Dos décadas inmersa en la industria de la moda y su experiencia en Inditex han llevado a Elena Hinrichs hasta RUDI, un proyecto innovador en España que ha creado con el fin de transformar toneladas de ropa desperdiciada en mobiliario de diseño y materiales de interiorismo minimalistas y brutalistas en los que la imaginación es el límite.
Con más de 20 años de experiencia en la industria de la moda, y tras haber pasado por Nueva York, Shanghái e Inditex, Elena Hinrichs viaja de Galicia a Madrid para presentar RUDI (siglas de Recycle Unique Design Items), su proyecto más personal -con Blanca de Castro como socia cofundadora-, que nació con la premisa de transformar y dar una nueva vida a todo el residuo textil a través de aquello que más le apasiona, el diseño.
Cuando le preguntan el porqué de esta marca, se emociona al recordar que tiene una estrella en el cielo que es su padre, Rudi. “El nombre de la firma es en su honor, ya que la idea de este proyecto surgió a raíz de su fallecimiento”, confiesa.
RUDI se posiciona como la primera empresa española circular de fabricación de materiales de diseño e interiorismo -muebles, materiales de interiorismo y próximamente, de construcción- a partir de residuos textiles. Reciclan el 100% de las prendas y materiales sin importar su composición o color. Sus diseños, brutalistas y de estética minimalista, son una ‘reencarnación de la ropa’, una iniciativa centrada en encontrar la manera de sacar partido a los 100 millones de toneladas de ropa que acaban cada año en los vertederos.
Un proyecto, con Rocío Márquez como consultora encargada de diseñar el plan de negocio y la estrategia de posicionamiento, que permite anticiparnos a los retos que plantea este sector y que, en sus propias palabras, “surge en un momento en el que la conciencia ambiental y la demanda creciente de soluciones sostenibles cada vez tiene más cabida en la sociedad”. En definitiva, una iniciativa pionera con la que dar una segunda vida al textil transformándolo en una nueva materia prima más duradera, y ofrecer así a la industria una salida que combina la elegancia del diseño con el respeto al medio ambiente.
Para quienes aún no conocen la marca, ¿cómo definiría RUDI y cuál es su filosofía?
RUDI es una solución a los residuos textiles, tanto del preconsumo como del postconsumo, gracias al método patentado con el que conseguimos reciclarlos al 100%. Creamos una materia prima más duradera, dotándolos de una nueva oportunidad fuera del sector de la moda e introduciéndolos en el mundo del interiorismo.
Lo hacemos para cuidar los recursos naturales del planeta, convirtiendo los productos desechados en la base de nuevos materiales para una sociedad más responsable y como vía hacia un nuevo modelo productivo basado en la innovación, con las personas en el centro de todas las actividades.
En cada pieza de la colección, la estética minimalista se torna clave. Desde sillas, hasta mesas, tumbonas o hamacas, el mobiliario RUDI posee un estilo propio característico que refleja la elegancia ‘ecoamigable’. La nueva materia prima que creamos tiene aplicaciones en el diseño de interiores de viviendas, oficinas, hoteles o proyectos de retail, contribuyendo a que sus clientes reduzcan la huella de carbono.
“Queremos producir un material óptimo para la construcción y reducir a gran escala la huella de carbono”
Nuestra filosofía es muy clara: buscamos que todos nuestros procesos sean lo más sostenibles posibles. Por ejemplo, en la parte del secado intentamos no utilizar electricidad y que el proceso se realice al aire o mediante estufas. Estamos en constante evolución para eliminar todas las partes que puedan generar residuos o cualquier tipo de impacto ambiental.
Por eso, nuestro presupuesto inicial ha ido en gran parte a certificados, métricas e innovación. Para RUDI también es importante sensibilizar y concienciar sobre la idea de que se puede cambiar la forma de hacer las cosas, se puede crecer y cuidar el planeta, y todos podemos aportar algo.
¿Qué le inspiró a crear esta iniciativa y cómo surgió la idea de convertir muebles fabricados a partir de materiales reciclados de la ropa?
Mi trayectoria profesional en el sector de la moda, como diseñadora y fabricante, me aportó conocimiento y oportunidades que agradezco enormemente, pero, a la vez, pude ver in situ y constatar la problemática ambiental que estaba generando la industria textil. Por eso, decidí que quería dar un cambio a mi profesión y contribuir a mejorar ese problema que hemos creado como consumidores y empresas.
Después de investigar mucho, me di cuenta que la solución estaba fuera del textil, reciclando el residuo en una nueva materia prima más duradera para el interiorismo y, en el futuro, espero, la construcción.
¿Cómo describiría el proceso de transformación de los residuos textiles en mobiliario de diseño y material de interiorismo?
Son dos los métodos de uso patentados, uno para hacer toda la base del mueble, por ejemplo, y otro es un conglomerado con mezclas de residuos y otros productos que aportan ese acabado de textura similar al cemento. No sólo logramos dar una solución novedosa al residuo textil, también ayudamos a retirar mucha mayor cantidad de prendas sin necesidad de separar tejidos.
Tenemos varios procesos y lo que hacemos, básicamente, es que, con diferentes materiales aplicables al mundo de la construcción, introducimos el residuo textil troceado para hacer parte de ese propio material creando una nueva materia; es lo que llamamos ‘reencarnar’.
¿Qué nivel de impacto medioambiental busca lograr RUDI con su método de reciclaje patentado?
El propósito es retirar de los vertederos la mayor cantidad de residuo textil, que es el segundo más contaminante tras el petróleo. Eso supone también una gran reducción de la huella de carbono… Con nuestra apuesta en I+D para que sea un material óptimo para la construcción lograremos reducir a gran escala ese residuo.
“Se puede ser sostenible y seguir las tendencias de diseño”
Se trata de intentar eliminar la huella de carbono que genera el residuo textil. Cuanto más se dirija hacia el sector de la construcción, que es nuestro objetivo -aunque se esté aplicando ya en el sector de la decoración y mobiliario-, si conseguimos aplicarlo en este campo, conseguiremos que el impacto sea mayor.
¿A qué desafíos se ha enfrentado al iniciar esta aventura?
Emprender en España es muy difícil: la burocracia, las leyes, no se agilizan los trámites… Y ya si intentas optar a fondos, ayudas de economía circular, emprendimiento o gestión de residuos, es casi imposible. En los inicios de cualquier startup, la caja es el mayor problema, sobre todo, cuando existe la visión de un proyecto escalable en el que identificar los mayores ingresos en el negocio entre empresas (business to business o B2B). Por suerte, hemos llamado la atención de unos cuantos potenciales inversores y esperemos que se puedan concretar próximamente.
¿Cómo definiría su estilo?
Tiendo a líneas bastante minimalistas. El brutalismo está bastante incorporado en la colección de RUDI. En mi propio estilo, en mi casa y en mi forma de vestir, me gusta ir sencilla, pero con un toque de gracia siempre… Pero, en general, tiendo hacia la discreción.
¿Qué papel juega la estética y el diseño en los muebles de RUDI?
Se puede ser sostenible y seguir las tendencias de diseño; y en esta primera colección, ‘Huella’, RUDI quería transmitir también la nueva materia prima, de ahí el estilo ‘brutalista’ y minimalista, como palanca de visibilidad y con el fin de atraer a inversores de la industria, además de al cliente final. Los muebles y su diseño son la forma de presentar al público lo que podemos hacer.
¿Cómo se seleccionan los materiales textiles para transformarlos en nuevos productos?
Trabajamos con empresas certificadas en Gestión de Residuos y nos proporcionan los residuos certificados adecuados para validar que nuestros materiales son efectivamente aptos para presentarlos en nuestro mobiliario o materiales. Lo importante del método RUDI es que no requiere seleccionar tipos de tejidos, o separarlos, por eso somos un aliado de la industria textil en estos momentos de cambio normativo y de transición.
¿Qué respuesta ha recibido por parte de la industria y los consumidores desde el lanzamiento de RUDI?
Hemos tenido muy buena acogida, nos han contactado varias empresas del sector textil interesados en nuestro material. Las hoteleras también se están interesando y los clientes finales con proyectos más pequeños. Es un proyecto muy suculento para empresas y para que ellos puedan en sostenibilidad justificar su ‘no impacto’ en el medioambiente. El lanzamiento ha sido clave para testar esa acogida de todos los públicos potenciales que teníamos analizados.
“Nuestras áreas de mobiliario e interiorismo para B2B han generado mucho interés en una multinacional textil y en cadenas hoteleras”
Además, hemos acertado en el interés del sector de la moda, de la inversión, el negocio hotelero… Incluso ayuntamientos para zonas comunes. Es cierto que íbamos muy seguras, porque, a lo largo de estos meses de trabajo, de plan de negocio, de regulación, etcétera, todas las consultoras y asociaciones de textil y circulares, incluso universidades y expertos en I+D, se sorprendían con el proyecto y confiaban en la proyección de futuro.
¿Qué planes tienen para expandir la gama de productos de RUDI en el futuro?
El modelo de negocio diseñado para RUDI cuenta con tres fases a lo largo de cinco años, cuyo eje será la apuesta continua en I+D, con el objetivo puesto en la construcción. Aún no podemos avanzar mucho, pero parece que las dos primeras fases se van a solapar.
El mobiliario para B2B y el Interiorismo B2B han generado mucho interés en una multinacional de la industria textil y en cadenas hoteleras… Espero poder informarte con más detalle próximamente, pero ciertamente se están precipitando los planes de negocio previstos.
Estamos trabajando con nuestro equipo de diseño en muchos modelos nuevos y en materiales nuevos hechos con residuo textil para diferentes aplicaciones: desde hogar, textiles reciclados o construcción, y con proyección de hacer varias líneas de negocio que vayan desde el cliente final hasta las empresas.
¿Qué consejo daría a otros emprendedores que buscan iniciar un negocio con un enfoque similar en sostenibilidad?
Es un proceso muy apasionante, hay que trabajar muy duro y es un proceso complicado. Pero merece la pena, porque, cuando estás concienciado en mejorar la situación medioambiental, que es un problema tan vigente y tan actual que tenemos, por desgracia, considero que adentrarse en proyectos así es lo que hay que hacer.
¿Qué mensaje le gustaría transmitir a aquellos que están considerando incorporar prácticas más sostenibles en su vida diaria y en sus negocios?
Creo que, a día de hoy, ya no es una opción, es una necesidad. Es fundamental reciclar en nuestras casas vidrio, cartón, plásticos, etc., pero también lo es que las empresas estén centradas en utilizar procesos sostenibles para evitar los impactos que generan la mayoría de las industrias de este mundo.
Considero que más que un mensaje es una necesidad. No es que quiera transmitir un mensaje al público y a las empresas, implicarnos en un futuro mejor es una obligación de todos los seres humanos.
Por último, ¿para quién te gustaría diseñar un mueble especial?
Más que diseñar un mueble especial para alguien me gustaría que diferentes artistas o diseñadores que admiro quisiesen utilizar nuestro material para ejecutar sus proyectos. Eso sin duda me ilusionaría más todavía que crear un mueble especial para una persona en concreto. El hecho de que artistas y diseñadores quieran recurrir a mis materiales me parece ‘lo más’.
