. Y es que el tiempo y su velocidad resultan implacables cuando problemas y soluciones tardan demasiado en encontrarse.  De hecho, la lucha contra el cambio climático, así como las iniciativas de descarbonización y sostenibilidad, no son preocupaciones exclusivas de nuestros días. Empezaron ya a mediados del siglo XX, cuando la Organización de Naciones Unidas (ONU) habló por primera vez del uso y el agotamiento de los recursos naturales en la Conferencia Científica que se celebró en Lake Success, Nueva York, en 1949.   Desde entonces hasta ahora se han sucedido reuniones y cumbres: el Consejo Económico y Social de la ONU en 1968, la primera Cumbre para la Tierra celebrada en Estocolmo en 1972 o el Consejo de Administración de Naciones Unidas en 1979 fueron las primeras. Más recientemente, el Acuerdo de París de 2015, la COP de Montreal en 2022 o la de Dubái en diciembre de este mismo año.  No obstante, el problema, lejos de remitir, va en aumento y, por desgracia, sin soluciones ni ritmo suficiente como para ser optimistas. Si bien hemos avanzado en la concienciación durante los últimos 74 años, las medidas concretas para solucionarlo aún están pendientes.   Desde aelēc creemos firmemente en que, además del incremento en inversiones, la consiguiente electrificación de la economía y la concreción de medidas efectivas, el reto de la transición…
Según revela Funcas en su estudio 'Energía y sociedad: perspectivas sobre la transición energética en tiempo de crisis', el incremento de los costes de la energía es considerado el principal freno a la transición ecológica El incremento del coste de la energía que se podría producir por la extensión del uso de las renovables (eólica y solar mayoritariamente) es la principal preocupación de los europeos ante la transición ecológica de las economías, según revela Funcas en su estudio 'Energía y sociedad: perspectivas sobre la transición energética en tiempo de crisis' recogido por Europa Press. Pese a que los consumidores europeos se han mostrado muy a favor de descarbonizar las industrias y evolucionar hacia un modelo productivo más sostenible, su disposición a asumir costes extra por una electricidad renovable ha sido escasa. Tras la demanda de que los precios se mantengan estables, los consumidores han apuntado a la seguridad del suministro energético, el cuidado del medioambiente y el mantenimiento del nivel de vida como otros de sus requisitos para cambiar sus fuentes de consumo energético hacia otras más ecológicas. Sin embargo, Eric Heymann, uno de los autores y economistas de este estudio, ha puesto de manifiesto que "no cabe imaginar una transición energética sin que, al menos durante un tiempo, se resienta la prosperidad" y ha señalado que la extensión del uso de las renovables provocará conflictos por el reparto de costes entre los países de la Unión Europea. Además, Heymann ha advertido de que la transición energética está avanzando sin que las sociedades europeas hayan debatido "suficientemente" sus implicaciones técnicas y económicas, de forma que no se ha podido estimar cuál será el impacto real sobre el modo de vida de los ciudadanos. Según el estudio de Funcas, la energía nuclear se ha postulado como la mejor alternativa para la…
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), organismo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha ampliado el presupuesto del Programa de ayudas, hasta los 356,9 millones de euros, para actuaciones de eficiencia energética en pyme y gran empresa del sector industrial. En concreto, la ampliación del programa, que ha sido publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), es de 21 millones de euros: 15 millones de euros para Galicia y seis millones de euros para Navarra. En estas ayudas, gestionadas por el IDAE y financiadas por el Fondo Nacional de Eficiencia Energética, se han solicitado 214 millones de euros por más de 950 grandes empresas y pymes para facilitar la implementación de medidas de ahorro y eficiencia energética en la industria y reducir, así, las emisiones de CO2 y su consumo de energía final. La implantación de los planes de las compañías movilizará una inversión superior a los 772 millones de euros. Este programa de ayudas no se financia con fondos procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y resiliencia (PRTR), aunque es una línea de ayudas que se considera clave para la recuperación económica en marcha. Estas líneas subvencionan actuaciones de mejora de la tecnología en equipos y procesos industriales y de implantación de sistemas de gestión energética, que permiten reducir el consumo y los costes de las empresas y mejorar su competitividad, aumentar la actividad económica y fomentar la creación de puestos de trabajo. El Programa Industria prevé en sus bases la ampliación de sus fondos, en caso de que haya disponibilidad presupuestaria, en aquellas comunidades autónomas que ejecuten al 100% su cuantía inicial. El éxito de este programa, dotado en origen con 307,644 millones de euros, ha permitido aumentar su presupuesto en tres ocasiones hasta alcanzar los 356,944…