En España, el 62% de los millenials menores de 35 años quiere montar su propio negocio, tal y como revela el VIII Estudio Global de Emprendimiento Amway (AGER) 2018, elaborado por la multinacional Amway junto a la Escuela de Negocios de la Universidad Técnica de Múnich y la empresa de estudios de mercado GfK. Además de ser la generación más emprendedora, los millenials españoles muestran un deseo por el autoempleo mayor respecto a ediciones anteriores (50% en 2016 y 54% en 2015).
Pero ser emprendedor implica convertirse en jefe de uno mismo y enfrentarse a obstáculos económicos, burocráticos y de financiación. Y eso no es una tarea fácil: requiere sentido de dirección, pasión, estrategia, determinación y, sobretodo, coraje. De hecho, a pesar de que el 50% de los millennials españoles consideran tener las capacidades necesarias para poner en marcha su negocio, un 49% de ellos manifiesta miedo al fracaso a la hora de emprender.
A continuación, Ana María Romero, Vicedecana de la Facultad de Comercio y Turismo de la Universidad Complutense de Madrid y miembro del Consejo Académico Asesor de AGER, repasa algunos consejos para pasar a la acción y aumentar la probabilidad de ser un emprendedor de éxito:
1. Analizar el entorno y averiguar cómo diferenciarse
Para empezar, se debe tener muy claro cómo el producto o servicio se diferenciará de la competencia. Una posible manera de conseguirlo es a través de la atención al cliente. Actualmente, en plena era digital y del ecommerce, donde podemos realizar compras o contratar todo tipo de servicos con un par de clics, el trato presencial podría parecer que ha quedado relegado a un segundo plano.
Sin embargo, el interés por mantener el trato face to face en los negocios sigue siendo alto, tal y como revela el estudio AGER: el 81% de los millenials españoles se decanta por atender presencialmente a sus clientes, una cifra similar a los españoles de entre 35 y 49 años (82%), y un poco inferior a los mayores de 50 años (92%), pero sobretodo, por encima de la media global (69%).
En este punto, “apostar por el cara a cara en los negocios puede ser una manera de diferenciarse frente a la competencia, mediante un trato directo y personal”, tal y como reconoce Ana María Romero. A lo que añade: “El óptimo quizás se encuentre en un equilibrio entre el trato de manera directa y el ecommerce y social selling.”
2. Elaboración de un plan de negocio
Un vez localizado el nicho de mercado y la clave para diferenciarse de la competencia, se debe estudiar la viabilidad del proyecto para lo cual se debe elaborar un plan de negocio. Básicamente, hay que plantearse y pensar en todo lo que tiene que suceder para hacer realidad la idea de negocio, marcar un objetivo claro de lo que se quiere hacer y conseguir, descubir qué recursos se van a necesitar y cómo se van a obtener.
Aunque el plan pueda cambiar y probablemente se vaya adaptando a las circunstancias, tener un plan de negocios permitirá prever con antelación algunos movimientos y será la hoja de ruta a seguir. El plan de enegocio evita lanzarse demasiado pronto y reduce el riesgo de fracaso.
3. Formación constante
Con la infinidad de recursos online fácilmente disponibles y accesibles, es posible encontrar amplia información para formarse y preparar el lanzamiento del negocio, así como el soporte y la capacitación necesaria para dar el salto como emprendedor.
Tal y como indica Romero, “la formación es clave y hay que entenderla no como un gasto, sino como una inversión a medio-largo plazo”.
4. Confiar en las propias habilidades y ejecutarlas con confianza
Una vez que se han planteado los diferentes escenarios, se ha analizado el mercado e investigado a la competencia, se ha elaborado un plan de negocio y se ha adquirido la formación necesaria, es hora de confiar en las propias habilidades y pasar a la práctica: emprender.
De hecho, el 50% de los españoles menores de 35 años están convencidos de que poseen las habilidades y recursos necesarios para emprender un negocio, una cifra que aumenta respecto al año anterior (43%), mientras que el 51% estaría dispuesto a asumir el riesgo de emprender y cree que nada le impediría poner en práctica su proyecto de autoempleo. Además, el Índice de Espíritu Empresarial Amway (AESI) entre los millenials alcanza los 55 puntos, una cifra mayor que en las pasadas ediciones.
Así que, si se han atendido las cuestiones anteriores, no es momento para dudar de las capacidades de uno mismo. Hay que ejecutar el plan con serenidad y seguridad, y con la mente abierta para adaptarse a los cambios y la nuevas oportunidades que puedan surgir sobre la marcha.
5. No temer al fracaso
Sin embargo, a muchos de los potenciales emprendedores les frena el temor al fracaso, tal y como se indicaba al inicio con datos del estudio AGER 2018. En este sentido, Ana María Romero destaca que “desgraciadamente, concebir el fracaso como una derrota, en vez de entenderlo y asumirlo como un aprendizaje, es algo intrínseco en nuestra cultura”.
Esa percepción negativa, este estigma social, nos paraliza, “se convierte en una barrera importante a la hora de emprender y de asumir los riesgos necesarios para ello”, asegura la Profesora Titular de la Universidad Complutense de Madrid.