Los negocios ‘maduros’ y amplios, como el sector inmobiliario, ofrecen oportunidades a los emprendedores que buscan su nicho. Es el caso de los pagos del alquiler, que, según Miguel Linera, CEO de Silk, “han pasado de ser un proceso manual y tedioso a una experiencia automatizada y fluida”. Analizamos con Linera el contexto del emprendimiento en España.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan las startups en sus primeros años de creación?
Lanzar una startup es un acto de equilibrio entre visión y ejecución. Uno de los mayores retos es demostrar que lo que has creado realmente resuelve un problema y que la gente está dispuesta a pagar por ello. No es suficiente con una buena idea, hace falta validación en el mercado, algo que requiere paciencia, estrategia y la capacidad de iterar rápido sin perder el rumbo. Luego está la cuestión del equipo, encontrar personas con talento que crean en la misión cuando aún no hay estabilidad es complicado, pero esencial. Sin ellas, la empresa no avanza.
El acceso a capital es otro obstáculo. Puedes tener un producto excelente, pero si no logras una estructura financiera que te permita escalar sin ahogarte, estás condenado. La competencia tampoco se detiene. En un mundo donde todo se mueve a velocidad de vértigo, la capacidad de diferenciarse es una necesidad. Y luego viene la parte menos atractiva: la regulación. Dependiendo del sector, los requisitos pueden ralentizar el crecimiento, lo que obliga a diseñar desde el principio una estructura que no solo sea escalable, sino que también cumpla con todas las normativas sin perder agilidad.
¿Cómo influyen la regulación? ¿Es fácil emprender en España?
El entorno regulatorio puede ser un trampolín o una barrera, dependiendo de qué tan bien sepas navegarlo. España ha mejorado en ciertos aspectos con iniciativas como la Ley de Startups, pero todavía existen demasiados obstáculos burocráticos que pueden hacer que los primeros pasos sean más lentos de lo necesario, como los trámites notariales y registrales, la complejidad del sistema impositivo o el sistema de autónomos.
Si a esto le sumamos las particularidades del sector fintech e inmobiliario, donde la confianza y el cumplimiento normativo son fundamentales, cualquier startup que opere en este espacio necesita un conocimiento profundo de las reglas del juego para no verse frenada antes de despegar. Dicho esto, España también ofrece oportunidades.
Hay acceso a financiación pública como Enisa y CDTI, ecosistemas emprendedores en crecimiento en ciudades como Madrid y Barcelona, y un interés creciente por parte de inversores internacionales. Pero sigue existiendo una diferencia clara entre emprender aquí y en otros países europeos o EEUU donde los trámites son más ágiles y las políticas fiscales más atractivas para la inversión.
En cuanto al sector tecnológico e inmobiliario, ¿qué tendencias impulsan el futuro de la digitalización de pagos y la gestión financiera?
El sector inmobiliario ha sido históricamente uno de los más resistentes al cambio, pero en los últimos años ha habido un giro radical impulsado por la digitalización. Los pagos de alquiler, por ejemplo, han pasado de ser un proceso manual y tedioso a una experiencia automatizada y fluida. Cada vez más propietarios buscan soluciones que eliminen la fricción en los cobros y reduzcan el riesgo de impagos.
También hay una evolución en la forma en que se gestionan los riesgos financieros: la tecnología permite prever con mayor precisión quién es un buen pagador y cómo optimizar la relación entre inquilinos y propietarios. Además, la experiencia del usuario se ha convertido en una prioridad absoluta. El software ya no es solo una herramienta funcional, ahora tiene que ser intuitivo, atractivo y estar alineado con las expectativas de una generación que ha crecido con la inmediatez de las aplicaciones digitales.
“Lanzar una startup es un acto de equilibrio entre visión y ejecución”
¿Qué estrategias pueden seguir las startups del sector inmobiliario para generar confianza en sus clientes?
La confianza en el sector inmobiliario no se gana con promesas, se gana con hechos. La transparencia es el punto de partida: procesos claros, términos comprensibles y una comunicación transparente con los clientes. Trabajar con los mejores partners también es un factor clave para transmitir credibilidad, especialmente, cuando se trata de la gestión de pagos.
El servicio al cliente no es un extra, es una necesidad. Un usuario que siente que tiene soporte rápido y eficiente es un usuario que se queda. Las asociaciones estratégicas con bancos, gestores de propiedades y empresas establecidas también refuerzan la percepción de seguridad y legitimidad. Y, por supuesto, los testimonios de clientes satisfechos son la mejor carta de presentación: nada genera más confianza que ver a otros obteniendo resultados reales.
- ¿Cómo ha logrado Silk captar más de 40.000 inquilinos?
Esos 40.000 no son usuarios de Silk, son inquilinos que gestionan nuestros inversores y que poco a poco estamos on boarding. Ahora tenemos aproximadamente 1.000 inquilinos activos. Silk ha crecido rápidamente porque entendimos algo fundamental: pagar el alquiler no es una transacción más, es una parte central de la vida financiera de las personas. En lugar de tratarlo como una simple obligación, decidimos convertirlo en una oportunidad.
Nuestra propuesta de valor combina eficiencia con recompensa. Para los inquilinos, pagar a través de Silk significa acceder a un ecosistema de beneficios que les permite aprovechar su dinero. Para los propietarios y property managers, significa menos impagos, menos gestión manual y más control sobre sus cobros. Esto nos ha permitido no solo atraer usuarios, sino generar un efecto de red donde cada nuevo cliente refuerza el sistema.
La clave ha sido integrar Silk dentro del flujo natural de los pagos de alquiler, estableciendo alianzas estratégicas con actores clave del sector. No hemos esperado que los usuarios lleguen a nosotros, hemos llevado Silk a donde ellos ya están.
¿Qué objetivos tiene Silk a medio-largo plazo?
Silk tiene una visión clara: transformar el negocio del alquiler de pagos domiciliados a un modelo de suscripción. La expansión a nuevos mercados es una prioridad, pero no a cualquier costo. Queremos consolidar nuestra presencia en España y Alemania antes de dar el siguiente paso.
En paralelo, seguimos desarrollando un ecosistema donde el alquiler no es solo un gasto, sino una puerta a nuevas oportunidades financieras para los inquilinos. La automatización de pagos, la mejora de la experiencia del usuario y la integración con grandes property managers seguirán siendo ejes centrales de nuestra estrategia. No queremos ser solo una opción más en el mercado, queremos ser el estándar.
¿Qué referentes en el mundo de las startups pueden servir de inspiración para emprendedores?
Cada industria tiene sus referentes, pero hay ciertos nombres que han demostrado que la clave del éxito es simplificar lo complejo. Stripe cambió por completo la forma en que funcionan los pagos en línea, porque entendieron que la experiencia del usuario es lo primero.
Airbnb rompió las reglas del sector inmobiliario ofreciendo una alternativa radical a los hoteles tradicionales y empresas como N26 o Revolut redefinieron la banca. Todos estos casos tienen algo en común: vieron un mercado saturado, encontraron un punto de fricción y lo resolvieron con una ejecución impecable.
¿Tiene algún líder que le inspire?
Más que un solo líder, hay una forma de pensar que inspira: la de aquellos que logran hacer que lo difícil parezca fácil. Patrick Collison, de Stripe, y Brian Chesky, de Airbnb, son ejemplos de cómo la obsesión por la experiencia del usuario puede construir gigantes.
