La Inteligencia Artificial (IA) está transformando la atención al cliente en el sector turístico, optimizando la eficiencia y mejorando la experiencia de los viajeros. Las capacidades avanzadas de la IA permiten a las empresas agilizar operaciones y ofrecer servicios más rápidos y personalizados. Por ejemplo, en menos de un minuto, puede generar múltiples itinerarios turísticos adaptados a las preferencias del viajero, tarea que anteriormente requería más de dos días de trabajo manual.
Además, la IA actúa como un asistente valioso para los operadores telefónicos al facilitar la traducción simultánea y la gestión de colas de espera. Esto no solo mejora la comunicación, sino que también reduce los tiempos de respuesta. La automatización de tareas repetitivas permite a los agentes humanos concentrarse en aspectos que requieren empatía y creatividad, ofreciendo un servicio más cálido y personalizado.
La automatización inteligente y empática se perfila como un elemento clave para mejorar la eficiencia operativa
En el contexto actual, donde la industria turística española representa el 13% del Producto Interior Bruto, la digitalización y la IA marcan un punto de inflexión. La gestión de la atención al cliente se convierte en un desafío, especialmente en temporadas altas, donde la incapacidad de atender adecuadamente todas las solicitudes puede resultar en pérdidas de clientes, aumento de quejas y un deterioro en la imagen de marca.
Algunas compañías ya implementan asistentes virtuales de IA disponibles las 24 horas, que responden solicitudes, realizan llamadas y chatean con los clientes. Estas herramientas no solo mejoran la experiencia del usuario, sino que también generan un impacto directo en la rentabilidad de las empresas. Fabio Sattolo, responsable de tecnología del Grupo Covisian, destaca que la IA ayuda a ofrecer propuestas hiperpersonalizadas sin que las agencias tengan que dedicar días a investigar.
Finalmente, la IA permite a los operadores turísticos gestionar consultas frecuentes mediante su capacidad de aprendizaje automático, liberando a los ejecutivos comerciales de tareas de bajo valor. Este avance asegura que las empresas que apuestan por la automatización pueden atender un mayor volumen de clientes sin comprometer la calidad del servicio, optimizando procesos y facilitando respuestas más rápidas y precisas a las solicitudes, lo que a su vez contribuye a la fidelización de los usuarios.