Richi de las Heras jugó al tenis y después al pádel como profesional. Esa experiencia le llevó a inventar un camino profesional en el que forman parte las pistas de pádel. Así creo La Vida Pádel, un proyecto con el que proporciona servicios adicionales al puro alquiler de las pistas, con el que tiene la ambición de que la compañía tenga un valor de 100 millones de euros en siete años. El CEO y fundador de La Vida Pádel lo explica en esta entrevista con Capital.
¿Cómo surgió el proyecto de La Vida Pádel?
Empiezo por el principio. Intenté ser pro de tenis, era bueno, pero no lo suficiente como para ser tenista profesional. Con 17 años dejé la carrera profesional de tenis y me enganché a la carrera de profesional de pádel. Estuve 10 años jugando profesionalmente, pero cuando las piernas no aguantaban, empecé a usar la cabeza. Entonces pensé qué hacer, no me conformaba con ser un entrenador o coach.
Eso se hizo realidad en School Padel Center. En esa época, ni había mucho dinero, ni tecnología ni conocimiento, así que fue prueba y error. Desde 2007 hasta 2019, el mercado iba creciendo, pero iba muy plano. España crecía aunque sin unos márgenes muy grandes, en parte porque no éramos capaces de subir los precios.
El cambio llegó tras la pandemia y todos empezamos a hacer deporte. Además, el pádel se globaliza por la exposición mediática de la competición, por la inversión extranjera, por el hecho de que hay más marcas interesadas, etc.
España y Argentina hemos sido pioneros. Y concretamente España es un hub de conocimiento mundial, donde tenemos a los mejores entrenadores, los mejores jugadores, las mejores empresas de construcción de pistas, los mejores gestores... Nuestro deber es exportar ese conocimiento. Tenemos la fortaleza de que sea un mercado muy maduro. Además, tenemos el 95% de las pistas instaladas, un total de 18.000 pistas.
Lo interesante es que solo el 2% de las pistas están manejadas por cadenas y se está produciendo un proceso de consolidación que va a terminar en grupos mucho más grandes.
Mi foco es terminar una ronda de inversión para poder expandirnos, tenemos 6 ubicaciones en Madrid en gestión y otras 4 en cartera. Con esas 10 dejaríamos la inversión en España a corto plazo. Y con la inversión que nos entren iríamos a Reino Unido, Estados Unidos o Arabia. Es un océano azul con mucho conocimiento. Y los precios de estos servicios son más altos.
En el caso de España, la inversión se recupera entre 5 y 7 años. Sin embargo, ese plazo se reduce a 2 años en EEUU y en Reino Unido. Y en Indonesia tenemos un ejemplo de que se ha conseguido en 4 meses.
En ese sentido, hay mucho más volumen por explotar y es más rentable fuera de España. Si podemos conseguir más inversión, con La vida pádel seguiremos buscando juntar la parte deportiva del juego con la parte social. Le damos tanta importancia a lo de dentro como lo de fuera. Diseñamos las instalaciones acordes a lo que pasa en la pista y lo que pasa fuera. Eso es lo que queremos exportar.
"Diseñamos las instalaciones acordes a lo que pasa en la pista y lo que pasa fuera.
Eso es lo que queremos explotar y exportar"
¿Cuál es el concepto de servicio de La vida pádel?
En un club convencional, la oferta de servicios sería la siguiente: academia, alquiler de pistas, torneos, eventos y patrocinio. Nosotros tenemos clubs con ese modelo, pero en España es un mercado maduro, si hacíamos lo mismo íbamos a tener el mismo resultado.
Hemos diseñado una instalación más enfocada a b2b, con un plan de comunicación, alianzas con empresas y la idea de atender a una comunidad, además de organizar torneos, la reserva de pistas y la academia.
Tiene la pega de que no sabemos cuándo va a ser el evento y es más arriesgado, pero también mucho más rentable porque ofrecemos servicios de mayor valor añadido.
¿Qué margen de crecimiento hay para esta actividad?
En España va a seguir creciendo gracias a estos servicios de valor añadido. Los amateur quieren entrenar como profesionales. Hay academias que dan esos servicios. Hay servicios de valor añadido para jugadores particulares y para comunidad completas. Por eso existen iniciativas como el Business Padel Tour para directivos de empresas grandes y medianas que quieren hacer deporte. Y a la vez, unen la cuestión del negocio alrededor de una pista de pádel.
¿Cómo son estos eventos?
Empieza por alguien de la empresa que es jugador de pádel. Antiguamente estas empresas o directores de RRHH hacían eventos como torneos de golf, ir a un teatro, contratar un hotel y hacer una jornada. En un torneo de golf es más difícil, el nivel mínimo es importante para poder disfrutar. En pádel está más agrupado tanto en distancias como en horario. La barrera de entrada para disfrutar de la actividad es mucho más baja.
Nos contactan, intentamos entender las necesidades. El portfolio de actividades incluye servicios como cóctel, premios, música en vivo, actividades… que dependen del presupuesto que tenga la empresa y de sus intereses.
¿Qué respuesta recibís de los clientes?
El feedback de los jugadores, o clientes en este caso, acaban encantados. Está en un espacio distendido, están felices y la empresa, mi cliente, tiene un retorno muy importante. El ticket es más bajo que otros eventos y el retorno es importante, fideliza a los empleados. Crea un sentimiento de pertenencia a la empresa. Se hacen muchas relaciones que no se hacen en la oficina.
Una mesa de cóctel proporciona relaciones mucho más abiertas y naturales, menos racionales. Ese es el punto.
"España es un hub de conocimiento mundial en el pádel, donde tenemos a los mejores entrenadores, los mejores jugadores, las mejores empresas de construcción de pistas, los mejores gestores"
¿Qué valoración hace de este periplo empresarial?
Estamos en crecimiento, tengo el apoyo de socios inversores, de los bancos, así que por esa parte estoy contento. Me gustaría tener más inversión para poder acometer más proyectos, aunque está claro que hay que validar y demostrar casos de éxito.
En contra, me gustaría tener más talento, poder contratarlo y pagarlo. Me gustaría que el mercado español fuera más grande y no tener que buscar otros territorios. Estoy en el país número uno en esta industria y, en ese sentido, puedo decir que soy autoridad dentro de la industria y estoy generando una tendencia. En esa línea, mi deber es ayudar a otros a hacer más grande la industria.
¿Es replicable el modelo a otras actividades?
Me cuesta imaginar un deporte que pueda englobar lo que aporta el pádel. Tanto a particulares como a empresas. No me viene a la cabeza.
Te podría hablar de fútbol. También es fácil acceso, o el baloncesto… En el pádel sí puedo decir que lo hacemos de manera muy recurrente y tenemos instalaciones para ello. Lo bueno es que lo tenemos todo dentro de la misma instalación. En comparación, puedes estar en un pabellón de baloncesto y luego irte a comer a un restaurante, la capacidad no es igual que en el caso del pádel.
¿Qué papel juega la tecnología?
Gran parte del negocio se basa en la plataforma Playtomic. Desde nuestro punto de vista, nos sirve de CRM y de contabilidad. Nos libera muchas interacciones con el backoffice. El jugador procesa la reserva y hace el pago.
Luego inhouse tenemos tecnología para maximizar la parrilla y hacer más eficientes nuestros clubes. Podríamos juntar cuatro personas que puedan jugar a la misma hora. Con nuestro desarrollo somos capaces de ir creando partidos y grupos de whatsapp por niveles y horarios, capaces de cerrar más partidos que la competencia. Empujamos más eso y, además, contamos con esa tecnología que nos da un valor diferencial.